Málaga, de atasco en atasco: "Estamos hartos y quemados, llevamos años así"

El aumento de la población de los municipios del área metropolitana y una red de carreteras cada día más insuficiente desesperan a miles de conductores

El Gobierno dice que está dispuesto a abrir la carretera de San Pedro, pero si la Junta lo paga

Retención, este viernes, en la avenida de Andalucía.
Retención, este viernes, en la avenida de Andalucía. / JAVIER ALBIÑANA

Málaga/Málaga sigue ganado atractivo como territorio en el que expandirse para los principales sectores productivos y como lugar donde vivir, sin embargo, los problemas de movilidad transitan también paralelos a este crecimiento, obligando a los conductores a permanecer varados en sus vehículos en hora punta. Un escenario que se reproduce a diario de la Costa del Sol a La Axarquía pasando por Málaga capital sin olvidar tampoco la Serranía, así como el resto de comarcas, donde las caravanas y la desesperación al volante no dejan de acrecentarse. No se diga ya cuando se producen accidentes.

La última muestra se vio este mismo jueves por la mañana, cuando una colisión por alcance entre seis vehículos registrada minutos antes de las 8:00 en las inmediaciones del túnel San José, en concreto, en el kilómetro 982 de la A-7 sentido Cádiz, dejó tras de sí 14 kilómetros de retenciones. La circulación comenzaría a normalizarse en torno a las 10:30. No obstante, este episodio no puede considerarse más que una réplica de menor magnitud, aplicando la lógica de los seísmos, de otro mucho mayor, que tuvo lugar hace dos semanas, el 19 de marzo, tras el impacto entre un furgón con remolque contra una maquinaria de obra dentro del túnel de Cerrado de Calderón antes de las 7:00, también en este caso en la A-7 sentido Cádiz, generando 20 kilómetros de atascos en las rondas de circunvalación que se prolongaron durante unas cinco horas por la complejidad que entrañó retirar los vehículos siniestrados.

El accidente penetraría también en la esfera política de la mano, en primera instancia, del presidente de la Diputación, Francisco Salado, quien acusó en un audio, según él, grabado desde el propio túnel que el Ejecutivo central y el presidente del Gobierno "asfixian" a la provincia de forma premeditada, así como que "el problema de la movilidad no tiene límites", "es una tortura para todos", "una imagen desastrosa para Málaga" y que "queremos respuestas rápidas, carriles reversibles, el tercer carril".

Accidentes y reacciones aparte, lo cierto es que a poco que se consulten los mapas de carreteras se pueden contar más de una decena de zonas en las que los taponamientos son ya el pan de cada día. Todas ellas en los accesos a las ciudades, precisamente, los puntos más débiles para absorber el tráfico, tal como aseguraba meses atrás el director de la Dirección General de Tráfico (DGT), Pere Navarro, que afirmaba, refiriéndose también a Málaga, que estos están "al límite de su capacidad" para acoger el volumen de vehículos que transitan por sus calles a las ocho de la mañana y pedía que se impulsara la tendencia de compartir coche para ir y volver del trabajo. En la provincia, los cuellos de botella más importantes en los accesos se registran en la entrada y salida a la capital desde Rincón de la Victoria, Torremolinos y Alhaurín de la Torre; las de Antequera; Arroyo de la Miel y Benalmádena; la rotonda por la que se accede a Mijas y Fuengirola; Ronda; Los Pacos, Puerto Banús, o el soterramiento de San Pedro.

Retención de 14 kilómetros en la A-7 este jueves
Retención de 14 kilómetros en la A-7 este jueves / DGT

Un problema que en el caso malagueño, según asegura el ingeniero de transportes, consultor y miembro de la Plataforma por las Infraestructuras Vicente Jordá, es más bien estructural, debido al "el reducido tamaño de las rotondas de acceso", en el sentido de su poca capacidad para canalizar el tráfico por el número de carriles. "No hay más que comparar las de Málaga con las de otras grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia".

"Vamos a ir de mal en peor porque se han unido varios factores", afirma Jordá, que explica que "el aumento del precio de la vivienda ha provocado el desplazamiento de los usuarios al área metropolitana, aumentando el tráfico". Algo a lo que no le ve remedio a corto plazo, más bien lo contrario. "Se prevén más desarrollos en zonas periféricas de la capital y Rincón, y en la zona de la cementera, con La Platera", lo que acrecentaría la carga a unas carreteras que "no se han planificado con antelación". "No se han previsto vías interurbanas para dar soporte al tráfico y reforzar el acceso desde el este. Ni Málaga ni Rincón lo han hecho; nada más que se puede entrar por la carretera de Almería y la de El Candado, haciendo un embudo en El Palo", afirma antes de lanzar una frase a modo de resumen. "La situación obedece a una falta de planificación urbanística a nivel municipal, a una falta de zonas colectoras y un aumento de población".

Pero... ¿por dónde podrían pasar las soluciones? Lo cierto es que no es sencillo. Jordá no ve viables opciones puestas encima de la mesa como el tercer carril de la A-7 ni el carril reversible que se plantea mientras este se construye, porque el problema de base, insiste, está en los accesos. Y lanza un par de ejemplos. "De establecerse sería hasta peor, porque no hay capacidad para canalizar los vehículos. Se pasaría de tres carriles a uno en Monte Dorado y a una redonda muy limitada en el Cerrado", asegura. "La única manera efectiva de quitar coches a las autovías es haciendo un transporte público de alta capacidad", asevera.

Una reivindicación que comparte con otras voces autorizadas como la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM), que insta a "realizar una conexión ferroviaria hacia ambas costas, oriental y occidental, y la posibilidad de llevar el Metro a zonas metropolitanas", en palabras de la Natalia Sánchez, vicepresidenta ejecutiva y secretaria general de la CEM, que recuerda también el fuerte crecimiento poblacional al que se ha sometido la provincia en los últimos años, superando los 1,7 millones de habitantes; es decir, un 18% más que hace dos décadas, y con previsión de dejar atrás los dos millones en los próximos 15, según cálculos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ante la situación actual, que queda lejos de lo que se reivindica, muchos usuarios han decidido optar por cambiar sus horarios para evitar las esperas. "Mi horario es de 8:00 a 15:00, pero estoy entrando a las 7:15 porque si no, no llego", relata María Guerrero, residente en Valle-Niza que trabaja en la Universidad de Málaga. "Me incorporo a la carretera a la 6:45. Si por cualquier cosa me retraso y lo hago a las 7:05, la diferencia es brutal". Tanto como tardar 25 minutos o hasta una hora. "Es una auténtica ratonera".

Acceso a Marbella, este viernes.
Acceso a Marbella, este viernes. / MARÍA JESÚS SERRANO

Ruth Núñez vive en Rincón. Es profesora de instituto, y sale a las 06:45 todos los días para dar clase. Según explica, “el tráfico es lento casi a diario“. Esto, según ella, “es el día a día de la A-7“. Con el paso de los años, según la rinconera, “las retenciones llegan más lejos. Antes empezaban en El Palo, avanzaron a La Cala del Moral y ya se dan a la altura de Torre de Benagalbón“. Núñez pasa horas en la autovía y afirma que “en verano es peor“ y los días de lluvia “el tráfico es muy lento“. Y añade que las incorporaciones hace “que muchos conductores se pasen a la izquierda y acaben formando un taponamiento“.

En el mismo municipio vive José Vida, que esboza un diagnóstico semejante. “Los atascos son diarios, lo que empezó siendo de manera puntual, ahora es todos los días. Desde Rincón a Málaga no hay nadie que te quite una hora de viaje. O sales antes de las 7:00 o no tienes otra solución“, explica. “No entiendo cómo nos tienen así. Al final sufrimos los trabajadores, los que no podemos comprar un piso en la capital, y por este abandono tenemos que aguantar una hora de tráfico o más“, señala.

Al otro extremo de la provincia, en la Costa del Sol Occidental, los atascos forman, asimismo, parte de la rutina de conductores como Isabel Muñoz, una vecina de La Campana que acostumbra a desplazarse al centro de Marbella para acudir a su puesto de trabajo como administrativa en unas oficinas, para lo que debe realizar un trayecto de unos 10 kilómetros que en condiciones normales se tarda en recorrer unos 10 o 15 minutos. “Por las mañanas tardo menos y llego en unos 20, pero por las tardes está todo el atasco de la autovía, salgo a las 17:00 y llego a mi casa a las 17:40 horas”. Las retenciones, dice, no afectan a su trabajo, pero sí a su vida personal, "porque tardo más en llegar a mi casa, y por lo tanto, pierdo tiempo libre, empleo más en los desplazamientos y gasto más en gasolina”. Por el contrario, resalta, "los fines de semana no hay tantos, aunque en verano sí”.

“Se ha normalizado el sufrir atascos porque llevamos así una pila de años, está totalmente instaurado, pero eso no quita que estemos hartos y quemados”, lamenta Muñoz, que valora como medidas para mejorar la situación “abrir la autopista y que fuera gratis”, “hacer un Metro o un Cercanías que llegara hasta Estepona” o “alguna carretera extra”. “No hacen absolutamente nada por mejorar la situación de los trabajadores porque esto es criminal, y cuando llegan vacaciones como verano, Semana Santa o Navidad, pues peor todavía porque vienen muchísimos turistas”, critica.

Miranda Gómez es una madrileña que vive en San Pedro Alcántara y trabaja en Nueva Andalucía, por lo que los atascos forman parte de su cotidianidad: “Pierdo unos 40 o 45 minutos al día en desplazarme y luego el gasto de la gasolina porque mi coche es viejo”. “Estoy acostumbrada al tráfico de Madrid y esto para mí es nada, pero está mal y en verano es una faena”, apuntilla, destacando que la convivencia con las retenciones diarias “se ha normalizado tanto, que al final hay incluso carteles de marketing” en la propia autovía. Por ello, pide “abrir la Autopista de la Costa del Sol, aunque sea para los empadronados, y luego que los turistas paguen un poco”.

Vehículos en la A-367, que une Ronda con Málaga, a su paso por Cuevas del Becerro, este viernes.
Vehículos en la A-367, que une Ronda con Málaga, a su paso por Cuevas del Becerro, este viernes. / JAVIER FLORES

A este respecto, la presidenta de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Marbella (APYMEN), Montserrat Pijoan, relata cómo los problemas de movilidad se trasladan al plano empresarial, en la medida en que la dificultad del acceso a la vivienda en la ciudad hace que los empleados “tengan que alquilar fuera de Marbella y llegan tarde al trabajo”. Esto, asegura, está haciendo que muchos trabajadores "no quieran venir a esta zona". "No estamos en los niveles de Ibiza pero vamos a llegar a ver gente durmiendo en caravanas, por los alquileres, muy altos, de 1.000 euros, que son el sueldo entero de un trabajador”, asegura.

“Esto está cada vez peor, la carretera se hace insostenible porque ya no hace falta que haya un accidente. Todos los días hay atascos kilométricos en dirección Málaga y Estepona, y hasta San Pedro, que es un punto negro; pasado Mijas, directamente es un desastre”. Con la llegada de la temporada alta, la problemática de la movilidad se acrecienta porque “si la densidad del tráfico es alta durante todo el año, la población se multiplica por tres en verano”, lamenta. Así, critica la falta de infraestructuras en la provincia y la necesidad de contar con un tren litoral, cuya redacción del estudio de viabilidad licitó el Estado el pasado mes de diciembre, aunque cuestiona “cuándo va a llegar”. “Necesitamos una solución ya y urgente”, exclama Pijoan, quien plantea como soluciones a corto plazo “incentivar que la autopista sea más barata” para descongestionar la autovía, por ejemplo, a los empadronados, al considerar que “liberalizarla legalmente es imposible”. Además, incide en que sería necesario “poner un carril más en la entrada de San Pedro Alcántara”.

Jordá, asimismo, cree que la opción de liberalizar el peaje de la AP-7 no es acertada. "Se generaría un efecto llamada, pasando los atascos de una vía a otra; además, habría que pagar una suma millonaria a la concesionaria que no sería rentable". Una partida que, dice, podría invertirse en "hacer x kilómetros más de Cercanías".

El presidente de la Asociación de Comerciantes Industriales de Mijas (ACIM), Martín Gómez, señala a este respecto que muchos vecinos de la localidad sufren atascos a diario, principalmente los que van a trabajar a la costa, destacando que “La Cala es un punto negro en el que tendrían que poner la Zona de Bajas Emisiones, con la entrada al bulevar siempre saturada”, afirma. "La autovía en general es un punto negro”, valora el representante empresarial, quien apunta que “lo que hay que hacer es liberar la Autopista AP-7”. Y lamenta que "no es un negocio liberarla" en referencia a los datos dados a conocer por el PP de Málaga respecto a los ingresos obtenidos por el Estado y los beneficios de la concesionaria de la vía.

De esta manera, Gómez critica que las infraestructuras “se han quedado obsoletas a nivel nacional”, y especialmente en la Costa del Sol, que suman más de tres décadas. “Abrir el peaje sería lo suyo, al menos para desviar el tráfico pesado porque el problema se genera cuando se juntan los camiones, y eso descongestionaría mucho”, lanza como medida a corto plazo. A medio y largo plazo, apuesta por “dotar de infraestructuras” a la Costa del Sol, como el tren litoral. “Si estuviéramos conectados como en Madrid, la gente se movería en Metro o en tren en la parte de la costa y descongestionaríamos la carretera”, incide en cuanto a los desplazamientos de los vecinos del municipio, principalmente los trabajadores.

Trabajos en la carretera A-397 entre Ronda y San Pedro
Trabajos en la carretera A-397 entre Ronda y San Pedro

Otra zona con dificultades es el Valle del Guadalhorce y, en especial, Alhaurín de la Torre, donde hay dos medidas planteadas con vista a acabar con los atascos, aunque están lejos de ir a velocidad de crucero, según explica el alcalde, Joaquín Villanova. En primer lugar estaría la nueva conexión vial con la variante de la A-404, es decir, la carretera de Churriana, que supondrá un trayecto alternativo que servirá de "salida directa a la autovía unos 12.000 vehículos" y podría estar terminada "a finales de agosto". En segundo lugar, el Consistorio sigue pendiente del desdoblamiento de la A-404 entre la rotonda del Encuentro y la glorieta de Viveros Guzmán, por el que pide a la Consejería "que saque cuanto antes la licitación de una obra que es de vital importancia". "No queremos que se eternice, tiene que estar cuanto antes", exige Villanova, que reconoce que "malagueños y alhaurinos viven verdaderas dificultades para entrar y salir del municipio".

Mientras tanto, la situación de las comunicaciones en la Serranía de Ronda sigue siendo especialmente complicada por el corte total de la carretera A-397 que comunica la ciudad del Tajo con la Costa del Sol y que está afectando a miles de trabajadores que se desplazan a diario al litoral para acudir a sus puestos de trabajo. Los trabajadores siguen sufriendo el aumento del viaje y las retenciones que se producen en la entrada a Málaga por la carretera del Valle del Guadalhorce y en antes de llegar a Marbella. “Estoy saliendo a las cinco de la mañana por Ardales, Coín y Marbella para no encontrar retenciones. El jueves salí a las 7:00 y había cola desde lo alto de Ojén hasta bajar a la Cañada, cinco kilómetros”, explica Cristóbal, un vecino de Arriate que cada día realiza el viaje.

Otro de los casos es el de Paqui, una trabajadora que decidió acogerse a los días sin sueldo que permite su empresa. “Creo que empezaré a bajar después de Semana Santa cuando mejoren las condiciones meteorológicas”, señala. Además, sostiene que “es demasiado tiempo y dinero en gasolina y peajes, al final, es más factible emocionalmente parar un tiempo de trabajar que estar pasándolo mal”.

Por su parte, la alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández, confirma su asistencia a la manifestación convocada hoy sábado para reivindicar una mejora de las comunicaciones en la Serranía de Ronda. Y lamenta que el Gobierno central no acepte liberalizar el peaje de la autopista de la Costa del Sol y lo condicione a que la Junta de Andalucía asuma el coste del mismo. “Me parece indignante la actitud del Gobierno de España con la Serranía ”, señala Fernández. La regidora, además, cree que “es muy difícil trabajar todos los días contra el boicot de un gigante, pero no me voy a cansar de reivindicar lo que es justo para nuestra tierra. Si esto hubiera ocurrido en Cataluña, al día siguiente tendrían el peaje abierto”.

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