Una menor de 17 años se tira desde un balcón para huir de su expareja que la agredía con un hacha en Torremolinos

Málaga/Un joven de 21 años ha sido detenido en Torremolinos tras, presuntamente, agredir a su expareja de 17 años, que saltó huyendo desde un balcón de un segundo piso, según han confirmado fuentes policiales.

El joven tenía orden de alejamiento, según han precisado a Europa Press las citadas fuentes. Los hechos han ocurrido sobre las 15:00. El sistema Emergencias 112 Andalucía ha recibido un aviso alertando de que una mujer se había caído por un balcón en la calle Vicente Blanch Picot.

Al parecer, según han indicado fuentes cercanas, la joven se lanzó por el balcón, cayendo sobre un toldo, para intentar huir del hombre, ya que, presuntamente, le agredía con un hacha.

Hasta el lugar del suceso se han desplazado los servicios sanitarios, Policía Local y Cuerpo Nacional de Policía, que está investigando para esclarecer lo ocurrido.

La joven ha sido trasladada hasta el Hospital Clínico de Málaga y se encuentra ingresada con contusiones y heridas, según han confirmado fuentes sanitarias a Europa Press.

Por su parte, el detenido, al verse acorralado se ha autolesionado con un arma blanca en el cuello, por lo que ha sido trasladado hasta el Hospital Regional de Málaga.

Casi 40 menores maltratadas en Málaga, una en riesgo alto, tienen protección policial

En Málaga, son 39 las mujeres maltratadas menores de edad que cuentan con protección policial a través del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género VioGén, a fecha de 31 de enero. Todas ellas son adolescentes de entre 14 y 17 años. El Ministerio de Interior considera que el caso de una de ellas es de riesgo alto mientras que ocho son de nivel medio y, 15, bajo.

La cifra de mujeres protegidas ha crecido un 8% en el último año, hasta situarse en 3.765 los casos activos (con 277 víctimas más que en 2022). El nivel alto de peligro al que medio centenar de éstas se encuentran sometidas implica vigilancia policial frecuente tanto en su domicilio como en su lugar de trabajo y en la entrada o salida del centro escolar de los hijos. La Policía realiza, además, controles aleatorios del agresor y su entorno.