El mensaje que salvó a un rehén en su cautiverio en Sabinillas: "Fue un descuido de los secuestradores"
La víctima paseaba con unos amigos por el paseo marítimo de Sabinillas cuando acabó en un maletero
Un secuestro en Sabinillas, una foto del volante del coche y un rescate exprés

Desde las novelas de Philip K. Dick hasta la exitosa serie Black Mirror, la ciencia ficción ha especulado sobre los límites de la tecnología y el momento en que puede llegar a convertirse en una amenaza. Pero, esta vez, nada más lejos de la realidad. Al hombre secuestrado hace sólo unos días en San Luis de Sabinillas, en Manilva, le sirvió para recuperar su libertad. El rehén consiguió sacar con su móvil una fotografía que descubriría la marca Fiat en el volante del vehículo en el que estaba raptado. Después, la envió a su entorno más cercano. Lo hizo, posiblemente, aprovechando un “descuido” de sus captores, revela el inspector jefe de El Grupo I de Crimen Organizado de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco). Un segundo mensaje permitió posicionar mediante coordenadas geográficas el turismo en Torre del Mar.
Lo que los investigadores no saben, a ciencia cierta, es si la víctima, de nacionalidad marroquí, se valió del sistema de huellas dactilares del teléfono, que hasta hace no mucho eran terreno sólo de las crónicas de suceso o de las ficciones polícias, o si bien tiró de otra revolución tecnológica como el reconocimiento facial. Pero, en cualquier caso, los dos SOS que el individuo pudo lanzar le dieron a la Policía las claves necesarias para que, en menos de 16 horas, se pusiera fin a su cautiverio, motivado por un posible ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas.
El secuestrado había usado el mismo terminal desde el que los captores enviaron a un amigo suyo unos vídeos con amenazas a punta de pistola mientras le interrogaban por un tercero que les estafó 30.000 euros. Una voz advertía de que, si no devolvían el dinero, le “iban a rajar”. La hipótesis que se contempla es que pudieron pagar con dinero falso la mercancía o hacerla pasar por otra sustancia.
Más tarde, el destinatario de esa advertencia acudió a dependencias policiales para investigar las imágenes que había recibido. “Mostró una foto de un volante y una ubicación aproximada. Con esas pistas, empezamos la labor de rastreo buscando vehículos de la marca Fiat que reunieran determinadas características”, relata el investigador.
Así fue el secuestro
El denunciante aseguraba que su colega había sido secuestrado unas 36 horas antes. Ese día, la víctima paseaba, ajena a lo que sucedería, por el paseo marítimo de Sabinillas. Iba con unos amigos, que sí escaparon. Los secuestradores lo introdujeron a la fuerza en un coche y acabó encerrado en un maletero.
El grupo de la Udyco centró su “vigilancia, toda la noche,“ en un coche que se sabía sospechoso. Las pesquisas no dieron sus frutos hasta la mañana siguiente, cuando los agentes se percataron de cómo el secuestrado era trasladado a otro vehículo, acompañado de cuatro individuos. El dispositivo les llevó a comprobar que, de nuevo, el rehén era conducido a otro vehículo.
A raíz de esta maniobra, los investigadores iniciaron un seguimiento del coche mientras circulaba por la autovía A7 en dirección Málaga. “Buscamos un sitio seguro para interceptarlos”, precisa el jefe policial. La escena culminó con efectivos armados cortando el paso del coche en el que llevaban secuestrado al hombre. Entonces, hicieron bajar a los captores de un Honda, con las manos en la cabeza, y los detuvieron en el arcén. El rehén había sido liberado en un rescate de película.
“Nunca revelarán el verdadero origen de la deuda”
En su declaración policial, los presuntos secuestradores argumentaban que la deuda de 30.000 euros que reclamaban estaba relacionada con la venta de un coche. Pero la Policía Nacional cree que, en realidad, se corresponde con una transacción de droga. “Nunca van a revelar el verdadero origen de la deuda. Nuestra tesis es que tiene que ver con el tráfico de drogas; puede tratarse de hachís”, afirma el inspector jefe del Grupo I de Crimen Organizado de la Unidad de Delincuencia y Crimen Organizado (Udyco). Una vez rescatado, el hombre agradeció a los agentes su actuación. Los cuatro supuestos secuestradores fueron detenidos por la presunta comisión de los delitos de secuestro, pertenencia a organización criminal y tenencia ilícita de armas. Pero todos ellos han quedado en libertad provisional, confirmó entonces el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). La juez que ocupó del caso les impuso la obligación de comparecer en el Juzgado los días 1 de cada mes. Además, no podrán salir del país y se les ha retirado el pasaporte. El investigador reconoce la violencia con la que operan las organizaciones criminales de “hoy en día”, aunque se alejan, todavía, de episodios protagonizados por el crimen organizado en países como Francia o Suecia.
También te puede interesar
Lo último