Así era Gracia, la mujer asesinada a tiros por su expareja en Pizarra cuando volvía a casa con su hija
Natural de Álora, tenía 48 años y trabajaba en un puesto del Mercado El Carmen junto a su hijo y una de sus hermanas
Investigan el asesinato a tiros de una mujer en Pizarra, de madrugada y en la calle, a manos de su expareja
Un minuto de silencio en Álora, el pueblo de la mujer asesinada por su expareja en Pizarra
En Pizarra los vecinos la habían acogido como una más. Aunque era natural de Álora, llevaba "muchos años" en el pueblo, prácticamente desde que se casó con el que fuese su marido y padre de sus hijos. En aquel entonces, Gracia C. ni tan siquiera podría imaginar que el hombre que había elegido como compañero le quitaría la vida a tiros, aún incluso separándose de él y en presencia de la hija que compartían, aún menor de edad. "No se lo merecía, era tan guapa, tan prudente. Se desvivía por sus niños y estaba hartica de trabajar. Nadie se merece morir de esa manera, pero una persona así todavía menos", lamenta una mujer que reside a tan solo dos casas de la suya.
Gracia C. había estado en hostelería de camarera y de dependienta en algún supermercado. Ahora, trabajaba con una de sus hermanas y su hijo, de 23 años, en el Mercado El Carmen, en la capital malagueña. Según algunos de sus allegados -con los que ha podido hablar Málaga Hoy-, su puesto servía comidas y allí hacía funciones de cocinera. Este sábado 16 de marzo, cuando terminó su jornada, fue a su casa y estuvo ayudando a su hija (16) con algunas tareas escolares. Después, salieron del domicilio.
Pasada la media noche, poco antes de las 1:00 horas de este domingo, regresaban juntas de vuelta a la vivienda por calle Lealtad. A la altura de una farmacia, a tan solo 50 metros de su casa, se toparon con la persona que les arruinaría la vida en tan solo unos segundos. Hacía al menos diez años que Gracia y Paco se habían separado. Si bien, fuentes cercanas aseguran que la mujer había iniciado recientemente los trámites de divorcio, lo que podría haber desatado la ira del presunto agresor.
Los vecinos más cercanos reconocen que nunca sospecharon que pudiera hacer algo así. Si bien, una de ellas dice ser conocedora de que tuvieron "problemas" con la casa cuando se separaron. "Él se la quería quitar", cuenta. Pero, ella finalmente se quedó con sus hijos y, desde entonces, "a él no se le veía apenas por aquí". A pesar de que el supuesto autor del crimen sí era originario de Pizarra, desde que sus caminos se disgregaron ya no vivía en la localidad y, al parecer, trabajaba en una empresa relacionada con el sector cárnico.
Este sábado se desplazó a Pizarra, concretamente hasta la calle donde residían su expareja y sus hijos. Lo hizo en moto y supuestamente portando dos fusiles de asalto. Los primeros indicios apuntan a que la estuvo esperando y, cuando se encontró con ella, le disparó al menos tres veces. "¡Socorro. Auxilio. Mi madre!", cuentan que escucharon los trabajadores de un bar cercano. Ya habían cerrado el establecimiento, pero seguían en el local terminando de recoger.
El último suspiro de Gracia
Al salir, uno de ellos pensó que había sido un accidente de tráfico. Acompañado de su primo, salió corriendo. Cuando llegó observó a la víctima tendida en el suelo, en un charco de sangre. Asegura que tenía un disparo en el pecho y otro en el costado. "Le daba en la cara y la llamaba para que reaccionara, pero no lo hacía", cuenta. A los pocos segundos, recuerda que "dio un último suspiro y falleció".
Mientras, el hombre se dirigió hacia la calle donde tenía aparcada la moto y, allí, se suicidó con un disparo en la sien. "Al escuchar otra detonación, pensábamos que estaba como loco pegando tiros y le dijimos a la niña que se fuera", explica el testigo, que añade que la menor salió corrieron en dirección contraria.
Los servicios sanitarios no tardaron más de diez minutos en llegar al lugar, pero ya no pudieron hacer nada para salvar la vida de Gracia, tan solo certificar el fallecimiento. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML) de Málaga para que los médicos forenses le practiquen la autopsia, que determinará con más detalle la causa de la muerte; mientras que la Guardia Civil mantiene una investigación abierta para el total esclarecimiento los hechos.
Desde Subdelegación del Gobierno de Málaga informan de que no hay registros de ninguno de los dos en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), lo que indica que no existían denuncias previas por malos tratos contra el presunto autor de su muerte. En este momento, la Delegación contra la Violencia de Género se encuentra recabando datos del asesinato para determinar si se trata, como todo apunta, a un crimen machista.
Consternación en Álora y Pizarra
Tanto Álora como Pizarra se encuentran totalmente conmocionados con el suceso. Durante la mañana de este domingo, en señal de duelo, unas 300 personas han guardado un minuto de silencio frente al Ayuntamiento, que ha decretado tres días de luto. El alcalde del municipio, Francisco Martínez, ha manifestado que "todos tenemos que poner de nuestra parte para que esto no vuelva a ocurrir".
En el municipio donde había hecho su vida también ondean las banderas a media asta y, del mismo modo, se suspenden todas las actividades previstas durante tres días. Este próximo lunes el Consistorio también guardará un minuto de silencio en su memoria y celebrará un pleno extraordinario urgente en señal de repulsa. "Queremos manifestar el amor y cariño que le tenemos a la familia, que nos va a dejar un vacío muy grande", ha expresado el alcalde de Pizarra, Félix Lozano.
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