El narco se recrudece en el sur de España: "Tenemos que aprender a convivir con ello"

El auge del narcotráfico en el campo del Gibraltar y la Costa del Sol aumenta su actividad a pesar de la presión policial. Es la consecuencia de la profesionalización e industrialización de una actividad criminal en una zona "única" en el mundo, la encrucijada entre tres continentes y la puerta de entrada a Europa de los mayores productores de hachís y cocaína: Marruecos y Colombia, respectivamente.

"Esto ha venido para quedarse, tenemos que aprender a convivir con ello", afirma el teniente general de la Guardia Civil, Manuel Llamas. "Eso no significa tolerarlo, pero sí no negar la realidad", dice este malagueño también recientemente nombrado por el ministro del Interior, Fernando Grade-Marlaska, como director adjunto operativo de este cuerpo.

"No vamos a acabar con él porque la naturaleza humana es la que es", argumenta, y la capacidad de producción también: la profesionalización implica nuevos métodos y una estructura logística que se ha dispersado por todas las provincias andaluzas.

"Esto se va a hinchar porque sus beneficios son absolutamente imposibles de competir con la economía ordinaria", afirma. En este sentido Llamas hace referencia a los "servicios auxiliares" de esta industria criminal que encuentra en la población empobrecida trabajadores que observan una mayor rentabilidad en la tarea que le proponen los narcos a la de cualquier otra actividad.

La Guardia Civil incauta un 40% más de droga

Todo a pesar del incremento de la actividad policial en los últimos seis años, cuando entró en marcha el Plan Carteia con el objetivo de "recuperar el principio de autoridad" en el sur de España. Después de 119 millones de euros de inversión, la Guardia Civil, en coordinación con otros cuerpos del Estado, ha incautado hasta la fecha 1.392 toneladas de hachís y 63 toneladas de cocaína.

Y ha procedido a más del doble de detenciones que durante los seis años anteriores (2013-2018). En concreto, las 1.785 operaciones que se han llevado a cabo se han saldado con 17.036 detenidos en Andalucía y Ceuta. De ellos, 1.121 estaban relacionados con el blanqueo de capitales que, a pesar del escaso número de operaciones que acumula (203) protagonizan casi la mitad del impacto económico.

El guadalquivir es el canal preferido

En concreto, este suma 392 millones de euros, de los cuales 185 han sido incautados en operaciones contra el blanqueo de capitales en el narcotráfico. "Hablamos de una industria transnacional en la que se hacen pagos a través de empresas pantallas con grandes movimientos de dinero", recuerda Andros Lozano, periodista especializado en el narcotráfico.

Las incautaciones de los últimos años también se han saldado con más de un millón de litros de combustible, 3.885 coches y 1.422 lanchas. Muchas de ellas han sido incautadas en el caudal del Guadalquivir, una de las entradas más usadas para este uso criminal. "En el Guadalquivir una organización pone las lanchas; otra, almacenamiento; otra, triuplantes, y otra, robar coches", explica Lozano sobre la profesionalización del narcotráfico en el sur de España.

España no es el principal punto de entrada

Lozano y Llamas, junto al fiscal antidroga de Málaga, Alfredo Blanes, han protagonizando una ponencia en la Universidad de Málaga relacionada con del narcotráfico en el sur de España, donde el aumento de la actividad no se ha traducido en un incremento de entrada de droga a Europa. Al menos, de cocaína.

Según el último informe de la UNODC (Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en sus siglas en inglés), desde la creación del Plan Carteia, se ha frenado tendencia alcista de entrada de esta droga a través de España en detrimento de otra localizaciones cuyo crecimiento ha sido exponencial como Bélgica, PaísesBajos o Italia.

Nuevo buque oceánico

Una actuación policial ante "organizaciones que tienen mucho más prespupuesto que cualquier ministerio del Interio de toda Europa", refleja Llamas. De momento, la inversión española prevé la incorporación de 690 nuevas vacantes en el último trimestre del año para combatir contra el narcotráfico.

La apuesta monetaria también incluye la renovación de cuatro barcos para ampliar más despliegue en el litoral en torno al Estrecho y la sustitución del buque oceánicoRío Miño por el Ahumada, que se botará en septiembre. Desde la puesta en marcha del Plan Cartaia también se han incorporado, según el teniente general, tres barcos de altura, 16 patrulleras medias y otras cinco de alta velocidad "a la que se incorporarán otras tres".

Todo para combatir la realidad con la que la sociedad malagueña y andaluza debe convivir. "Trabajaremos para combatir con todos nuestros medios y más, pero es evidente que a veces una medicina no le funciona a un médico y tenemos que convivir con esa realidad", insiste Llamas sobre un problema ya desplegado por toda Andalucía.