Los negocios más afectados por la DANA en Benamargosa ven la luz al final del túnel

El pub de Pablo espera estár listo en unos días y el bar de Anaís fija la fecha para mediados de enero

Trabajo sin descanso en Benamargosa para volver a la normalidad: "Mañana, tarde y noche para intentar llegar a Navidad"

Dueños de los negocios
Dueños de los negocios / Ignacio Martín

Benamargosa/Los dueños de los locales de Benamargosa más afectados por la DANA del 13 de noviembre ven la luz al final del túnel, aunque para ello han tenido que trabajar "mañana, tarde y noche" para agilizar los plazos. Más de un mes después, el reabrir empieza a ser más "una necesidad" que las ganas de volver a la normalidad y a la rutina. El bar de Anaís sigue reformándose, aún le falta varias semanas, según confirma su propio dueño, Ángel Ruiz. Mientras, el pub de Pablo Pascual consiguió dar las uvas a los vecinos.

En Benamargosa se hace vida normal desde hace semanas. Todos los negocios, a excepción de los más cercanos al río, abrieron al público y celebran unas navidades normales. Así, el panorama es diferente calle abajo. El bar Anaís y el pub siguen sin salir del 13 de noviembre. Los dueños no sabían en su momento que la lluvia de tan solo unas horas les daría trabajo para dos meses, y les costaría miles y miles de euros.

La situación de ambos locales es similar, los dos han sido reformados, pero su clientela es diferente. Por ello, Pablo Pascual trabajó "mañana, tarde y noche" para que los vecinos pudieran ir a bailar a su local el 31 de diciembre. Sin embargo, Ruiz y Anaís esperarán hasta mediados o finales de enero "porque tampoco tenemos más remedio, ni podemos abrir sin presentar el bar totalmente listo".

"No puedo esperar más"

"El pub no puede estar totalmente listo para el 31, es imposible, pero como aquí vienen jóvenes y no está tan enfocado en comida, creo que puedo hacer una presentación medio aceptable, y ya para enero quiero abrir con total normalidad", explica Pascual. La fecha era "casi una obligación" para el joven. Principalmente, porque ha pedido dos préstamos y ya no puede esperar más: "Es que o abro en Nochevieja o me tienen que llevar preso, porque me quedo sin sustento económico", decía el dueño del pub, aunque admite que "la situación es muy delicada".

El propietario del pub aún recuerda cuando tuvo que entrar "casi nadando" a su local para expulsar el agua. Aunque por suerte para él, varias mesas y sillas se consiguieron salvar. Tras el fatídico día, tuvo que renovar prácticamente todo el bar, y espera "no tener que levantar la solería, veremos, porque no para de salir humedad", añade.

El joven ha trabajado desde entonces de lunes a domingo para poder reabrir lo más pronto posible: "De lunes a viernes, mañana, tarde y noche estoy aquí. No miro el móvil, o contesto por la noche, no me queda otra", expresa Pascual. En este tiempo, no solo ha trabajado él, también ha contado con ayuda voluntaria y profesional, pero "los albañiles también tienen que comer y hay que pagarles, y más si trabajan los findes de semana", precisa el emprendedor.

Esta situación provoca que Pascual haya tenido que invertir miles de euros para renovar su bar: "Esa es la cuestión, unos días puedes estar así, pero un mes y medio pagando sin generar nada no", aclara. En su caso, los sábados y domingo trabaja como DJ, "pero ese dinero va también para el mismo sitio, para reformar el pub", añade.

"El restaurante ya parece otra cosa"

A tan solo unos metros de Pascual, se sitúa el bar de Anaís. En este caso, se trata de un restaurante especializado en comida, por lo que "no podemos abrir de prisa", comenta Ruiz. El local tuvo que ser renovado prácticamente entero, incluso han cambiado la solería. Los propietarios no tuvieron la misma suerte que Pascual, tras la riada no quedó ningún mueble ni objeto válido.

Después de un mes, las obras alcanzan la recta final, aunque ahora Ruiz y Anaís tienen otro problema: "No podemos correr más por mucho que queramos, pedimos las puertas y nos ha pillado el toro, ahora tenemos que esperar a que pasen las fiestas. Además, tampoco creo que tuviéramos listo el local para antes", valoran los propietarios.

A día de hoy, la pareja sigue limpiando barro y pintando las instalaciones: "Aún no podemos acceder al sótano por la humedad, ni podemos finalizar algunas tareas", añade el propietario mientras perfila la puerta. Ruiz admite que con todo esto "parece un bar nuevo, hemos cambiado hasta el sistema eléctrico", incluso ha aprovechado para reformar un almacén.

Respecto a los daños, ni Ruiz ni Pascual se atreven a echar números, pero sí aseguran que los costes son de miles y miles de euros y que "de momento, no hemos recibido ninguna ayuda económica".

Calle en obras que da acceso a los bares
Calle en obras que da acceso a los bares / Ignacio Martín

Una calle en obras que separa la vida normal

Al problema del barro, los números y al paso de los días, los propietarios también tienen otra cuestión que no pueden solucionar ellos, pero que sí les repercute. Es la calle de acceso en obras, gravemente afectada por la DANA. "Va a llegar el momento que abramos y tengan que venir los clientes por una calle en obras", añade Ruiz, que "cansado de entrar con tierra al local" decidió echar chinos por su cuenta.

Respecto a este problema, ambos coinciden en que afecta más al bar de Anaís que al pub de Pablo, "una familia no querrá pasar por una calle en obras para cenar, pero a los jóvenes esto les da igual para tomarse unas copas", opinan ambos propietarios.

Por su parte, el alcalde de Benamargosa, Salvador Arcas, ha explicado a este periódico que las obras de esta calle "se reanudarán en enero" y ha aclarado que tienen que resolver "cuestiones burocráticas" sobre el presupuesto y la actuación en sí.

Zona del río Benamargosa un mes y medio después de la DANA
Zona del río Benamargosa un mes y medio después de la DANA / Ignacio Martín

13 de noviembre, el fatídico día

El 13 de noviembre, las lluvias torrenciales causaron daños severos a la Axarquía, especialmente a Benamargosa y a Comares. Por la mañana, ambos municipios registraron una elevada cantidad de litros, pero fue por la tarde, una vez se desbordó el río Cueva en Comares cuando se inició un efecto cadena. El agua llegó a Benamargosa y provocó el desbordamiento del río, provocando la inundación en el pueblo. Según el alcalde de Comares, José Miguel Ruiz, en el municipio se registraron 280 litros por metro cuadrado en apenas 12 horas.

Tras esto, durante los días posteriores llegó una ola de solidaridad para limpiar Benamargosa. Cientos de voluntarios acudieron a la zona afectada y facilitaron la vuelta a la vida normal. Esto ocurrió unas semanas después, a excepción de los locales mencionados.

Así, a día de hoy, casi toda Benamargosa celebra una Navidad con normalidad, mientras Pascual y Ruiz trabajan para empezar 2025 de "la mejor manera" y volver a la normalidad casi dos meses después de la DANA. Una normalidad separada por una calle en obras que la riada bañó en fango.

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