Una nueva tormenta descarga en la Sierra de las Nieves, con 60 litros en Tolox y más de 40 en Yunquera

Cuando Meteorología confiaba hace unos días en que "lo peor en Málaga ya había pasado", descartaba otro episodio de consecuencias devastadoras como el que se había registrado poco antes en la provincia de Málaga. Los modelos de predicción reflejaban que seguiría lloviendo, pero la intensidad con la que lo ha hecho esta noche ha sorprendido de nuevo. Solo unas horas después de que pudieran ser suspendidas todas las alertas por riesgo de precipitaciones fuertes, durante la madrugada, el Centro Meteorológico vio necesario reactivar el aviso amarilo hasta las 8 de la mañana por riesgo de tormenta. Afectaba a las zonas de Ronda, Costa del Sol y comarca del Guadalhorce. Y no era para menos. Una tromba, aunque de intensa duración, descargó con fuerza sobre todo en localidades del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, como es el caso de Las Golondrinas, en Tolox, el municipio situado en la zona más elevada del parque. Allí, las precipitaciones dejaron 57 litros por metro cuadrado en apenas una hora. Yunquera, por su parte, acumuló más de 40. La previsión es que siga cayendo agua, al menos hasta las 6 de la tarde, cuando la probabilidad ya se desvanece.

El embalse de Casasola, en Almogía, donde se han recogido 32,2 litros, ha sido el más beneficiado por las últimas lluvias de esta noche. Le sigue el de Conde de Guadalhorce, aunque apenas se han contabilizado 13 litros. El resto de presas casi no se han mojado. Las precipitaciones han pasado prácticamente inadvertidas.

Un tren AVE descarrilado en Álora, fincas anegadas, coches arrastrados por la corriente del río Guadalhorce -desbordado-, varios vecinos de Cártama rescatados por helicópteros de la Guardia Civil, tras ponerse a salvo en los tejados de sus viviendas... el paisaje que en muchos puntos del Valle del Guadalhorce dejó el paso de la Dana era desolador.

El agua siempre busca su salida. Lo dicen los expertos –y los abuelos–, y es así. Y las intensas lluvias que a principios de semana golpearon a Málaga, cebándose especialmente con localidades del Valle del Guadalhorce como Álora o Cártama, ponen de relieve la fragilidad de una provincia en la que, cada cierto tiempo, una tromba de agua acaba desbordando ríos y arroyos cuyas crecidas se llevan por delante todo lo que encuentran a su paso. La fuerte tormenta del pasado martes, que activó el nivel rojo, lo volvió a hacer. Desbordó el río Guadalhorce en varios puntos, y el resultado fueron coches arrastrados por la corriente, viviendas y fincas anegadas, casi un centenar de personas rescatadas, un fallecido y tres heridos. La historia demuestra que este es un punto crítico en la provincia, pero según los estudios de planificación, no es el único. De hecho, los datos oficiales de la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación de las Cuencas Mediterráneas, señalan cerca de noventa zonas en peligro en la provincia de Málaga.

En concreto, son 89 las áreas en riesdo de sufrir anegaciones por el desbordamiento o crecidas de ríos y arroyos en Málaga. Pero la cifra es aún mayor si se añaden los otros 21 puntos donde el peligro es de origen costero. las que la amenaza existe por el riesgo de desbordamiento o crecidas de ríos o arroyos, pero es aún mayor si se añaden las áreas donde el peligro es de origen costero, derivadas del incremento de la cota del mar y la consiguiente propagación aguas adentro, en temporales marítimos. En total, hay 110 puntos negros de un extremo a otro de la provincia.