Multa de 1.500 euros por orinar en la playa: las restricciones veraniegas en la provincia de Málaga

Marbella o la propia capital contemplan este tipo de sanciones en sus ordenanzas municipales

La regulación del litoral es extensa: hasta penas de cárcel por hacer 'topless' en Brasil

Estas son las mejores playas de Benalmádena

Playa de la Malagueta.
Playa de la Malagueta. / Javier Albiñana

Escuchar música con altavoces en la arena, hacer pis en el mar o guardar esa concha encontrada en la orilla podrían hacer de un tranquilo día de playa un mal recuerdo de las vacaciones. Preservar el litoral, en especial en la temporada de verano –cuando millones de turistas abarrotan las costas– es el objetivo de las regulaciones, y las sanciones, que imponen las distintas administraciones.

Orinar en la playa es a la vez tanto uno de los hábitos más comunes como una de las sanciones más encontradas en los reglamentos municipales, donde las multas por esta acción pueden ascender a un importe de hasta 1.500 euros. Es el caso de destinos como Marbella, uno de los principales atractivos españoles para el turismo extranjero en la Costa del Sol y cuya controversia ha saltado hasta a medios internacionales.

La ordenanza que regula el uso de las playas es extensa, pero lo que ha generado esta atención mediática es que la multa se aplicará por "la evacuación fisiológica en el mar y la playa", es decir, hacer pis en la playa. Una regulación que también contempla la ordenanza de la capital. El artículo 16 de la norma municipal que regula el uso de las playas prevé sanciones de hasta 300 euros por este tipo de hábitos.

También prohíbe otra acción comun: el uso de altavoces en las playas. Una normativa extendida en las zonas costeras del sur de España y por la que se exige a los bañistas escuchar sus temas favoritos del verano a través de unos auriculares si no quieren escuchar la peor de las consecuencias: multa de hasta 300 euros. Acampar o jugar en la orilla son otras de las restricciones que prevén las ordenanzas municipales del litoral malagueño.

Otros ejemplos nacionales e internacionales

En la costa gallega de Nigrán (Pontevedra) las multas pueden llegar hasta los 200.000 euros para quienes se salten la prohibición de hacer agujeros en el arenal y la policía utiliza drones para asegurarse de que se cumplen las normas. En Canarias y Baleares los turistas deben saber que guardarse en el bolsillo una concha para llevárselo a casa puede costarles hasta 3.000 euros. Elegir un imán como recuerdo es quizá una mejor idea.

Esto también sucede en México, donde la arena de las playas es un reclamo turístico por sus tonalidades y la ley obliga a pagar por su extracción, aunque a precios más que razonables para comprar un recuerdo de las vacaciones. Si optas por organizar un torneo de voley playa o demostrar tus habilidades con las palas prepárate para una multa de hasta 700 euros. Tal vez sea más sensato llevar un buen libro, al menos no te cobrarán por leer.

Cárcel en Brasil por hacer 'topless'

Por otro lado, en España cada vez son más las mujeres que quieren tomar el sol sin la parte superior del bikini, una práctica conocida como topless, pero en América del Sur no es lo más común. Uruguay y Cuba son los únicos países donde esta práctica está aceptada. En Cuba, es un pasatiempo playero aceptado en toda la isla, y en Uruguay, aunque no hay una ley específica al respecto, está permitido.

En Brasil, hacer topless podría acabar llevándote de vacaciones a la cárcel por hasta un año o con una multa que te hará pensar dos veces antes de quitarse el bikini. En Argentina, el 'topless' ni se menciona en las leyes, y en Perú, podrías encontrarte con un mal comentario de la policía si decides hacerte el bronceado completo. En Chile, hacer topless no es delito, pero podría vaciarte la cartera con una multa. Lo mismo ocurre en Colombia y en algunas zonas de México.

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