Más de cien litros, inundaciones y pantanos por encima de los 300 hectómetros cúbicos: balance de la borrasca 'Laurence' en Málaga

La borrasca Laurence ha imprimido este martes una huella que tardará en borrarse en municipios como Málaga capital (Campanillas), Álora, Cártama, Almogía, Marbella, Jimera de Líbar y Genalguacil, entre otros, tras generar cuantiosos destrozos y obligar a desalojar y rescatar a vecinos. Todo, apenas unos meses después de que dos danas azotaran con gran fuerza prácticamente las mismas zonas los pasados meses de octubre y noviembre. Con una alerta naranja activada desde el domingo para esta jornada, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya presagiaba que este frente atlántico penetraría con fuerza en la provincia, pudiendo dejar acumulados de hasta 80 litros por metro cuadrado en 12 horas en casi todo el territorio, a excepción de la comarca de Antequera.

Unas cifras que, según los datos de la red Hidrosur, incluso se han superado en el intervalo de las últimas 24 horas en puntos como Casarabonela (114,1), la presa de Guadalmansa, en Benahavís (94,3) o los Reales, en Mijas (83,5) y se ha quedado a las puertas en Coín (70,9), Torrox (69,6) o Cártama, en el cauce del río Guadalhorce (60,8); lo que da buena cuanta de hasta qué punto han estado repartidas estas lluvias, que también han venido acompañada de fuertes vientos, que han dejado una racha máxima de 87 kilómetros por hora en la estación meteorológica del aeropuerto de Málaga. Los embalses, por su parte, superan tras estos aportes el 51% de su capacidad y ya han superado la frontera de los 317 hectómetros cúbicos.

En el plano de las precipitaciones, el punto que más preocupaba era el distrito de Campanillas, puesto que la presa de Casasola, que regula el caudal del río que pasa por esta población, se encuentra desde hace unos días por encima del 100% de su capacidad. Una cantidad a la que ha llegado tras los numerosísimos aportes hídricos de estas semanas en las que no ha parado de llover sobre mojado, obligando a esta infraestructura a ir vertiendo al cauce el excendente por los aliviaderos al encontrarse taponados los desagües de fondo.

De todo esto informó este lunes por la noche el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz, que anunció que se había procedido a desalojar un total de 368 viviendas cercanas al cauce en Santa Águeda, Santa Amalia, La Isla, La Perla y La Hacienda, poniendo como alternativa a los vecinos el pabellón polideportivo de Ciudad Jardín y, posteriormente, las instalaciones del Seminario dado el escaso número de personas que eligieron esta opción.

Finalmente, este martes, tras una noche de intensas precipitaciones, el río Campanillas acabó desbordándose a su paso por el distrito, convirtiendo las calles en verdaderos ríos y obligando a los vecinos y los efectivos desplegados a ponerse manos a la obra para recobrar la normalidad. La incidencia más destacada, aparte de los múltiples garajes y las plantas bajas que quedaron anegadas, fue el rescate de una mujer que había quedado atrapada en su vehículo en la calle Fedra a cargo de la Policía Local. Igualmente, se suspendieron las clases en dos centros educativos. Los vecinos desalojados (a excepción de los de La Isla) pudieron regresar a sus casas a primera hora de la tarde, tras decaer los avisos meteorológicos y mejorar la hidrología.

Más complicada, si cabe, ha sido la situación en Álora y Cártama, donde el río Guadalhorce volvió a desbordarse marcando, además, un nuevo récord histórico de altura, muy cerca de los cinco metros y medio. También en estas localidades la noche y la mañana fueron intensas para los efectivos policiales y los Bomberos, que tuvieron que rescatar a media docena de vecinos en la pedanía cartameña de Doña Ana, y donde tampoco hubo clases en ocho centros educativos. No fueron los únicos, puesto que la subida del río también sorprendió a los animales de, entre otros puntos, el refugio de Galgos de Cártama, de donde fueron rescatados tanto los voluntarios que se acercaron a atender a los perros pasadas las cinco de la mañana como 16 galgos y podencos que había en el lugar. En Álora, los problemas de suministro de agua corriente han vuelto a reproducirse al quedar afectado el pozo de la barriada El Puente, como alternativa, se ha dispuesto el agua de la red del pueblo, sin embargo, advierten fuentes municipales, no es apta para consumo humano.

Entretanto, en Almogía, una de las zonas más castigadas por las danas de 2024, la tromba de agua causó destrozos en gran parte del término municipal, dejó incomunicados a numerosos vecinos que viven en pedanías, provocó inundaciones en sótanos y en primeras plantas, y destrozó los cimientos de una vivienda. Algo que preocupa al Ejecutivo municipal, según aseguró a este periódico la alcaldesa, Toñi García. "La DANA del 29 de octubre causó severos daños en la casa de dos familias que viven aquí. Los cimientos quedaron muy afectados, el muro es de escollera. El escenario ha empeorado y con la próxima borrasca es muy posible que desaparezca completamente la casa. Necesitamos soluciones ya", aseguró para, a renglón seguido, añadir que están "desesperados".

En Marbella, un total de ocho viviendas fueron desalojadas en la madrugada en la zona de Cortijo Blanco, en San Pedro Alcántara, a causa de la crecida de la desembocadura del río Guadaiza provocada por el desagüe de las presas de Guadalmina, Guadalmansa y Guadaiza, según la alcaldesa, Ángeles Muñoz. En Jimera de Líbar el Ayuntamiento ordenó de madrugada el desalojo de las viviendas situadas en la ribera del río Guadiaro a su paso por la pedanía de La Estación, situada junto al cauce. El personal municipal lanzó avisos por megafonía con vehículos ante la crecida que estaba experimentando; además, también se procedió a visitar cada una de las casas para avisar a los vecinos de la situación. "Si llega a seguir lloviendo hubiese entrado a las viviendas", señaló el alcalde de la localidad, Francisco Lobo. Y es que el agua se ha quedado, literalmente, a las puertas. Eso sí, el desborde afectó a algunas zonas de recreo y merenderos situados en la zona y que quedaron completamente anegados.

Mientras tanto, río abajo, en la Estación de Cortes de la Frontera el cauce también se quedó al "límite". En este caso, según explicó el regidor, José Antonio Zuera, no ha sido necesario el realizar desalojos. "Estamos vigilando". Por su parte, en Villanueva del Rosario el Guadalhorce también se ha desbordado en su cabecera. "El acceso a través del Puente del Tejar ha sido cortado por parte de Policía Local, ya que su tránsito se hace prácticamente imposible", informó el Consistorio. Idéntica situación experimentaron en la pedanía Huertos del Río, en Archidona, donde el Guadalhorce se salió de su cauce en uno de sus tramos, aunque sin causar daños a las viviendas, según fuentes municipales.

En Genalguacil, una veintena de familias ha quedado incomunicadas tras las crecidas de los ríos Genal y Almarchal. Además, también hay vecinos que no pueden acceder a sus propiedades por esta misma circunstancia. Una de las zonas más afectadas es el conocido como camino de Alharia que se encuentra cortado por la crecida del citado río Almarchal, que está impidiendo que los vecinos puedan entrar o salir de sus viviendas. No obstante, desde el Consistorio han asegurado que todos se encuentran bien a la espera de que disminuya el nivel de los cauces. En Antequera, aunque quedaban fuera del aviso naranja por fuertes precipitaciones, los servicios de emergencias han procedido al desalojo preventivo de los vecinos más próximos al cauce del río Guadalhorce a su paso por Bobadilla.

En La Axarquía, los municipios más damnificados han sido Cútar, Almáchar, El Borge y Comares, aunque de forma indirecta, tras romperse, de nuevo, la tubería que les sumistra el agua por la crecida del río Benamargosa. Según Axaragua, todavía "no se puede saber el alcance de los destrozos", pero sí confirman que las cuatro localidades, que suman conjuntamente cerca de unos 5.000 habitantes, estarán "varios días sin suministro".