Una plaga de avispón desencadena una crisis ambiental en Málaga: 30.000 colmenas afectadas en una situación “insostenible”

Esta especie oriental mata a las abejas con la consecuente disminución en la producción de miel

También caza otro tipo de pequeños ejemplares por lo que deja sin alimento a las aves insectívoras

Una plaga de langostas, grillos y saltamontes amenaza la cosecha en Coín, Alozaina y Casarabonela

Avispones orientales sobre una colmena.
Avispones orientales sobre una colmena. / M.H.

Algo más de un mes después de que se conociese que una plaga de langostas, grillos y saltamontes mermó la cosecha en Coín, Alozaina y Casarabonela, otra nueva invasión amenaza no solo al campo malagueño sino al ecosistema natural en su conjunto. El avispón oriental ha tomado el control en Málaga y ya afecta a más de 30.000 colmenas en la provincia.

La plaga está mermando especialmente la producción de miel de varios municipios del Valle del Guadalhorce, como Coín, Alhaurín o Álora, y afectando a apicultores con explotaciones desde el Valle del Genal a la costa del entorno de Estepona. "Está destrozando las colmenas", apunta Antonio Vázquez, responsable de apicultura de Coag Andalucía.

Esta especie mata a las abejas con la consecuente disminución en la producción de miel. Sobre todo lo hace ahora en verano, cuando necesita de aporte proteico procedente de estos y otros animales. "Caza todo tipo de insectos por lo que también deja sin alimento a las aves insectívoras", explica a este periódico Vázquez. "Es un depredador de todos los insectos que se interponen a su paso", dice en relación a la magnitud del asunto.

De las zonas urbanas al medio rural

Se trata de una especie que se adapta muy bien a la temperatura del sur de Andalucía. De hecho, localizaciones como Turquía, Chipre o Grecia son sus estancias originarias. "Crece sin control", afirma Vázquez, quien recuerda que este tipo de avispón –todavía no catalogado como especie invasora– ya se deja ver por Andalucía desde hace tres años.

Los avistamientos en los últimos meses se concentraban en las zonas urbanas –de hecho, este mismo jueves los bomberos tuvieron que intervenir para desalojar una colmena de avispón oriental en un edificio de Ciudad Jardín–, pero la presión sobre el medio rural comenzó el verano pasado. "Este año es insostenible", asegura el responsable de apicultura de Coag Andalucía que cuenta con una explotación afectada en Álora.

"El avispón acaba matando la colmena entera", explica Vázquez, quien asegura que muchas explotaciones no podrán hacer frente a la merma de unidades de cara al próximo otoño e invierno. Un problema añadido a los que ya venían arrastrando con una pérdida de producción de miel –y la consecuente reducción en la facturación– provocada por la sequía.

La agricultura, también afectada

Es en el periodo estival cuando el avispón oriental alimenta a sus larvas con la proteína que obtiene de la cacería de insectos, pero no solo la apicultura es la actividad afectada. La especie que trae de cabeza a estos profesionales también necesita de azúcar durante otros periodos del año. Carbohidrato que obtiene de frutos de la misma zona –como la uva–, cuyos picotazos deja la producción sin valor comercial.

"Esto va más allá porque los nidos que hacen no son en los árboles, sino en el suelo, por lo que resulta peligroso también para senderistas, cazadores o gente que pase por el campo", alerta la misma fuente, quien puntualiza que no es solo un problema de la apicultura, sino también "social y medioambiental".

Esa ubicación de sus nidos –cerca de los núcleos urbanos y a ras de suelo– hace más problemática a esta avispa para toda la sociedad. Al tocar los nidos se pueden producir ataques múltiples, con riesgo de desenlaces fatales. Su picadura es muy dolorosa y puede causar cuadros alérgicos.

Medidas urgentes ante el rápido avance

Una situación que no tiene previsión que se solucione. Al menos, en el corto plazo. "Así seguirán hasta otoño si no se le pone freno de una manera contundente", expone Vázquez, quien denuncia que la Delegación de Medio Ambiente de Málaga no les autorizó a principios de año para colocar trampas contra esta especie que todavía no se ha catalogado como invasora.

La asociación agrícola ya ha solicitado otra reunión con la Junta de Andalucía para abordar esta problemática para la que, admiten, van tarde. Las medidas "urgentes" que plantean los apicultores malagueños llegados a este punto son, entre otras, la "localización y destrucción de nidos, monitorización o estudios sobre sus hábitos".

La operación, según Coag, es de vital importancia puesto que "esta especie invasora crece sin control allá donde se le deje la puerta abierta". La puerta andaluza fue gaditana. Se estima que fue por la vertiente oeste andaluza donde se observó por primera vez al avispón oriental y que –"podemos afirmar sin miedo a equivocarnos"–, entró por un carguero.

Y desde allí, se está expandiendo a "gran velocidad" por Málaga y Sevilla, y ya se están encontrando los primeros ejemplares en Huelva, Córdoba y Jaén en su avance hacia el este andaluz. "Y el año que viene estará en toda Andalucía. Como no se tomen medidas, esto va a ser un antes y un después en la apicultura andaluza porque es insostenible", sentencia Vázquez.

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