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Cuando listamos todas las playas de Vélez-Málaga ya lo decíamos: la playa de Algarrobo, como si fuera el litoral reclamado por un jubilado que ha salido de casa al alba para clavar su sombrilla y afianzar su nevera como una suerte de torre defensiva, se cuela en el mapa costero de la localidad veleña como el extraño resultado de un error a la hora de imprimir el mapa político de la provincia de Málaga.
Pero ni mucho menos éste es el caso, por lo que no podíamos dejarnos fuera del repaso de todas las playas malagueñas con el que desde hace semanas venimos desmenuzando el litoral malagueño, esta calita con solera que encontramos entre las playas de Mezquitilla y de Caleta de Vélez.
Si bien es cierto que ésta es una modesta lengua de arena de 800 metros de largo y unos 20 metros de anchura media, poder decir que se tiene playa es un orgullo y un fuerte atractivo turístico. Tal y como demuestra el hecho de que Ronda proyecte crear una playa en el cauce del río Guadalevín; como si Ronda no fuera ya suficientemente atractiva por sí sola ¡Cuánta avaricia! ¡Lo quiere todo!
En cualquier caso, si es cierto lo que dicen y el tamaño no importa, el litoral algarrobeño es una gran playa repleta de servicios con un arenal coqueto en el que se entremezclan arena oscura y grava.
Un cuidado paseo marítimo, duchas y aseos públicos, alquiler de tumbonas, hamacas y sombrillas, fáciles accesos tanto en coche como en transporte público, aparcamiento, restaurantes y chiringuitos, equipos de socorrismo y limpieza... Una playa brava cuya calidad no deja lugar a dudas: por algo este año 2019 se ha alzado con uno de los distintivos más prestigiosos: la Bandera Azul que sólo ondea sobre las calas mejor cuidadas.
Además, a la playa de Algarrobo, que al ser una playa urbana y de calidad tiene por norma general una ocupación elevada, se le une un pedacito de la playa de Mezquitilla que comparte con su vecina veleña. De hecho, ambas calas están separas por el río Algarrobo que hace de frontera natural.
Es en esta zona donde encontramos un hito del pasado: la necrópolis de Trayamar, parte de los yacimientos arqueológicos de la desembocadura del río Algarrobo que se corresponden con los asentamientos de Morro de Mezquitilla y Chorreras.
Referencia internacional para el conocimiento de la civilización fenicia, el asentamiento Morro de Mezquitilla es uno los más antiguos en la península ibérica.
Por su parte, Trayamar es una importante necrópolis, destacada entre los cementerios fenicios existentes en el Mediterráneo occidental, y posiblemente sirvió para alojar los restos incinerados de los miembros de la élite y los adinerados comerciantes locales.
Un símbolo que nos recuerda una vez más el vasto y rico legado que se asienta en nuestro litoral. Un pasado que debemos considerar y valorar.
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