Los reclusos que intentaron huir de la prisión de Alhaurín estaban encarcelados por robos en casas habitadas: así se frustró la fuga
Los dos reos resultaron heridos al saltar un muro de tres metros que cuenta con alambres de cuchillas
El sindicato ACAIP recalca que los "fallos en el suministro eléctrico y el incremento de la conflictividad de los internos" pone a prueba la profesionalidad de los funcionarios
Intento de fuga en la prisión de Alhaurín de la Torre: dos internos saltan un muro hacia el exterior
Habían entrado por primera vez en prisión. Son veinteañeros, ambos de origen magrebí, y permanecían encarcelados -todavía de forma preventiva, a la espera de ser juzgados- por su presunta implicación en delitos de robo en casa habitada. Es el perfil de los dos reclusos que este miércoles trataron de escapar del centro penitenciario de Alhaurín de la Torre, saltando, supuestamente, el muro del módulo 9 para acceder al pasillo perimetral y, de esta forma, conseguir escapar al exterior. No lo lograron. La seguridad de la cárcel no se lo puso fácil.
La pared por la que treparon, de unos tres metros de altura y con alambres de cuchillas, es solo la primera de varias medidas que debían sortear. Hasta conseguir fugarse, habrían tenido que superar varios recintos con sistemas electrónicos de detección, cámaras y alarmas. Y ello, ayer, fue precisamente lo que provocó que saltaran las alarmas. Los reclusos fueron detectados y reducidos en cuestión de minutos. Después, ingresaron como castigo en el módulo de aislamiento.
Desde el sindicato de prisiones ACAIP-UGT, al igual que ya lo hizo Tu Abandono Me Puede Mata, han destacado la rápida actuación desarrollada al alimón entre los trabajadores penitenciarios que estaban de servicio y la Guardia Civil, encargada de la vigilancia perimetral. Los reos, han remachado, habían protagonizado una "situación de peligro evidente".
Las comunicaciones fueron suspendidas hasta el recuento extraordinario de reclusos
Eran las 5 de la tarde cuando dos reclusos jóvenes, "aprovechando la falta de personal", en palabras de la organización sindical, consiguieron descolgarse por el primer muro del patio del módulo 9, donde se encontraban alojados. La alarma comenzó a sonar después de tocar los peligrosos alambres para repeler a aquellos que se proponen huir de la prisión. Entonces se desplegó un amplio dispositivo y todos los funcionarios se dispusieron a cubrir las zonas exteriores para frustrar la evasión. Una vez fuern detectados los prófugos, se activaron los protocolos habituales de seguridad en estos casos. Las actividades y todas las comunicaciones quedaron suspendias hasta que culminó el recuento extraordinario de la población reclusa, llevando a cabo "las averiguaciones oportunas sobre lo sucedido", precisan desde ACAIP-UGT.
El sindicato de trabajadores ha subayado "el difícil trabajo de los funcionarios de prisiones en el centro, con una escasez endémica de personal y el continuo ingreso de internos que, por su historial delictivo y su peligrosidad, deberían ser trasladados a prisiones con mayores medidas de protección".
Fallos en el suministro eléctrico e internos conflictivos, un cóctel explosivo
Asimismo, piden a la secretaría general de Instituciones Penitenciarias "que aborde de forma seria la adecuación de la plantilla de Alhaurín de la Torre así como que reconozca la buena labor de los trabajadores". Además, recalca que los "fallos de suministros básicos (luz y agua) y también el incremento de la conflictividad por el perfil de algunos de los internos del centro han puesto a prueba la profesionalidad de los funcionarios".
Las otras fugas también frustradas
En las prisiones malagueñas se recuerdan otros intentos de fuga que los trabajadores penitenciarios también han tenido que abortar. En el caso del Centro de Inserción Social de Málaga 'Evaristo Martín Nieto', un preso consiguió hace unos meses consumar la evasión. Se fugó tras saltar la valla del aparcamiento, según confirmaron entonces desde Instituciones Penitenciarias. La fuga se produjo hacia las 9 de la mañana del pasado viernes 5 de abril después de que el reo regresara la noche antes "con normalidad" para pernoctar en las instalaciones.
El recluso que, supuestamente, protagonizó los hechos estaba clasificado en régimen de tercer grado. El día de autos estaba previsto que abandonara el centro para acudir a un curso de formación. La salida se suspendió y así se lo comunicó uno de los educadores. Pero el interno no reaccionó como esperaban. La investigación apuntaba, indicaron entonces otras fuentes próximas al caso consultadas por este periódico, a que "aprovechó que los funcionarios encargados de la vigilancia estaban en otras actividades" para subir a un edificio y huir. "No hay ningún medio físico que lo impida. Saltó una cancela de unos 2 metros de alto que da acceso a los vehículos y se marchó", precisaron.
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