"Hay que estar siempre prevenido ante las ilegalidades y no sólo al final"
Duarte defiende su actuación frente al caso Astapa y, tras reunirse ayer con Miguel Ángel Heredia y de acuerdo con el partido, dimite como concejal para alejar la sombra de la sospecha del Ayuntamiento
El secretario provincial del PSOE, Miguel Ángel Heredia, se estrenó ayer en Estepona visitando al nuevo alcalde, David Valadez, y al hasta entonces edil de Urbanismo, Rafael Duarte, imputado en el caso Astapa. El líder de los socialistas malagueños planteó a Duarte la conveniencia de abandonar temporalmente sus responsabilidades hasta que se aclarara su situación procesal, ante lo que Duarte prefirió renunciar a su puesto de concejal. Tras asegurar que Estepona es "una prioridad para el PSOE" y pedir a los vecinos "un margen de confianza" para el nuevo equipo de gobierno, Heredia subrayó la "responsabilidad" demostrada por Duarte, que será sustituido por la número 13 de la candidatura socialista, Yolanda Franco, que es sobrina del presidente del Congreso de los Diputados, José Bono. Por su parte el alcalde aseguró que Duarte "es una referencia para el PSOE".
El aludido aseguró que siempre se ha sentido respaldado por el PSOE e instó a los cuatro ediles socialistas expulsados que conservaron su acta a pesar de su imputación a que renuncien a ella "para aportar un granito de arena a la gobernabilidad y al PSOE".
-En unos días ha pasado de ser el candidato del PSOE a la alcaldía a abandonar la política. ¿Cómo se encuentra?
-Estoy bien. La imputación determinaba, por convicción personal y por los planteamientos del PSOE, abandonar la política. Coincide mi punto de vista con el de mi partido, que, a diferencia de otros como el PP, tiene un código ético que determina la necesidad de primar los intereses personales de defenderse sobre el de desempeñar una actividad política en situación de sospecha que es desagradable y que hay que aclarar en la medida en que repercute en la credibilidad de los ciudadanos en el sistema.
-El alcalde lo señala como un pilar fundamental del PSOE. Con su marcha, ¿en qué situación queda el PSOE local?
-Esto es un varapalo, pero lo mejor es verlo desde el punto de vista positivo. El sistema funciona. Mirando al futuro, el Ayuntamiento se queda en una situación peor que hace dos meses, pero también hay muchas posibilidades de remontar. El PSOE tiene que reciclarse. Ahora tiene la oportunidad de regenerar la estructura local. Además, el Ayuntamiento tiene por delante proyectos muy importantes que abandera el PSOE y por eso es bueno que continúe con la Alcaldía.
-Tanto usted como Valadez se han enfrentado con miembros de la corporación al no compartir su forma de gestionar. ¿Se terminaron las disputas?
-Ahora hay una oportunidad a la acción común, al concierto, más que a la jerarquía. Yo creo que hay una opción renovadora. Va a haber una normalización de las cosas y una objetividad en la gestión del Ayuntamiento que va a repercutir en la gestión pública.
-¿Se va desilusionado?
-No. Me voy muy bien enseñado de la política y de sus riesgos. En la política hay cosas que son apasionantes, en la medida en que puedes tomar decisiones que pueden mejorar la vida de los ciudadanos. Eso es muy gratificante y te llena de vanidad, pero hay otras veces que se viven momentos muy duros. Yo creo que desde que he estado en la política he intentado afrontar las cosas con honestidad pero también con valentía, y eso me ha llevado a estar abocado a tener problemas.
-¿Qué ha sido más difícil, trabajar en Estepona o en la gestora de Marbella?
-La fase de Estepona no ha sido de menor intensidad que la de Marbella. He tenido circunstancias de mucho riesgo en ambas situaciones. El problema es que he terminado con una situación que me afecta a mí personalmente y que es grave.
-A diferencia de otros compañeros de partido, usted se marcha con buenas palabras.
-Los partidos están por encima de las personas en este tipo de situaciones. Los partidos son elementos de nuestra soberanía y hay que contribuir a fortalecerlos. Cuando los debilitamos surgen fenómenos como los del GIL, en los que priman otros intereses sobre los públicos. Lo que siempre he tenido claro en la vida política es que mi persona importa poco al lado de un partido.
-¿En qué situación se queda el urbanismo de Estepona?
-No es fácil la situación que se avecina, llevara yo o no la gestión, a partir de la puesta en marcha de una operación judicial que ha tocado aspectos básicos de la gestión ordinaria del urbanismo. A partir de ahora hay que cambiar algunos criterios. Hay que estar especialmente prevenido hacia la ilegalidad y no hacerlo sólo al final. Donde he estado yo he primado que los resultados sean legales y consecuentes con el interés público, pero hay que velar por que los procedimientos, los propios protocolos, garanticen que los únicos criterios que primen sean los públicos.
-¿Le quedan ganas de seguir en la política o ha salido cansado?
-Cansado de política es difícil porque uno ve que se puede aportar algo. Pero como planteamiento mío está eliminado totalmente. Lo principal ahora son otras cosas. Antes de esto yo ya militaba en la política. Se lleva en los genes.
-¿Qué es lo que más siente de dejar la política en Estepona?
-La pérdida del contacto con muchos de los trabajadores de Infraestructuras y Urbanismo.
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