Siguen los retrasos en la línea Málaga-Sevilla: Más de una hora de espera por "problema con un desvío"

Este verano empieza a ser anormal la semana en la que Renfe no acapara titulares en prensa por retrasos en salidas/llegadas o por cancelaciones de trenes a consecuencia de problemas técnicos, según apuntan prácticamente siempre. Si el pasado domingo ya informaba Málaga Hoy de circunstancias de este tipo y ayer martes se producía otro incidente en la línea Málaga-Sevilla, hoy miércoles vuelve a tener lugar un problema que ha generado que el tren que salía de Santa Justa rumbo a María Zambrano a las 13:10 haya llegado a la capital malagueña una hora más tarde de lo previsto.

En este caso, fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), han señalado que lo sucedido se debe a un "problema con un desvío" relacionado un fallo en la señalización. Eso es lo que ha estado tras ese retraso de más de 60 minutos del Avant que une la capital andaluza con Málaga. Los técnicos de ADIF han resuelto el problema y han conseguido que esa circunstancia no haya afectado a otros trayectos del día.

Algunos pasajeros del tren han explicado a la Agencia EFE que el convoy ha salido con demasiado retraso con respecto a la conexión que deben tomar en Córdoba para viajar a Madrid. Es por ello que salían con temor a perder ese enlace si no llegan a tiempo.

140 pasajeros se quedan en Fuente de Piedra

El domingo pasado tenía lugar uno de los incidentes a los que se hace referencia anteriormente, de los sucesos más recientes relacionados con estos problemas que están alterando las conexiones ferroviarias con Málaga. En concreto ese 18 de agosto un convoy partía de Sevilla a las 8.22 con destino final Málaga. Este tren de Media Distancia circulaba con aparente normalidad hasta que se detectó una avería mecánica y el maquinista decidió hacer parada técnica en Fuente de Piedra. Era esta la última estación hasta la que pudo llegar el convoy que, por ese fallo, tuvo que quedarse estacionado en la localidad malagueña, dejando en el andén a 140 pasajeros.

Para que los viajeros pudieran llegar al destino previsto, la compañía ferroviaria puso al servicio de ellos un servicio de autobuses que incluía las paradas intermedias previstas en un principio. Esta es la práctica habitual de Renfe cuando se producen este tipo de incidentes e imprevistos, para garantizar que los usuarios de sus trenes lleguen al lugar comprometido.