El toro bravo en estado puro

El torero y empresario rondeño Rafael Tejada es el promotor de un parque en el que los visitantes pueden observar cómo viven los animales en libertad

Los visitantes pueden observar a los animales desde cerca.
Los visitantes pueden observar a los animales desde cerca.
Javier Flores Ronda

27 de enero 2013 - 05:01

El toro bravo en estado puro. Esa es la principal imagen que se lleva el visitante después de pasar por Reservatauro, un parque natural dedica do al toro de lidia, su forma de vida y las vinculaciones con la tauromaquia. El proyecto, impulsado por el torero y empresario rondeño Rafael Tejada, pretende ofrecer la imagen que se queda fuera de las plazas de toros y que consideran que es la gran desconocida para buena parte de la sociedad. Una vida en libertad, con los mejores cuidados y no siempre abocada a la muerte en los ruedos, junto con el trabajo de los caballos o los mansos, son algunos de los aspectos que se pueden conocer en este parque natural del toro, como le gusta llamarlo a su creador.

Una finca de unas 200 hectáreas de dehesa de encinar acoge el proyecto se puede realizar un recorrido en el que ver a los animales realizar su vida cotidiana, ya sea pastando entre encinas centenarias o amamantando y protegiendo a sus becerros en las épocas de cría, como es este momento.

El recorrido del visitante se inicia pisando el ruedo de la plaza de tiendas, escenario que se utiliza para dar la explicación introductoria, y que también es uno de los elementos fundamentales de las ganaderías de reses bravas para poner a prueba a sus ejemplares. Desde ese punto se inicia un cómodo recorrido por un camino vallado a ambos lados que discurre por mitad del bosque de encinas que acoge a las manadas de toros en libertad, reacios a acercarse al visitante y desafiantes en la distancia, dispuestos a embestir en cualquier momento, demostrando de este modo esa bravura innata que llevan en su interior. Todo ello mezclado con la tierna estampa de las vacas que amamantan a sus becerros en mitad del campo y se ponen en guardia ante la presencia humana que, con la necesaria paciencia y silencio, tendrá la oportunidad de ver cómo viven estos animales desde cerca y sin ningún tipo de elemento artificial, una vez que confirmen que la presencia del visitante no les supone ningún tipo de amenaza.

Tejada defiende de forma rotunda la forma de vida del toro bravo, cuidado con mimo durante toda su crianza y de forma natural, lejos de los crías masivas que se realizan en granjas de cualquier otro tipo de animal, que en buena parte de los casos no llegan a ver la luz de la calle antes de terminar en un matadero y convertirse en alimento en las estanterías de un supermercado.

Frente a ese tipo de vida, desde Reservatauro promulga el tipo de vida que lleva el toro bravo en el campo, que en el caso de las vacas cumplen la función de madres de cría sin llegar a morir en la plaza, algo que tampoco ocurre en todos los casos de los toros, ya que aquellos que no cumplen con los requisitos que quieren el ganadero van directamente a matadero lo que supone una perdida debido al bajo precio que se paga por la carne de toro bravo en matadero. "Sin el amor que le tenemos a estos animales no sería viable tenerlos y criarlos", explicó Tejada a sus visitantes, mientras se mostró convencido de que este tipo de vida en muchos "más digna" que la gran mayoría de los animales que tienen como destino final el ser sacrificado.

Además, durante el recorrido también se conoce la vida de los caballos y yeguas de la ganadería, un elemento fundamental para poder manejar a los toros dentro de la finca. En este caso es posible llegar a verlas desde pocos centímetros, al tener su zona de alimentación junto al sendero que discurre por la finca. Ya al final, los mansos, haciendo gala de su nombre, se dejan fotografiar también a escasos metros mientras pastan, aunque en este caso sí que sigue existiendo una valla de protección. Ellos son otra parte de la ganadería que no tiene como misión terminar muriendo en el ruedo y que también viven en semilibertad.

De vuelta a las instalaciones, en el interior de una nave, se reciben las últimas nociones, en este caso vinculadas con la tauromaquia, y que ofrecen la oportunidad de conocer al espectacular caballo de picar de la cuadrilla de Tejada que realiza una demostración sobre cómo posicionarse ante la embestida del toro en ese tercio de la lidia. De igual modo, aquellos que lo deseen tiene la oportunidad de tomar capote y muleta y comprobar el peso y las dificultades que tiene su manejo, aunque el toreo parezca que lo hace con gran facilidad en la plaza.

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