Operación contra el tráfico de drogas en Alhaurín el Grande con diez detenidos

Diez personas han sido detenidas en Alhaurín el Grande por tráfico de drogas, y uno de ellos ha ingresado en prisión. La operación, bautizada como 'Domun' y llevada a cabo por agentes de la Guardia Civil, se inició tras conocer que se podía estar vendiendo este tipo de sustancias en varias viviendas de este municipio malagueño.

La barriada de El Bajoncillo era el punto en el que se localizaban dichas viviendas, donde había un "tránsito continuo de consumidores" en estos inmuebles y otras localidades próximas, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado.

Tras las pesquisas se corroboró que en cuatro viviendas se estaba produciendo la venta de droga, principalmente de una mezcla de heroína y cocaína con un alto porcentaje de adulteración, y en otro inmueble había una plantación indoor de marihuana para cuyo mantenimiento se proveían ilegalmente de electricidad.

Los guardias civiles realizaron cinco registros y desarticularon cuatro puntos de venta de droga y una plantación de marihuana. Además se desconectó el enganche ilegal a la red eléctrica.

La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Coín, ha culminado con diez detenidos, ocho de ellos por la comisión de delitos relacionados con el tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico y los otros dos por diferentes requisitorias judiciales que tenían en vigor.

Además, uno de los detenidos ha sido relacionado como supuesto autor de un robo con fuerza cometido en el mismo municipio de Alhaurín el Grande, por lo que tras su identificación se le ha imputado dicho delito. Los detenidos ya ha sido puestos a disposición de la autoridad judicial que ha decretado el prisión de uno de ellos.

Tráfico de drogas en Alhaurín el Grande

La última operación relacionada con el tráfico de drogas que tuvo lugar en Alhaurín el Grande fue el pasado agosto, cuando la Guardia Civil arrestó a dos individuos por ocultar hachís en un trastero para su posterior venta.

La investigación se inició meses antes cuando se tuvo conocimiento de que unos hombres estarían utilizando un trastero y una plaza de aparcamiento en una urbanización de esta localidad malagueña como guardería de droga y de los cuales se desprendía un fuerte olor a hachís.

Tras las gestiones realizadas se comprobó que el alquiler se había realizado a nombre de una vecina de la localidad, con numerosas vinculaciones con el mundo del tráfico de drogas.

Los detenidos, de nacionalidad marroquí, accedían al aparcamiento en vehículos provistos de dobles fondos en los que se transportaba oculta la droga y permanecían en el lugar por un corto espacio de tiempo para descargar el estupefaciente que era almacenado en el trastero hasta su posterior venta.