La tromba de agua causa dos millones de euros en daños en Sierra de Yeguas

Las precipitaciones siguen sin llegar a Málaga con la abundancia necesaria para poder comenzar a hablar del inicio del fin de sequía y los pantanos siguen estando en mínimos históricos. Paradójicamente, en Sierra de Yeguas sus vecinos siguen retirando barro, haciendo balance de daños y en las carreteras siguen teniendo incidencias tras la tromba de agua que dejó 120 litros por metro cuadrado en una sola jornada.

La lluvia y el granizo dejaron el pasado viernes un rastro de destrucción en este municipio situado en los límites de la provincia. Casas, calles, fábricas y cultivos han resultado dañados en diferente medida, estimándose que hay pérdidas por valor de unos 2 millones de euros, según indicó el alcalde del municipio, Miguel Ángel Sánchez.

En concreto, hay alrededor de 25 viviendas que han sufrido diferentes daños a causa de la tromba de agua, y es que muchas de las calles se convirtieron en auténticos ríos. Además, también existen importantes daños en los cultivos, en especial, en aquellas zonas a las que el granizo llegó con más fuerza. En concreto, se estima que unos 17 kilómetros cuadros se encuentran afectados por daños graves en los cultivos con caída de la aceitunas. De igual modo, también hay numerosas incidencias por escorrentías en diferentes fincas.

El acceso al municipio desde Fuente de Piedra sigue completamente lleno de barro, y es que una potente riada inundó más de medio kilómetro y dejó numerosos daños en las viviendas y empresas situadas en este punto de la ciudad.

Allí se ubica la empresa Revelbe, dedicada al espárrago y las setas, y que ha sido una de las grandes afectadas con daños que sus propietarios estiman que se encuentran alrededor de los 180.000 euros, aunque no descartan que sean mayores una vez que se haga el recuento final.

La planta de producción ha sido completamente destruida por la riada que terminó desembocando en sus instalaciones, en las que se produjo una acumulación de agua superior al metro de altura en las zonas más elevadas y que inundó completamente su sótano.

A su paso el agua se llevó maquinaria, vehículos y los productos que se encontraban almacenados en su interior. Los desagües siguen atascados y todavía no han logrado acabar con el barro en el interior de las instalaciones casi cuatro días después de que la riada acabase de golpe con los sueños de sus propietarios.

En sus instalaciones, junto a la zona en la que unos trabajadores hacen un descanso para reponer fuerzas, se amontonan todo tipo de utensilios de la fábrica completamente cubiertos de barro, al igual que la maquinaria que resistió la fuerza del agua y no terminó arrastrada al fondo del sótano.

Mientras tanto, en una de las cámaras frigoríficas, Sebastián Gutiérrez, junto a varios operarios tratan de acabar con el barro que se acumula todavía en la misma. Junto a él EriKa Gutiérrez trata de mantener la calma tras la tragedia sufrida.