'La Pitayera', un ejemplo de liderazgo femenino en una agricultura "dominada por hombres"

La empresa se estableció en un antiguo olivar en Almogía, un terreno que requirió una considerable rehabilitación debido al uso previo de herbicidas

Virginia Valenzuela, dueña del negocio, elabora prácticas sostenibles como la recolección de agua de lluvia, el uso de energía solar y la creación de su propio abono ecológico

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Virginia Valenzuela, dueña de 'La Pitayera'
Virginia Valenzuela, dueña de 'La Pitayera' / La Pitayera

Rincón de la Victoria/Virginia Valenzuela es una mujer de Rincón de la Victoria que ha logrado abrirse camino en un sector tradicionalmente "dominado por hombres": la agricultura. Con formación en ingeniería técnica forestal y agrícola, Valenzuela decidió transformar su pasión y conocimientos en un proyecto innovador y sostenible. Así nació La Pitayera, una empresa dedicada al cultivo de pitaya (o fruta del dragón), liderada por mujeres y comprometida con la sostenibilidad.

Desde su infancia, Virginia tuvo una fuerte conexión con el medio ambiente y la agricultura. Esta pasión la llevó a estudiar ingenierías técnicas en áreas relacionadas, lo que la preparó para enfrentar los desafíos del sector agrícola. Su carrera comenzó en Huelva, trabajando en la conservación de espacios naturales como Doñana. Sin embargo, su vida dio un giro cuando se mudó a Rincón de la Victoria en 2018. A pesar de esta adversidad, Valenzuela decidió comenzar de nuevo y canalizar su energía y conocimientos en un nuevo proyecto: La Pitayera.

La agricultura, especialmente en áreas rurales, ha sido históricamente un bastión de tradición y resistencia al cambio, con prácticas y conocimientos transmitidos de generación en generación, predominantemente entre hombres. Las mujeres, "aunque siempre presentes en las labores agrícolas, han sido relegadas a roles secundarios y rara vez han ocupado posiciones de liderazgo". La ingeniera, consciente de este desafío, se enfrentó a este estereotipo con determinación y resiliencia.

Trabajando como perito agrícola en la Axarquía, Valenzuela notó la desconfianza inicial de los agricultores hacia una mujer joven con formación técnica. "Había una pequeña falta de confianza al principio. Llegar a una finca y decirle a un señor que lleva toda la vida trabajando en la agricultura cómo tiene que hacer las cosas no es fácil, ni siendo hombre, menos aún siendo mujer", comenta. Sin embargo, con paciencia y demostrando su conocimiento y habilidades, logró ganarse el respeto de sus colegas y clientes.

La fundación de La Pitayera fue un paso más allá en su misión de reivindicar el papel de la mujer en la agricultura. Junto con su hermana Laura, decidieron emprender este proyecto con tres pilares fundamentales: cultivar de manera sostenible, producir de manera ecológica, y liderar como mujeres. Aunque Laura proporciona apoyo logístico y administrativo, es Virginia quien está en el campo, manejando las operaciones diarias y asegurando el éxito del proyecto.

La Pitayera se estableció en un antiguo olivar en Almogía, un terreno que requirió una considerable rehabilitación debido al uso previo de herbicidas. Las hermanas se dedicaron a restaurar el suelo, elaborando prácticas agrícolas sostenibles como la recolección de agua de lluvia, el uso de energía solar y la creación de su propio abono ecológico. Estas prácticas no solo benefician al medio ambiente, sino que también demuestran la viabilidad económica de la agricultura sostenible.

El cultivo de la pitaya

Esta fruta tropical tiene floración única que debe ser polinizada manualmente durante la noche, "representa tanto un desafío como una oportunidad". La dueña de la empresa eligió este cultivo debido a sus bajas necesidades de agua y su potencial para ser cultivado de manera ecológica. "La pitaya necesita poca agua y se adapta bien a nuestro clima," explica.

La pitaya, también conocida como fruta del dragón, es rica en nutrientes y tiene numerosas propiedades saludables. Sin embargo, su cultivo requiere una atención meticulosa, especialmente en la polinización nocturna de sus flores, que sólo abren una noche. Este trabajo arduo es manejado por Valenzuela, quien asegura que las frutas sean cosechadas en su punto óptimo de maduración, garantizando su sabor y calidad.

Imagen de los dos tipos de pitayas
Imagen de los dos tipos de pitayas / Virginia Valenzuela

La clientela de La Pitayera se centra en fruterías y en clientes particulares, quienes aprecian el producto y valoran la sostenibilidad y el sabor más puro de esta fruta tropical. Lo que hace que el producto sea aún más auténtico es que, como dice Virginia, la fruta pasa "desde la agrícola a la mesa", evitando así a los intermediarios. Además, como proyecto futuro, se está considerando la exportación de pitaya a Alemania, un mercado con un creciente interés por productos exóticos y saludables. Este paso estratégico, según Valenzuela, podría abrir nuevas oportunidades comerciales y expandir la presencia de la empresa en Europa.

El entusiasmo por el trabajo agrícola es evidente en las palabras de Virginia, quien destaca el orgullo que siente al ver crecer y sostener un proyecto como La Pitayera. Para ella, el éxito radica en la respuesta positiva de los clientes, quienes valoran el sabor y la calidad de la fruta, así como el enfoque en la agricultura ecológica sostenible.

Las palabras de la agricultora reflejan el impacto positivo que el proyecto ha tenido en sus clientes. Ella destaca cómo cada comentario favorable refuerza su convicción en el enfoque sostenible de La Pitayera y su compromiso con la igualdad de género en la agricultura. Para ella, la satisfacción de ver que su fruta deleita a quienes la prueban es la mejor recompensa por su trabajo.

El impacto de la empresa agrícola va más allá de la producción de pitayas. "Es un ejemplo de cómo las mujeres pueden liderar con éxito en sectores dominados por hombres, y cómo la agricultura sostenible puede ser tanto viable como beneficiosa". Según la rinconera, "las mujeres siempre han estado en la agricultura, pero no en roles principales. Queremos cambiar eso, queremos liderar y mostrar que es posible".

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