Rincón de la Victoria da voz a víctimas de la LGTBIfobia: "Mi madre me amenazó de muerte por ser gay"

El 80% de las personas trans se encuentran en situación de desempleo, y en 12 países, ser homosexual está castigado con la pena de muerte

El municipio ha organizado una charla coloquio titulada 'Experiencias en primera persona', destinada a visibilizar las vivencias de las personas vulnerables frente al rechazo social hacia el colectivo

Rincón de la Victoria ofrece una programación especial para la semana del orgullo Lgtbiq+

Charla coloquio 'Experiencias en primera persona' sobre las víctimas de la LGTBIfobia
Charla coloquio 'Experiencias en primera persona' sobre las víctimas de la LGTBIfobia / Gema Rubio Galo

Rincón de la Victoria/El colectivo Lgtbi+ se sigue enfrentando a desafíos alarmantes. Según datos proporcionados por fuentes policiales, el 80% de las personas trans se encuentran en situación de desempleo, y en 12 países, ser homosexual está castigado con la pena de muerte. Como respuesta a esta realidad, Rincón de la Victoria ha decidido dar un paso adelante durante el mes del orgullo con su iniciativa Experiencias en primera persona. Este evento ha reunido a varias personas del colectivo que han compartido sus historias de vulnerabilidad y resistencia frente a la LGTBIfobia.

Uno de los participantes ha sido Jaime, un joven procedente de un pequeño pueblo en Jaén, quien ha relatado su lucha contra el rechazo y la violencia familiar debido a su orientación sexual. Durante los primeros veinte años de su vida, tuvo que soportar una intensa presión que le hizo creer que ser homosexual "era algo malo".

La vida de jienense dio un vuelco tras el momento en que su mejor amigo "salió del armario" en un colegio católico, lo que provocó que sus padres le prohibieran relacionarse con él. A los 16 años, les comunicó a sus padres que era gay. Durante tres años, vivió confinado en su hogar por decisión de sus padres, quienes ejercían control sobre sus redes sociales y restringían sus contactos sociales, buscando aislarlo por completo. La situación fue a peor cuando su madre, asegura. llegó a amenazarlo de muerte: "Me puso un cuchillo en el cuello y me advirtió que estaba dispuesta a enfrentarse con las consecuencias legales con tal de limpiar su honor."

Desesperado, el jienense se fue de casa. Ahora, se encuentra en Málaga, donde estudia Psicología y colabora con una asociación que apoya a personas afectadas por la LGTBIfobia.

Por otro lado, Jefferson, nacido en Venezuela, también ha revelado su experiencia de escapar de su país debido a la falta de protección legal y al acoso continuo que viven las personas Lgtbi+. En Venezuela, la ausencia de legislación que ampare a este colectivo deja a muchos vulnerables a la discriminación y la violencia.

Durante la reunión, el venezolano ha recordado un incidente traumático de su adolescencia. Mientras vestía una camiseta rosa en el instituto, fue perseguido por dos individuos en moto quienes, sin motivo aparente, lo acorralaron y golpearon en la cabeza con una pistola. Este violento ataque, sumado al acoso constante y al bullying que padeció, fue determinante en su decisión de abandonar su país.

Establecido ahora en España, Jefferson se ha dedicado al deporte, un campo tradicionalmente "dominado por hombres heterosexuales". A pesar de los desafíos, ha encontrado su lugar y se ha convertido en un defensor activo de los derechos Lgtbi+.

El evento también ha contado con la destacada participación de Desireé Rodríguez, una mujer trans reconocida por su papel en la serie La Veneno y por haber sido concursante en programas televisivos como Gran Hermano y Supervivientes. Rodríguez ha compartido que, frecuentemente, es vista como un referente debido a las diversas experiencias que ha atravesado, aunque ella misma prefiere no ser percibida como un modelo a seguir.

La actriz ha relatado cómo, desde pequeña, enfrentó violencia y falta de apoyo tanto en su familia como en la escuela. A pesar de estos obstáculos, encontró fuerza y apoyo en personas que marcaron una diferencia positiva en su vida. Nacida en 1985, ha recordado cómo veía a La Veneno en la televisión sin entender lo que significaba ser diferente. Con el tiempo, fue desarrollando su identidad, aunque el camino no fue fácil. Para ella, lo más importante es "cómo uno se ve a sí mismo, no lo que los demás digan".

Rodríguez también ha hecho referencia a los desafíos laborales que tiene que soportar como mujer trans. Asimismo, ha destacado que, aunque "ser gay habría sido una opción más sencilla, no correspondía con su identidad". La ex concursante de realities compartido que nunca tuvo que revelar su identidad a su familia, ya que según ella, era algo evidente desde hacía tiempo. No obstante, ha recordado cómo a los cuatro años su madre la llevó a un psicólogo, quien interpretó su deseo de transición como "un intento de llamar la atención".

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