Ronda se apunta al mundo de los espumosos

Gastronomía

La bodega Badman Wines ultima la salida al mercado de un blanco y un rosado, mientras que Lunares inicia la pruebas para otro blanco

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Manuel Carrizosa y Simbad Romero, enólogos de la bodega en uno de sus viñedos.
Manuel Carrizosa y Simbad Romero, enólogos de la bodega en uno de sus viñedos. / Javier Flores

La Serranía de Ronda es una de las zonas más destacadas de la provincia de Málaga en cuanto a la producción de vinos se refiere, contando en la actualidad con 23 bodegas que tienen en el mercado alrededor de 150 referencias de vinos.

Una gran variedad de tintos, rosados y blancos de muy diversas características y elaborados a base de uvas muy diferentes se pueden encontrar en tiendas gourmet o grandes restaurantes. Precisamente, esta gran variedad aportar una gran riqueza a la gama de vinos rondeños y que hacen de su diversidad un sello de la zona.

A pesar de esa amplia gama de opciones esta zona productora tiene en los vinos espumosos uno de sus asuntos pendientes, ya que en la actualidad tan solo la bodega Doña Felisa cuenta con un vino de este tipo, su Cloe Brut Nature.

Una carencia que puede estar debida, en parte, a la complejidad que supone encontrar un punto adecuado de acidez por los tiempos en los que se realiza la vendimia en la comarca rondeña, aunque eso no ha sido un impedimento para que los responsables de la bodega Badman Wines se lancen a la aventura de elaborar dos espumosos, uno blanco y otro rosado, que se prevé que lleguen al mercado en el año 2024 con una producción de unas 1.000 botellas.

Uno de los nuevos espumosos será un rosado.
Uno de los nuevos espumosos será un rosado. / Javier Flores

Para salvar en un primer momento este problema han decidido recurrir a su elaboración mediante el método ancestral, lo que hace que tan solo tengan que adelantar un poco la vendimia de la uva para poder obtener este punto de acidez que otorgan a estos vinos una de sus características esenciales, además de las burbujas.

En cuanto a las uvas utilizadas, las dos primeras referencias en salir a la venta están elaboradas mediante moscatel y merlot, aunque ya barajan la posibilidad de elaborar un tercer espumoso a base de chardonnay, variedades que están presentes en los vinos que ya tienen en el mercado. Este último cuenta con una importante demanda y suele quedar agotado al poco tiempo de salir al mercado cada añada.

“La elaboración de espumosos surge de nuestra inquietud por estar siempre haciendo algo nuevo”, dicen casi al unísono Simbad Romero y Manuel Carrizosa, los enólogos y propietarios de la bodega.

Unos vinos frescos y muy agradables de beber con los que esperan poder llegar a un público joven al que suelen llamarle en exceso la atención los cavas, champagne o espumosos que se elaboran con el método tradicional.

“Creo que un espumoso de aquí de este tipo puede triunfar en Ronda, por no hablar de la Costa del Sol, en la que existe un importante consumo de estos vinos”, señala Romero.

Pero no es el único nuevo proyecto en el que trabajan en esta bodega rondeña, y es que sus responsables también están haciendo las primeras pruebas para la posible elaboración de un vino natural, una gama de producto que está teniendo mucha demanda en los últimos años.

Simbad Romero mostrando una de las primeras pruebas de su vino natural.
Simbad Romero mostrando una de las primeras pruebas de su vino natural. / Javier Flores

A ello suma la posible elaboración de un vino joven que pueda ser un referencia de copeo en la ciudad. “Nuestra idea es que en los bares de aquí podamos tener un vino de calidad que desplace al típico riojita o ribera que muchos clientes siguen pidiendo y que se venden a precios más económicos”, explican sus responsables.

Pero Badman no es la única bodega que trabaja en nuevos proyectos, ya que en el ámbito de los espumosos la bodega Lunares también inicio las primeras pruebas para poder cortar con este tipo en su carta, estando trabajando con la variedad Perruna. “No es algo inmediato, todavía estamos en los inicios”, señala su responsable, Pedro Morales. En su caso estiman que todavía pueden tarde unos 3 ó 4 años en poner su vino en el mercado, en función del resultado que obtengan en las pruebas que están realizando.

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