Ronda, destino gastronómico

Turismo

Estrellas Michelin, soles Repsol o soletes conviven en una oferta que une modernos gastrobares con restaurantes tradicionales

Bardal, uno de los buques insignia de la restauración, traspasa fronteras culinarias

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Benito Gómez supervisa una de las elaboraciones de Bardal, dos estrellas Michelin.
Benito Gómez supervisa una de las elaboraciones de Bardal, dos estrellas Michelin. / Javier Flores

Los atractivos de Ronda para ser uno de los principales destinos turísticos de interior son sobradamente conocidos. Su patrimonio histórico y su belleza natural reciben elogios cada día por parte de los miles de visitantes que recibe. No obstante, más allá de estos dos aspectos, la ciudad del Tajo también se ha convertido en un destino gastronómico en el que se combina la tradición con la cocina más vanguardista de la mano del restaurante Bardal, buque insignia del sector en la ciudadrestaurante Bardal y en el que su chef, Benito Gómez, cuenta con dos estrellas Michelin y dos soles Repsol.

Una cocina en la que se apuesta por el producto local de cercanía y en el que los amantes de la alta cocina tienen un motivo más que justificado a la ciudad, ya que, según las prestigiosas guías, sentarse en sus mesas a degustar alguno de los dos menús que se elaboran justifican el viaje. Eso sí, es fundamental hacer reserva para poder comer.

La alta cocina de Benito Gómez tiene su versión más desenfada en Tragatá, un bar en que se combinan tapas y platos dentro de unos rangos de precios muy variados y en los que el comensal podrá encontrar desde la tradicional ensaladilla rusa, considera la mejor de España en 2021, hasta elaboraciones que requieren de las técnicas más modernas de la cocina para su elaboración. Una carta en la que se puede elegir entre opciones tan diferentes como bombitas de salmorejo, bollito de calamares, canelón, hamburguesa (servida al punto que se desee), ostras o tuétano, entre otras.

Bombitas de salmorejo y bollito de calamares, dos de las tapas habituales en Tragatá.
Bombitas de salmorejo y bollito de calamares, dos de las tapas habituales en Tragatá. / Javier Flores

Y es que la proliferación de gastrobares en los que predomina una elaboración cuidada tanto en cocina como en sus presentaciones está en claro aumento en la ciudad, sumando una oferta realmente interesante para aquellos que prefieren este tipo de cocina frente a la más tradicional.

El Almacén es uno de estos locales, en los que su decoración atrevida conjuga con una cocina en la que se combinan guisos de mucho sabor con tapas tan tradicionales como las croquetas que también elaboran en su cocina o platos compuestos por calabaza, patata, huevo revuelto y trufa, sin olivar bocados como el bacalao frito.

Los guisos son una de señas de identidad de El Almacén
Los guisos son una de señas de identidad de El Almacén / Javier Flores

A ellos se suman otros como podrían ser 5Tramo, Sensur, Doña Pakita o Casa Mateos, en los que la variedad de tapas y platos ofrecen una abanico tan amplio que daría para varios días de degustaciones. Unas cocinas que se encuentran en su mayoría a los mandos de una nueva hornada de cocineros que se han formado en diferentes escuelas de hostelería y que han emprendido sus proyectos más personales.

Un listado en el hay que hacer un hueco Lechuguita, un bar histórico que destaca por todo lo contrario, mantener las tapas tradicionales y cuya esencia le valió una recomendación de la guía Repsol mediante uno de sus soletes. Es habitual encontrar importantes colas para poder entrar a su interior y aquellos que deseen hacerlo si es en fin de semana igual tiene que echar también un poco de paciencia.

Restaurante Azahar del hotel Catalonia Reina Victoria
Restaurante Azahar del hotel Catalonia Reina Victoria / Javier Flores

Unas opciones más desenfadadas que se complementan con restaurantes en los que sentarse con mesa y mantel a disfrutar de una comida en la que los productos locales y de proximidad tienen una gran presencia.

Uno de estos restaurantes es Azahar, situado en el hotel Catalonia Reina Victoria, y en el que su carta incluye numerosas elaboraciones con carnes de proveedores locales, pescados andaluces o quesos tan populares como el Payoyo.

Disfrutar de un carpaccio de secreto ibérico relleno de foie miscuit con helado de queso Payoyo y vinagreta de ajetes; junto a una pierna de cordero lechal a baja temperatura, terminada al horno de carbón con calabaza, garbanzos especiados, salsa de miel y romero, es uno de los placeres que pueden tomarse en este restaurante. Todo ello regado con vinos de la Serranía que han logrado hacerse un hueco en la inmensa mayoría de restaurantes rondeños. Una carta que también posee platos aptos para veganos, un guiño que se agradece en estos tiempos en los que muchas personas se decantan por esta opción.

Terminación en las brasas del restaurante Azahar.
Terminación en las brasas del restaurante Azahar. / Javier Flores

Una opción a la que se suman otros como el restaurante Panorámico del hotel de Catalonia Ronda, Parador de Turismo o nombres tan históricos como el restaurante Pedro Romero, Jerez o Puerta Grande, entre otros, combinan carnes de primera, pescados y productos locales como las chacinas y los quesos, de los que la Serranía.

Los amantes de las carnes a la brasa no pueden obviar de la apuesta del también reconocido chef Martín Abramzon en su Kutral.Kutral Un restaurante que también cuenta con un diseño moderno que sorprende a sus clientes cuando llegan al mismo, ya que, ubicado en pleno polígono industrial, hace pensar en todo lo contrario.

A ellos se suman una infinidad de locales en los que poder disfrutar de las tradicionales tapas o de especialidades asiáticas, contando incluso con un restaurante dedicado en exclusiva a la cocina japonesa como es Miyagi Express o árabe como Al-Zahrá

Otros, como el Bar Convento, con casi 30 años de existencia, adaptó su carta y su local a la actualidad manteniendo la base de sus fundadores. Este local es una especie de museo en el que se encuentran numerosas piezas antiguas de diferentes épocas y estilos, todo ello con una carta en la que igual se puede disfrutar de un tartar de mango y aguacate con gambas que de unas costillas fritas tradicionales que eran muy habituales en los bares de la zona en el pasado.

Son solo algunos a los posibles destinos de aquellos que acudan a la ciudad del Tajo, y es que la gastronomía local se convirtió ya en un atractivo más, al que se suma la gran variedad de vinos de las más de 20 bodegas que existen ya en la zona y que tienen presencia en la inmensa mayoría de los restaurantes, bares y gastrobares de la zona.

La comarca también despunta con su variada oferta

Mientras tanto, en la comarca también existen restaurantes de despuntan, como Platero & Co en la localidad de Gaucín, que cuenta con una recomendación Bib Gourmand de la guía Michelin. Sin salir de esta localidad, Azulete también comienza a despuntar. De igual modo, aunque administrativamente pertenezca a la provincia de Cádiz, en la llamada comarca natural se encuentra el restaurante Mesón Sabor Andaluz, un local de Alcalá del Valle, situado a pocos kilómetros de Ronda, y que también entró como recomendado en la guía Michelin. En esta misma dirección, aunque ya en la provincia malagueña, el restaurante Caireles de Arriate también se abrió un hueco en este sector. A ellos se suman numerosos restaurantes en los que se mantienen la tradición con una cocina actualizada en la que también se otorga importancia a la presentación como el restaurante La Casa Grande..

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