Tiempo de setas pese al confinamiento
Medio Ambiente
Yemas de huevo, níscalos, setas de cardo y chanratelas son muy apreciadas en la Serranía de Ronda
Llega el otoño y arranca la temporada de setas que muchos esperan durante buena parte del año, aunque en esta ocasión serán los vecinos de aquellos municipios que cuentan con bosques propensos a su nacimiento los que puedan disfrutar de ellas debido a las restricciones de movilidad que existen en estos momentos y que impiden viajar de unos municipios a otros.
A pesar de ello en Cortes de la Frontera su Ayuntamiento optó por mantener las jornadas micológicas que cada año celebra, aunque en esta ocasión dirigidas exclusivamente a sus vecinos en cuanto a las salidas al campo se refiere. Unas jornadas en las que se busca dar a conocer un inmenso mundo que en esta zona de la Serranía de Ronda tiene una gran riqueza, ya que crecen en el mismo una gran cantidad de variedades de las más de 2.000 que se pueden encontrar en Andalucía.
Eso sí, no todas ellas son comestibles y algunas presentan un asombroso parecido entre aquellas que pueden ser un suculento manjar y las que, por el contrario, son tóxicas y pueden ser un peligro para la salud. En este sentido, Beli Casillas, responsable de la empresa MicoTime recomienda recoger solo aquellas variedades que seamos capaces de identificar plenamente y, ante la más mínima duda, dejarlas en el campo.
Además, la identificación de la seta se tiene que realizar cuando está completamente desarrollada y es necesario sacarla completa para poder hacerlo correctamente. A ello se une que si la seta es todavía muy joven o está ya pasada puede perder algunos de los signos que permiten identificarla como comestible, por lo que tampoco se recomienda recogerlas en estos estados.
Y es que el olor que desprenden, anillos, colores o su reacción ante algo tan sencillo como un corte o al frotarlas son elementos que permiten a los expertos identificarlas y poder clasificarlas. Por ello es necesario contar con unos conocimientos adecuados para poder evaluar cada una de ellas sin riesgos innecesarios. “Les recomiendo que siempre acudan al campo con alguna persona que realmente tenga esos conocimientos o busquen alguna de las empresas que se encargan de realizar visitas”, dice Beli Casillas.
Saber distinguir bien las setas supone poder llevar a casa manjares como la seta de cargo, la yema de huevo, los níscalos o las chantarelas, siendo estas últimas muy abundantes en Cortes de la Frontera. Hasta el punto de que empresas catalanas y madrileñas suelen adquirirlas para la venta en mercados para la elaboración de productos alimenticios con ellas.
Eso sí, la nueva legislación marca un tope de 3 kilos de setas comestibles por persona y día, mientras prohibe la recogida de aquellas que no lo son. Y es que para poder llevarse estas últimas es necesario contar con un permiso especial. “Lo mejor es llevárselas en fotografía y tampoco darle una patada, porque todas tienen un función dentro de la naturaleza”, insiste Beli. Y es que algunas facilitan la llegada de humedad a los árboles y ellas absorben algunos nutrientes que aportan los árboles y que no son capaces de producir. Incluso algunas hacen la función de recicladores y se encargan de eliminar los restos de madera muerta, animales o secreciones. Un trabajo silencioso pero que tiene una gran importancia para que los bosques puedan gozar de una mejor salud.
Todo ello sin olvidar otras buenas prácticas a la hora de salir al campo como utilizar canastos o redes que permitan que las setas puedan estar aireadas, y dejar las esporas mientras caminamos. Y es que las bolsas de plástico o elementos cerrados son el peor de los enemigos de las setas, hasta el punto de que pueden hacer que fermenten y sean peligrosas.
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