Turistas asiáticos: enamorados de Ronda y su gastronomía
Turismo
El restaurante Puerta Grande se convirtió en una referencia con un 70% de sus clientes procedentes de Corea del Sur, Japón o China
Idilio rondeño con los asiáticos
Ocupaciones hoteleras del 96% en Ronda durante el pasado puente festivo
Enamorados de Ronda, su patrimonio, cultura o naturaleza, también lo están de su rica gastronomía. Los turistas asiáticos, poco dados a los destinos del sol y playa, prefieren ciudades con otro tipo de atractivos y tienen a la ciudad del Tajo como una de sus preferidas en la provincia.
Pasear por el casco antiguo de la ciudad es igual a encontrarse a numerosos grupos de visitantes de origen asiático en grupos organizados. No obstante, desde hace un tiempo cada vez son más frecuentes aquellos que realizan la visita de forma libre, ya sea en pequeños grupos o en parejas. Recorren cada rincón de la ciudad y no tienen problemas en recorrer importantes distancias para tomarse una romántica fotografía frente al imponente Tajo y su Puente Nuevo. Precisamente, estos últimos también buscan conocer la gastronomía local y hacerlo de una forma más profunda.
Pasear por la calle Nueva es sinónimo de restauración con una amplia oferta de locales que ofrecen comidas muy variadas. Allí, casi en mitad de la calle suele llamar la atención una de sus terrazas por la gran cantidad de clientes asiáticos que suele tener. Y es que el restaurante Puerta Grande, uno de los más antiguos de la zona, es una especie de ‘casa’ de Asia para los numerosos turistas de Corea del Sur, China y Japón que llegan hasta la ciudad del Tajo.
En su interior la imagen no es diferente, con su salón lleno de clientes de origen asiático y en el que es complicado encontrar una mesa con otras nacionalidades. Algo que también tiene una explicación, ya que, según explica uno de los comensales surcoreano "este restaurante es muy famoso en mi país". Hasta el punto de que su equipo llegó a desplazarse a su capital, Seúl, para realizar demostraciones de su cocina.
Un éxito en esta parte el mundo que el propietario del restaurante, Carlos Ponce, cree que se debe solo a una cuestión: "Le damos un buen servicio y producto de calidad". Y es que en su carta no hay nada especialmente adaptado para sus gustos, se trata de cocina tradicional andaluza. Además, algunos de los platos se terminan de preparar delante de los clientes o se incorpora un toque de sifón a bebidas tan conocidas como el tinto de verano.
Muy respetuosos
Ponce se deshace en elogios hacia su clientela mayoritaria, ya que representan casi sobre un 70% de la misma. «Son muy educados y respetuosos, es raro que algunos vengan sin reserva», dice. Además, destacan por su puntualidad a la hora de llegar al restaurante. «Si llegan antes esperan en el exterior hasta que les atendamos», señala.
En cuanto a sus gustos culinarios, explica que la gran mayoría de ellos acude para probar los platos más tradicionales entre los que el rabo de toro es una de las elaboraciones estrella. Tampoco falta el jamón, elaboraciones con el ciervo como protagonista o los pescados, entre los que destacan los preparados a la sal. "Piden de todo, ellos quieren conocer nuestra gastronomía", dice Ponce.
Eso sí, desde el restaurante también tienen pequeños guiños hacia esta clientela como tener los aseos en su idioma o el haber aprendido algunas frases para dirigirse a ellos también en su idioma para temas como saber si todo está bien.
Verles disfrutando en otros locales de la gastronomía local también es habitual, incluso se desplazan a algunos situados en barrios como San Francisco, alejados de cualquier tipo de circuito turístico para visitar otros locales como el bar El Convento. Allí, mezclados con su mayoría de clientes locales es habitual encontrarse alguna mesa de turistas asiáticos entre los que su tinto de verano con vermut es casi fijo.
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