La campaña de la castaña mejora sobre 2023 pero seguirá siendo "mala"

La producción se estima que llegue a un 40% de lo habitual aunque presenta una buena calidad

Guisos de invierno con castañas para aprovechar sus beneficios de temporada

El trabajo de selección sigue siendo manual.
El trabajo de selección sigue siendo manual. / Javier Flores

Ronda/Las previsiones para la actual campaña de recogida de la castaña son mejores con respecto al año 2023, aunque será nuevamente un mal año para los productores de la zona del Valle del Genal debido a la sequía. "La campaña va a ser mala, está perdida", indicó Francisco Boza, responsable del sector de la castaña en Goag Málaga.

En concreto, explicó que los árboles habían resistido muy bien hasta finales de agosto, pero que la falta de precipitaciones en septiembre han hecho que buena parte de la cosecha se pierda al emplear los castaños los recursos hídricos disponibles para su propia supervivencia. "La sequía se cargó la campaña", dijo Boza. Y es que los árboles habían realizado una muy buena carga de frutos que ahora no han podido desarrollar al completo por esa falta de lluvias.

No obstante, se prevé que la producción pueda ser mejor que el pasado año cuando se registró el peor año histórico con tan solo se alcanzó un 8% sobre una campaña normal. En esta ocasión se espera que esta cifra pueda llegar hasta el 40% de un año normal.

Pese a la mejora los datos siguen estando lejos de cifras que hagan atractivo el cultivo para los productores, tanto pequeños como grandes. "Está cundiendo el desánimo", señalaba Boza. Y es que no es rentable ni para los pequeños productores y tampoco para aquellos que tienen una mayor producción pero que tienen que asumir importantes

Eso sí, las primeras castañas que ya han sido recogidas de las variedades extra tempranas están presentado una muy buena calidad y tamaño. "Están llegando muy sanas", dijo Boza, que también destacó que este año se podrá contar con las variedades tempranas tras años en los que la avispilla del castaño hizo que su producción prácticamente hubiese desaparecido.

Una buna noticia dentro de un panorama que sigue siendo poco optimista tras cinco años en los que la sequía persistente y esta plaga han causado un gran daño a uno de los pilares económicos que habían tenido históricamente las familias de estas pequeñas poblaciones de la Serranía de Ronda.

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