Leve respiro para los pantanos de Málaga tras las lluvias

Ronda/Las fuertes precipitaciones que cayeron sobre la provincia de Málaga la pasada semana han dejado una doble cara. Mientras en localidades como Álora, Cártama, Pizarra o Valle de Abdalajís todavía trabajan para tratar de recuperarse de las inundaciones y los daños causados, en los pantanos malagueños la situación mejora con la entrada de un importante caudal de agua. No obstante, la media de los embalses se encuentra en un 22,89% de su capacidad. Un porcentaje que es más de diez puntos inferiores a la media de Andalucía que se encuentra en el 33,53%. De hecho, tan solo Almería con un 11,16% presenta un peor dato que Málaga.

Este porcentaje en los pantanos malagueños supone que las reservadas de agua embalsada de la provincia son en estos momentos de 140,62 hectómetros cúbicos (Hm3) según los datos de la Red Hidrosur, cantidad ligeramente mejor que la registrada el pasado año en la misma fecha cuando los pantanos acumulaban 119 hectómetros cúbicos. No obstante, se trata de cantidades muy alejadas de la media de los diez últimos años para el mes de noviembre que sitúa en los 285 Hm3 a pesar de que en este episodio de lluvias han sumado en su conjunto casi 50 Hm3.

Tras las lluvias de la última semana de octubre, el embalse de La Viñuela, el mayor de la provincia, ha ganado 2,61 hectómetros cúbicos, situándose en un total de 24.71, lo que supone el 15,03% de su capacidad (164,37 hm3). Hace un año, por estas fechas, el pantano disponía de 13 hectómetros cúbicos (al 7.88%). 

La situación ha mejorado desde entonces, aunque todavía se sitúa a mitad de camino para salir de la extrema sequía. Según el catedrático de Geografía Física de la UMA, José Damián Ruiz Sinoga, para que la comarca se encuentre en una situación estable, el embalse debe registrar como mínimo 50 hectómetros cúbicos (el 30.91% de su capacidad).

En el otro extremo se encuentra el embalse de Casasola ubicado cerca de la capital, el más pequeño con una capacidad de 21,72 Hm3 y que se encuentra en estos momentos al 54,60%. Unas cifras que son bastante mejores que su media en los últimos diez años en esta misma fecha es de 9,89 Hm3.

Mientras tanto, el mejor porcentaje se registra en La Concepción, embalse que abastece a buena parte de la Costa del Sol y que en la actualidad se encuentra al 57,23% con 32,93 Hm3. Y es que su situación próxima a la Sierra de las Nieves hace que se beneficie de las abundantes lluvias que suelen registrarse en esta zona y que acumuló importantes cantidades durante el último episodio.

Lejos del litoral, ya en el interior de la provincia, los embalses de Guadalhorce, Guadalteba y Conde del Guadalhorce se encargan de tratar de recoger esas lluvias que en estas áreas suelen ser más abundantes. De hecho, los dos primeros son el segundo y tercer pantano con mayor capacidad. Entre ambos, ya que están conectados, son capaces de acumular 279 Hm3 de los 611 Hm3 que tiene de capacidad máxima toda la provincia. Junto a ellos se ubica el pantano Conde del Guadalhorce que es capaz de embalsar 66,49 Hm3. Este conjunto hace que más del 50% de la capacidad total de Málaga se concentre aquí, por lo que su situación cobra una gran relevancia.

De todos ellos es Conde del Guadalhorce el que presenta una mejor situación y notó especialmente la entrada de agua tras las lluvias. "Ha crecido mínimo cuatro metros, menos mal, nos quedaba agua para cinco meses o así", afirma uno de los vecinos de la zona que trabaja en un bar próximo.

Una percepción visual que tiene su traslado a las cifras, y es que en una semana pasó de 13,63 Hm3 a contar con 25,48 Hm3, lo que supone prácticamente estar al 40% con un 39,61%. Además, todavía el río Turón que traslada el agua que recoge de la Sierra de las Nieves sigue llegando con caudal considerable.

Estos datos también suponen que ya superó la mayor cantidad de agua que llegó a acumular durante el pasado año hidrológico y que se situó en el mes de mayo con 23,51 Hm3.

Al lado, a pocos kilómetros, Guadalteba también notó las abundantes precipitaciones caídas sobre la comarca que lleva su nombre y acumuló casi 10Hm3 en una sola semana, pasando de 17,1 a 26,6 Hm3, lo que le sitúa en un 17,55%. En su interior queda reflejada también la fuerza del agua que llevó numeroso matorral y maderas que todavía flotan junto a sus orillas dejando un paisaje marrón que recuerda las lluvias torrenciales. A pesar de ello, se encuentra todavía bastante lejos de alcanzar diferentes ruinas que todavía se conservan del antiguo pueblo de Peñarrubia que fue inundado por sus aguas.

De hecho, en los ríos y arroyos que confluyen en este pantano es apreciable la marca dejada por la crecida de su caudal y que se quedó nuevamente muy cerca de vivir episodios recientes en este comarca que causaron importantes inundaciones. En esta ocasión se han producido desbordes en diferentes puntos y llegó a alcanzar algunas viviendas y explotaciones, aunque con una mejor intensidad que en 2018.

Finalmente, el pantano del Guadalhorce, el segundo más grande de la provincia, sake de su situación crítica cuando registraba tan solo 9,94Hm3, cifra que ahora ha llegado a 17,1Hm3, aunque estos datos tan solo representan un 13,73% de su capacidad. Una cantidad todavía lejana de las cifras que registraba el pasado año cuando en esta misma fecha acumulaba 24,75 Hm3.

Por su parte, el delegado territorial de Aguas, Fernando Fernández, calificó como “balón de oxígeno” el agua que llegó a los pantanos. No obstante, dejó claro que “no salimos de la sequía, seguimos dentro de los indicadores que la marcan”.

Eso sí, al tratarse lluvias que han llegado al inicio del año hidrológico, desde la Junta esperan que si las lluvias siguen un curso normal se pueda llegar a los meses de verano en una situación “mucho mejor” que el pasado año. Y es que en algunos puntos ya llovió igual que en todo el año 2023.