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Las precipitaciones caídas durante las últimas semanas han cambiado el paisaje en la provincia y, en especial, en ríos y lagunas. Uno de estos parajes es el humedal situado en Fuente de Piedra que, aunque mantiene agua durante todo el año en la zona del Laguneto gracias a las aguas depuradas, en su laguna principal lleva años sufriendo la falta de lluvias. De hecho, los tradicionales anillamientos de flamencos, una de las aves que tiene una importante presencia en este espacio, se han tenido que suspender los últimos años debido a la falta de agua suficiente.
Ahora, con las lluvias recientes, la laguna vuelve a cobrar vida y ha recuperado su lámina de agua en buena parte del humedal, aunque no en toda su extensión. Eso sí, las especies que en estas fechas viven en el humedal están pudiendo disfrutar de esta acumulación de agua que dependerá de la evolución del tiempo en las próximas semanas para saber si podrá ser una mejoría sostenida en el tiempo.
A pesar de que no es una fecha con gran actividad, sí que pueden observarse diferentes anátidas, algunos ejemplares de flamencos que permanecen durante todo el año y una amplia presencia de grullas que se pueden ver volando en estos días en los alrededores del espacio. Son esta especie uno de los grandes atractivos de este momento debido a que se desplazan en grandes bandadas y llaman la atención en los cielos por sus movimientos.
Entre las anátidas destacan la cerceta pardilla, una especie en peligro de extinción que recientemente fue reintroducida en el espacio, aunque son otras muchas las que se pueden ver en la zona.
El aumento del nivel de agua también está provocando la llegada de los flamencos
Convertido en un importante reclamo turístico, algunos vecinos de la zona esperan que las lluvias del otoño pueda ser solo un anticipo de las precipitaciones que falten por llegar y que supondría una recuperación del humedal. El alcalde de Fuente de Piedra, Siro Pachón, explica que “ahora se ve bastante más agua y se ha visto cómo han llegado más flamencos”. El regidor recuerda que la mejor fecha para visitar el espacio es entre abril y marzo, aunque apunta que “ahora también es buena época porque se ven bandadas muy grandes de grullas, en especial, en los campos de alrededor”.
Eso sí, si tienen pensado visitar el espacio deben tener en consideración que el centro de visitantes en esta época abre entre jueves y domingo. No obstante, en los exteriores sí que existen máquinas expendedoras de bebidas para tomar un refrigerio.
Las dos DANAs que descargaron lluvias torrenciales sobre la provincia han proporcionado más que un refresco a los embalses malagueños, que han ganado más de 75 hectómetros cúbicos en menos de tres semanas, según los datos de la red Hidrosur de la Junta de Andalucía. Este aporte ha supuesto que los pantanos hayan pasado de albergar 94,45 hm3 a 170,32. Es la misma cantidad que lograron reunir tras las abundantes precipitaciones de Semana Santa, que fueron determinantes para asegurar el consumo del verano, durante el que incluso se suavizaron las restricciones.
Siguiendo la misma estela, las últimas lluvias han hecho a Málaga dejar atrás el escenario de sequía extrema en el que se había instalado, sin embargo, los números son los que son, y no sobran los motivos para echar las campanas al vuelo. De hecho, el total actual, si como es previsible no vuelve a llover con intensidad en las próximas jornadas, dejará de crecer en breve con el fin de las escorrentías, que ya en estos instantes arrojan crecimientos que rayan lo residual.
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