Las lluvias caídas en las últimas horas en Ronda han transformado el paisaje para los miles de turistas que recibe la ciudad cada día. El granizo que sorprendió en la tarde de ayer dejó paso hoy a la entrada de la niebla, dejando imágenes de gran belleza en el paisaje y en las calles del casco antiguo. Eso sí, aquellos que han decidido disfrutar del paisaje han tenido que tirar de chubasqueros y paraguas como compañeros de viaje. La peor cara es para las terrazas de bares y restaurantes que han quedado desiertas.