La pitaya, la fruta de moda, llega a Ronda

Agricultura

Pedro Ductor cuenta con una plantación con 1.500 ejemplares de este "tesoro" nutricional

La OMS recomienda su consumo por sus beneficios para distintos ámbitos de la salud

Plantación de pitaya situada en Ronda / Javier Flores

La pitaya, una fruta tropical originaria de Centro América, es una de las grandes sensaciones de los mercados y en la actualidad es una de las frutas estrella de los mercados más selectos por sus especiales propiedades y beneficios para la salud, hasta el punto de que la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda su consumo.

Precisamente, tras tener conocimiento de su existencia y de que algunos agricultores habían iniciado el proceso para su cultivo en Andalucía, el rondeño Pedro Ductor decidió investigar y tratar de comprobar si podría poner en marcha una plantación en Ronda, aunque las condiciones climáticas de la zona no eran a priori, las más adecuadas para su cultivo. Y es que se trata de una planta que prefiere temperaturas templadas que no bajen de los 8 grados y no se acerquen a los 40 grados, algo bastante habitual en la comarca rondeña.

Ante ello, decidió traer algunas plantas y plantarlas en su casa antes de lanzarse a la aventura. Además, realizó un estudio de las temperaturas de la zona y trató de recopilar toda la información posible de los pocos agricultores que ya habían iniciado la plantación en la comunidad y que se ubicaban en la costa tropical y la provincia de Sevilla.

Tras ello se decidió a poner en marcha el cultivo buscando poder contar con una producción especializada que no tiene todavía saturación en el mercado y que cuenta con una demanda mayor a la producción que existe en la actualidad. Un hecho que le ayudo a decidirse a emprender su cultivo, eso sí, ha tenido que recurrir a realizarlo bajo cubierta para poder controlar la temperatura, algo que hacer de forma natural con un sistema que permite controlar la entrada y salida del interior del invernadero.

Inicio de la maduración del fruto. / Javier Flores

Además, también decidió que se tratase de un cultivo de carácter ecológico para dar una mayor calidad a sus pitayas, aunque esa decisión conlleva un mayor esfuerzo a la hora de poder controlar las enfermedades que le pueden afectar. Y es que al tratarse de un cactus también le afecta una enfermedad muy extendida en la actualidad y que está provocando la muerte de amplias zonas de chumberas. De igual modo, la presencia de hormigas también puede ser otro problema, ya que se trata de una planta por la que parece que tienen especial predilección.

No obstante, ninguno de estos problemas llevaron a este joven empresario de la agricultura a desechar su idea y tras construir las instalaciones procedió a la plantar 1.500 ejemplares hace ahora un año y medio.

Tras este tiempo la plantación ya se encuentra formada y las plantas comienzan a dar su primeras flores, que tienen la especial característica de que tan solo tienen una duración de 24 horas a pesar de su espectacularidad, tiempo en el que se tiene que proceder a la polinización manual de la misma para que puedan dar el posterior fruto.Por ello, cada mañana se tiene que proceder a realizar este trabajo durante el periodo que dura la floración y que suele comenzar a finales de mayo o principios de junio, prolongándose durante varios meses.

La flor de la pitaya tiene dura 24 horas y tiene que ser politizada a mano en ese tiempo / Javier Flores

Una vez iniciado el proceso de formación el fruto tardará unos dos meses en quedar totalmente formado, con la particularidad de que tiene que ser recolectada cuando ya se encuentre madura, por lo que no puede recogerse antes de tiempo y dejar que el proceso de maduración pueda finalizarse mientras se realiza el traslado a los mercados. Este hecho hace que el traslado de este producto desde zonas alejadas en las que ya se cultiva, como es el caso de Asia, resulte muy costoso por tenerse que realizar en aviones y no poder utilizar otros medios de transporte como son los barcos.

Precisamente, Ductor, insistió en la importancia que tiene el hecho de que la fruta alcance el tamaño mayor posible y sea recogida cuando se encuentra ya en un grado optimo de maduración, ya que, de no hacerlo así, pierde parte de sus propiedades entre las que se encuentra su sabor dulce.

De momento, la plantación situada en Ronda, aunque ya produjo unas primeras piezas de fruta, se encuentra en estos momentos en plena floración y formación de los frutos, por lo que dentro de poco se recogerá su primera producción, aunque los primeros años suele ser inferior a resultado que se obtiene una vez que la planta es adulta. Para entonces que espera que la producción de Pitaya de estas instalaciones puede oscilar entre los 8.000 y los 10.000 kilos.

Además, Ductor decidió contar con las tres variedades de Pitaya que existen, por lo que pondrá en el mercado frutas con piel roja e interior blanco, roja e interior rojo y color exterior amarillo con su interior blanco.

Precisamente, su atractivo color es otro elemento que hace que esté siendo muy utilizada para confeccionar ensaladas o cócteles, aunque son sus propiedades internas las que han hecho que se convierta en una fruta estrella como en su momento ocurrió con la quinoa.

Entre esas cualidades destacan su acción antiinflamatoria y su poder de antioxidante, además de ayudar a la absorción del hierro, según explica este agricultor. Considerada como un tesoro nutricional, también a contiene ácido ascórbico, fenoles, es rica en Vitamina C, contiene vitaminas del grupo B, tiene un alto contenido en agua y posee minerales como el fósforo, hierro o calcio. A ello se une que contiene fibra soluble y proteína vegetal. Además, las semillas, que son comestibles, son portadoras de ácidos grasos beneficiosos y ayuda a regular el tránsito intestinal.De igual modo, al tratarse de una fruta que es rica en agua y baja en carbohidratos, también se recomienda para aquellas personas que están realizando algún tipo de dieta de adelgazamiento.

Fruta en proceso de maduración. / Javier Flores

Eso sí, como suele ocurrir con otros cultivos de origen nacional y que cuentan con una gran aceptación en el mercado por su calidad, la mayoría de la producción va destinada a su consumo en el exterior. No obstante, Ductor se muestra esperanzado de que parte de la producción pueda tener en la zona, ya que también existen importantes restaurantes que espera que puedan incorporarla a sus platos una vez que la producción se encuentre a pleno rendimiento.

En cuanto al coste, una pitaya que se tenga el tamaño adecuado y se encuentre en su punto de maduración se puede vender en la actualidad entre 6 y 7 euros el kilo, aunque en algunos mercados de grandes capitales su precio puede llegar a alcanzar los 17 euros por kilo. Un peso que no es complicado alcanzar, ya que una sola pieza puede superar fácilmente el medio kilo de peso en sus condiciones óptimas.

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