La Serranía de Ronda se viste de otoño tras las últimas lluvias

Ríos y arroyos vuelven a recuperar vida y algunos nacimientos también brotan tras las últimas precipitaciones

Las lluvias cambian el paisaje en Ronda

Niebla envolviendo las cornisas del Tajo de Ronda
Niebla envolviendo las cornisas del Tajo de Ronda / Javier Flores

Ronda/Charcos, arroyos secos que cobran vida, cauces de ríos crecidos y un paisaje que pone cara de otoño. Aunque en septiembre cayeron las primeras precipitaciones en la Serranía de Ronda, han sido estas dos últimas semanas las que han traído una aportación en forma de litros mucho más abundante y una transformación de un territorio que, aunque no es el más castigado por la sequía, tenía piel de verano y que ahora se viste de otoño. Marrones que dominaban unas sierras acostumbradas a vestirse pronto de verde y alargarlo en el tiempo mientras la niebla acaricia sus valles y montañas dejando imágenes de gran belleza para los visitantes. Incluso los primeros amarillos se dejan ver entra aquellas plantas y árboles de hoja caduca. Es el anticipo de lo que será la explosión del conocido como Bosque de Cobre una vez que los castaños se vistan con su ocre inconfundible.

Las lluvias de los últimos días han dejado alrededor de 200 litros en las zonas más lluviosas de la comarca como Jubrique, Genalguacil, Pujerra o Cartajima, mientras en la propia Ronda se superaban los 125. Unas cantidades que han sido suficientes para que arroyos, como los de La Toma y Las Culebras, vuelvan a llevar agua tras muchos meses con sus cauces completamente secos.

También los ríos Genal, Guadalcobacín, Guadiaro o Guadalevín que surcan la Serranía han visto incrementado de forma considerable su caudal recuperando una imagen que ya quedaba lejana en el recuerdo tras los últimos episodios de lluvia en la pasada primavera. Incluso algunos de ellos se vistieron con el característico color marrón durante algunas horas debido a que la importancia de las precipitaciones hizo que arrastraran diferentes sedimentos.

Visitantes en el Tajo de Ronda
Visitantes en el Tajo de Ronda / Javier Flores

Las cascadas el propio Tajo de Ronda han cobrado fuerza en estos días y el ruido que dejan en su descenso se convierte en parte del entorno tras muchos meses en los que discurrió el río Guadalevín en su paso por el casco urbano rondeño con un caudal mínimo.

También en comarca las precipitaciones comienzan a tener efecto sobre las zonas en las suelen producirse surgencias de subterráneas una vez que los acuíferos alcanzan ciertos niveles de acumulación de agua. Es el caso de Alpandeire, localidad en la que una de estas salidas de agua ya está brotando, algo que indica que se aproxima la salida de su conocido pozacón, otra surgencia de agua mucho mayor que se encuentra situada dentro del propio casco urbano y que se convierte en un espectáculo natural cuando aflora.

Nacimiento de la Estación de Benaoján
Nacimiento de la Estación de Benaoján / Javier Flores

Los vecinos también tienen claro que este hecho también pone de relieve la importante necesidad de agua que existía, ya que a pesar de las importantes precipitaciones tan solo brotó agua de una de las tres surgencias existentes en la zona.

En Genaguacil las lluvias también fueron generosas con 185 litros caídos en el último episodio, lo que hizo que los arroyos de la zona volviesen a tomar vida y diesen más realce al atractivo natural que posee la zona. "La sierra presenta un aspecto brutal", ha señalado el alcalde de Genalguacil, Miguel Ángel Herrera.

Mientras tanto, en Benaoján también comenzó a brotar el conocido nacimiento que se encuentra en la barriada de la Estación y que ya formó su lago de aguas cristalinas que descienden hacia el río Guadiaro.

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