Siete meses sin Alejandro, el joven de 25 años desaparecido en Ronda: la última pista lleva a la familia hasta un pozo

La familia de Alejandro Navarro lleva 217 días sin tener noticias suyas. Durante estos siete meses, han recorrido cada kilómetro de cada zona en la que, según testigos, había sido visto. O eso creían. En agosto, lo buscaron durante varios días en Bilbao. La última pista llevó a sus allegados, hace un par de semanas, hasta un pozo, adonde, le aseguraban, incluso, el joven “había sido arrojado”. “No faltó una piedra sin levantar. Afortunadamente, allí no estaba”, relata su tía, ‘Tata’. Pero la esperanza de encontrar a este rondeño, de 25 años, con vida, sigue latente para los suyos. 

En declaraciones a este periódico, la mujer tiene serias dudas de que la desaparición de su sobrino responda a una fuga voluntaria. “Es un niño súper bueno, incapaz de hacerle daño a nadie. Me habría dicho que se iba o me habría pedido dinero, porque tenemos una confianza tremenda. Somos como hermanos”, resalta.

“Voy a buscarme la vida”

El último día en el que le vieron salió de su casa para ir a trabajar al campo, aunque a última hora le avisaron de que lo llamarían otro día. No llevaba el móvil. Según su tía, sus últimas palabras fueron: “Voy a buscarme la vida”. A partir de ese momento, ni su familia ni sus amigos volvieron a saber sobre su paradero. Los investigadores que se han ocupado de su caso han contacto en distintas ocasiones con ellos para advertirles de pistas aportadas por testigos, pero ninguna les ha permitido, todavía, localizarle.

Alejandro fue visto por última vez el 5 de mayo en Ronda. Su madre presentó una denuncia ante la Policía Nacional, que desde entonces investiga la desaparición. La organización SOS Desaparecidos lanzó una alerta con su fotografía para que cualquier ciudadano que pueda haberlo visto aporte información que permita dar con sus paradero. El joven al que se le busca mide entre 1,65 y 1,70 de estatura, es de complexión atlética, tiene el pelo negro y los ojos verdes.

Vivía, desde hacía unos años, con unos vecinos por rencillas que mantenía con su madre. Otros familiares, que residen a unos 40 kilómetros de Ronda, le habían ofrecido también cobijo, pero se negaba a mudarse porque no quería alejarse de sus hermanos, con los que está muy unido. "Es muy querido y todos los respetan. Me extraña que siendo tan especial no haya dicho que se va", sostiene su tía, que a renglón seguido lanza un mensaje con la esperanza de que llegue a Alejandro. "Lo quiero muchísimo, que se ponga en contacto con nosotros y sepamos que está bien", expresa, confiada en que "no haya hecho ninguna locura".

En caso de tener noticias del joven, SOS Desaparecidos pone a disposición dos números de teléfono: 649 952 957 y 617 126 909 para dar aviso, o ponerse en contacto vía email en el correo electrónico info@desaparecidos.es. También se puede llamar al número 112 del servicio de Emergencias o a la Sala del 091 de la Policía Nacional.