El ejercicio físico y el deporte grandes aliados contra la diabetes
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La Diabetes Mellitus (DM) se define como el conjunto de trastornos metabólicos que afectan a diferentes órganos y tejidos, dura toda la vida y se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre, lo que es conocido como hiperglucemia.
Según los Centers for Disease Control and Prevention (CDC’s), cuando una persona padece de diabetes, la actividad física hace que su cuerpo sea más sensible a la insulina (la hormona que permite que las células del cuerpo usen el azúcar en la sangre para producir energía), lo cual ayuda a manejar y mejorar la enfermedad.
La diabetes se padece cuando no se produce suficiente insulina o ésta, no realiza su función de forma adecuada. Según la Federación Internacional de Diabetes (FID) en el año 2021 en España la prevalencia de la diabetes alcanzaba casi el 15% de la población entre 20 y 79 años y casi el 30% de las personas que viven con diabetes no están diagnosticadas.
Existen diferentes tipos de diabetes que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), podríamos resumir en las que son debidas a la no producción de insulina, en mayor o menor grado, conocidas como diabetes tipo I; aquellas que produciendo insulina ésta no es suficiente o no es correctamente utilizada, conocidas como tipo II y la diabetes gestacional que es aquella que se detecta por primera vez en el embarazo y que guarda relación con esta situación de la mujer.
En general, las recomendaciones de dieta y ejercicio suelen ser inseparables en esta enfermedad. El aporte de hidratos de carbono a través de la dieta y de otros nutrientes, ha de cumplimentarse con el mayor o menor gasto calórico a través de ejercicio físico para evitar que se produzcan, entre otras situaciones, sobrepeso u obesidad o elevaciones descontroladas de la glucosa en sangre.
La actividad física como ayuda al tratamiento
Según nos recuerda el Dr. Antonio Moreno Villena, del área de investigación e innovación de Quirónprevención, la propia Fundación Española del Corazón, entre otras organizaciones, diferencia entre lo que es actividad física, ejercicio y deporte aclarando que no sólo no son sinónimos, sino que se suele tender erróneamente a confundirlos entre sí, cuando cada una de esas actividades presentan una serie de características y “demandas” específicas y completamente diferentes, lo que hay que tener en cuenta a la hora de usarlas como terapia en el caso de la diabetes.
La actividad física se refiere a cualquier movimiento corporal que se produzca por la contracción de los músculos esqueléticos generando aumentos sustanciales en el consumo de energía del cuerpo con respecto a estar en reposo o estar inactivos.
El ejercicio físico es un tipo de actividad física planificado y estructurado. Consiste en repetir determinados movimientos con el objetivo de mejorar o mantener la función muscular o alguno de los componentes de la aptitud física.
El deporte se distingue de los dos anteriores por ser una forma de actividad física sujeta a reglas o normas concretas. Generalmente requerirá entrenamiento, un programa de ejercicio físico específico y determinados esfuerzos en su desarrollo. Su faceta más lúdica o social se ve representada en el deporte recreativo y su faceta más competitiva y de mayor exigencia en el deporte de competición.
Los deportes que utilizan preferentemente el metabolismo aeróbico, es decir, los de resistencia, son los más adecuados para su práctica en el caso de padecer Diabetes. Carreras de fondo y medio fondo, ciclismo o natación son algunos ejemplos, ya que estos deportes no requieren gastos bruscos de energía sino esfuerzos mantenidos y regulables. Además, contribuyen a regular los niveles de glucosa en sangre, controlar el sobrepeso y disminuir los niveles de medicación.
El ejercicio físico es algo de lo que todos podemos disfrutar, no existiendo razón alguna por la que los diabéticos no puedan correr, montar en bicicleta o jugar un partido de fútbol, siempre que se tomen las medidas oportunas para evitar efectos indeseados e inesperados. La mayoría de los expertos coinciden, hoy en día, en que realizar ejercicio físico o practicar un deporte de forma suave y regular trae importantes beneficios para el diabético, si bien hay que analizar y planificar su realización.
Según se recoge en un trabajo publicado en la revista científica Cell Metabolism, el ejercicio matutino es más útil para bajar de peso, mientras que la actividad física al atardecer y anochecer ayudaría a las personas que lo practiquen a controlar el nivel de azúcar en sangre, clave en personas con diabetes, por lo que lo ideal, es establecer un programa específico en cada caso.
La realización de una actividad física regular disminuye los riesgos y posibles complicaciones asociados al padecimiento de la diabetes, influyendo en la regulación de los niveles de glucosa en sangre, manteniendo el peso en un rango adecuado, mejorando la salud cardiovascular que se ve comprometida en personas diabéticas y además, facilitando el control de la tensión arterial, mejorando los niveles de energía, el estado anímico y el bienestar general, entre otros factores.
Es necesario consultar a un profesional para evitar riesgos
Es importante recordar que las personas con diabetes han de consultar al médico que les controla su proceso antes de comenzar cualquier programa de ejercicios o actividad física, ya que las necesidades y capacidades individuales varían de una persona a otra y del control de la enfermedad. Además, la monitorización cuidadosa de los niveles de glucosa en sangre antes y después del ejercicio, a veces es esencial para ajustar la medicación y prevenir situaciones de riesgo como son las de hipoglucemia.
La actividad física y deportiva, sobre todo para personas que la han dejado de practicar o no la han practicado anteriormente con regularidad, se ha de comenzar de forma progresiva y adaptada a las características de la persona que la va a realizar.
El diabético, además de las actividades que cualquier otra persona ha de realizar al hacer ejercicio físico, como por ejemplo hidratarse adecuadamente y establecer un plan progresivo y seguro en la realización de la actividad físico – deportiva, dependiendo del tipo de diabetes que padezca, deberá de realizar una serie de controles específicos como, por ejemplo, la medición y registro de sus niveles de glucosa antes y después de la realización de la actividad. Con ello, evitaremos situaciones de riesgo y nos permitirá realizar los ajustes adecuados en el tratamiento, según indica el Dr. Moreno
Adaptando la actividad física al paciente diabético
No todo tipo de actividad física o todos los deportes son adecuados para una persona diabética, ya que, entre otros aspectos, hay que tener en consideración la situación clínica general de la persona y el control de su proceso en el momento de realizar la actividad.
Como ya hemos citado anteriormente, ejercicio físico, actividad física y deporte no son sinónimos, sino que son actividades completamente distintas y con diferentes características y requerimientos.
Cuando hablamos de actividad física, nos referimos a aquellas que pudiendo ser desarrolladas en casa y en nuestra actividad diaria de forma habitual, aportan un claro beneficio. Son ejemplos de algunas de ellas desplazarnos caminando cuando vayamos a algún sitio, cocinar, subir las escaleras, hacer la compra, realizar ciertas tareas domésticas (como fregar, limpiar cristales) e incluso aplaudir, entre otras, pero no debemos de confundirlas con el ejercicio físico propiamente dicho que, como tal, exige otras acciones y características.
En el caso del ejercicio físico, que requiere estar planificado, organizado y estructurado, éste puede ser realizado en casa o en un gimnasio. Son algunos ejemplos de esta actividad caminar regularmente o de una manera planificada, el jogging/running, la natación, ciclismo, elíptica y ejercicios de fortalecimiento muscular, entre otros. El ejercicio físico, para que sea eficaz y no dañino, ha de tener una serie de características en su ejecución que aquí no corresponde abordar. En el gimnasio, el monitor o preparador físico debe de conocer que somos diabéticos para realizar los correspondientes ajustes.
La realización de un determinado Deporte, en sus dos formas posibles, es una elección personal para quienes prefieren este enfoque a la hora de realizar una actividad física. Incluye aspectos de entrenamiento y estrategias en las que participan la actividad física y mental, reglas o normas, la competición en su caso y también, como no, la diversión del propio deporte realizado.
Un estilo de vida saludable no solo consiste en hacer ejercicio programado con regularidad, sino que también hay que mantener unos hábitos alimenticios saludables y huir del sedentarismo y de la monotonía física diaria.
En resumen y como nos recuerda el Dr. Moreno, la realización de cualquier tipo de actividad física, como parte de un tratamiento integral en la diabetes, se convierte en un gran aliado en el control de la enfermedad cuando ésta se realiza de forma adecuada y con el debido asesoramiento y control.
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