Estos son los diez cambios que se producen en tu cuerpo cuando vas a andar todos los días

Estamos tan sumergidos en la operación bikini practicando ejercicios de fuerza y de alta intensidad para rebajar esos kilos antes de exponer nuestro cuerpo a los rayos de sol veraniego que pensamos que practicar otras disciplinas más suaves no tendrán el mismo efecto. Pero andar todos los días aporta muchos beneficios que son iguales de válidos que un deporte de mayor intensidad.

Según la OMS, con una caminata de 30 minutos al día lograremos estar saludables y obtener beneficios como los siguientes, así que olvida la vida sedentaria y toma nota de todo lo que aporta andar cada día. Algo que apoya un estudio de la British Journal of General Practice en el que aseguran que cualquier práctica de la actividad que sea que incluyamos en nuestra vida reduce el riesgo en pacientes físicamente inactivos.

Mejora tu salud cardiovascular

Es uno de los cambios más significativos que vas a notar al caminar todos los días. Tu corazón agradecerá esos ratos que le dedicas a cuidarlo, con los que notarás una bajada de la presión arterial y que tu sangre circula mucho mejor por las venas, por lo que el riesgo de enfermedades cardíacas, se reducirá.

Pierdes peso

Nuestra gran motivación. El reto de cada comienzo de año. Andar todos los días te ayudará a quemar calorías y perder peso progresivamente porque con hacer algo de actividad física ya será mucho más que pasar horas sentado.

Fortaleces la musculatura

Aunque pueda parecer un ejercicio simple, caminar involucra a varios grupos musculares, incluyendo las piernas, glúteos, abdomen y espalda baja. Pero no es solo eso, sino que mejorarás tu resistencia, te sentirás más ágil y activo, además de tonificar tu cuerpo y que ciertas partes no se vean tan flácidas.

Mejoras la postura

Estar sentado delante del ordenador, mirar el móvil o, incluso, tu manera de caminar. Son hábitos con los que tiendes a tener una mala postura, generalmente encorvando la espalda. Andar con la postura correcta ayuda a corregirla, adquiriendo una posición erguida y recta con la que fortaleces los músculos del núcleo y mejoras la alineación de la columna vertebral. Esto te va a ayudar a que tengas menos dolores de espalda y, por consiguiente, a evitar la aparición de otras lesiones. Puedes introducir tanto bastones de trekking como los que se utilizan para nordic walking como complemento a tu rutina.

Reduces los niveles de estrés

Caminar libera endorfinas que son las hormonas de la felicidad, por lo que estarás de mejor humor y estado de ánimo. Así que tus niveles de estrés se irán reduciendo progresivamente con el hábito de andar diariamente.

Aumenta tu energía

Aparta la pereza de tu cabeza, cálzate las zapatillas y empieza a andar porque aunque pueda parecer que vas a estar más agotado a la vuelta, conseguirás aumentar los niveles de energía, ya que a medida que vas andando, vas soltando los problemas y preocupaciones por el camino, por lo que cuando acabes, estarás con mucha más vitalidad.

Sueño reparador

Andar todos los días te da la oportunidad de mejorar la calidad del sueño, ayudándote a conciliar el sueño y venciendo a los pensamientos rumiantes que se interponen para que no puedas dormir. Así que tener actividad física durante el día favorece el sueño profundo y reparador que tu cuerpo y mente necesitan.

Fortalecimiento de los huesos

Caminar regularmente puede ayudar a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de osteoporosis, especialmente cuando se combina con una dieta rica en calcio y vitamina D. El impacto de caminar ayuda a estimular la formación ósea, manteniendo tus huesos fuertes y saludables.

Mejora de la salud mental

Además de reducir el estrés y mejorar el estado de ánimo, caminar todos los días puede tener beneficios significativos para la salud mental, registrando un índice más bajo de depresión, ansiedad y otros trastornos que influyen en el estado de ánimo.

Aumento de la longevidad

Caminar regularmente es un seguro de vida con el que reduces la aparición de enfermedades crónicas y con el que añades años de vida y vida a tus años.