¿Qué ocurre en tu cuerpo cuando dejas de fumar?

Investigación y Tecnología

El tabaquismo, según la OMS, causa más de 8 millones de muertes al año en todo el mundo

Al dejar de fumar, los pulmones comienzan a recuperar su función, reduciendo el riesgo de enfermedades respiratorias crónicas y de cáncer de pulmón

Estas son las alternativas al tabaquismo que redujeron el cáncer y otras enfermedades: tienen nicotina pero sin humo

Estos son los daños que tiene para la salud el consumo de 'Snus blanco', las bolsitas de nicotina sintética extraída del tabaco

Hombre partiendo paquete de cigarrillos
Hombre partiendo paquete de cigarrillos / Freepik
Mercedes Fernández - Colaboradora

10 de septiembre 2024 - 09:00

Enojo, frustración, irritabilidad, dificultad para concentrarse, ansiedad, depresión, hambre o aumento de apetito son algunos de los síntomas que se manifiestan con el síndrome de abstinencia del tabaco.

La nicotina es adictiva y desprenderse de ella es difícil para muchas personas quienes, cuando deciden dejar de fumar, experimentan estas y otras reacciones en su cuerpo, desconocidas y que no saben muy bien cómo afrontar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que el asesoramiento y la medicación pueden duplicar las probabilidades de éxito de abandonar el tabaco.

En este sentido, la este organismo recuerda que "la epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública que ha tenido que afrontar el mundo. Causa más de 8 millones de muertes al año en todo el mundo. Más de 7 millones de estas defunciones se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1,3 millones son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno".

Lo que ocurre en el cuerpo

La revista Medlineplus cuenta paso a paso qué va ocurriendo en el cuerpo cuando dejas de fumar:

  • A los 20 minutos de dejarlo: La presión arterial y el ritmo del pulso bajan a la normalidad.
  • A las 12 horas de dejarlo: Los niveles de monóxido de carbono en la sangre se vuelven más estables.
  • De 2 semanas a 3 meses de dejarlo: Mejora la circulación y la función pulmonar aumenta.
  • De 1 a 9 meses de dejarlo: Mejora la capacidad para respirar, por lo que los pulmones y las vías respiratorias son más capaces de manejar las mucosidades, limpiar los pulmones y reducir el riesgo de infecciones.
  • Al año de dejarlo: Disminuye el riesgo de enfermedad cardíaca.
  • A los 5 años de dejarlo: Se reduce a la mitad la probabilidad de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga.
  • A los 10 años de dejarlo: También se reduce a la mitad las probabilidades de cáncer de pulmón. 
  • A los 15 años de dejarlo: El riesgo de enfermedad cardíaca coronaria es el mismo de una persona que no fuma.

Beneficios para la salud física y mental

Al dejar de fumar, tu cuerpo empieza a experimentar una serie de beneficios tanto para la salud física como para la mental. Empezando por que tus pulmones comienzan a recuperar su función, reduciendo significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares crónicas y cáncer de pulmón.

Por lo que pasado tan solo unos días después de haber abandondado el hábito, notarás que empiezas a percibir mejor los sabores y olores. "A veces ni siquiera se daban cuenta de que habían perdido el olfato y el gusto", afirma Humberto Choi, neumólogo de la Clínica Cleveland (Estados Unidos) para el portal National Geographic.

"Muchos exfumadores experimentan una mejora en la capacidad de concentración, memoria y productividad"

En pocos meses, la circulación sanguínea mejora, lo que ayuda a reducir el riesgo de infartos, derrames cerebrales, así como también enfermedades cardiovasculares, seguido de un menor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cánceres y la piel recupera su brillo natural y su elasticidad.

Ya hemos visto los beneficios que tiene para el organismo y para reducir las probabilidades de padecer enfermedades. Sin embargo, al superar la dependencia y la adicción, la mente también lo nota ya que logra entrar en un estado de mayor calma y estabilidad emocional. Parece una idea contradictoria, siempre concebida, de que "el tabaco relaja", pero no es así. La nicotina altera los químicos cerebrales, y al dejarla, el cerebro vuelve a un equilibrio más saludable.

En este sentido, muchos exfumadores cuando se desprenden del hábito de fumar experimentan una mejora en la capacidad de concentración, memoria y productividad ya que la liberación y la independencia del tabaco, te permite tener más energía, mejor calidad de vida y una mayor sensación de bienestar.

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