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Uno de los avances más importantes, más económico y más efectivo, que ha conseguido la Medicina ha sido la administración de suplementos de ácido fólico a las mujeres embarazadas para disminuir de forma muy importante las malformaciones del tubo neural, es decir, aquellos problemas que puedan surgir en el cerebro o en la médula espinal. Esta vitamina del grupo B ayuda, además, en el crecimiento de las células y en la producción de ADN por lo que es aconsejable que se tome todos los días, especialmente antes de la concepción y durante la primera etapa del embarazo. Pero quizá la asignatura pendiente, y en la que muchas mujeres se pierden, es conocer cómo y cuándo tomar estos suplementos. Te lo explicamos.
Se recomienda que todas aquellas mujeres en condiciones de quedar embarazadas tomen un complemento vitamínico de 400 microgramos de ácido fólico, siempre como parte de una dieta saludable. La OMS recomienda consumir diariamente 600 a 800 microgramos.
El ácido fólico puedes consumirlo de dos formas: en los alimentos o a través de complementos. En ocasiones, los alimentos no te proporcionarán la cantidad que necesitas. En estos casos será necesaria la suplementación, eso sí, siempre controlada por un especialista.
Las vitaminas prenatales no deberían reemplazar a una dieta bien equilibrada. Pero tomarlas puede brindarle a su cuerpo, y a su bebé, un refuerzo de vitaminas y minerales. En este sentido, se ha considerado siempre que la dieta española mayoritaria es la dieta mediterránea la cual es rica en frutas y verduras y, por lo tanto, rica en sustancias denominadas folatos, de la misma familia que el ácido fólico.
Si bien no se conoce con exactitud el modo en que el ácido fólico previene los defectos del tubo neural, la mayoría de los estudios sugieren que podría deberse a que corrige las deficiencias nutricionales.
Si todas las mujeres en edad fértil consumieran 0,4 miligramos de ácido fólico al menos 3 meses antes de quedar embarazadas y durante el primer trimestre del embarazo, podrían reducir hasta un 70% la probabilidad de que su hijo naciera con esta enfermedad.
Por tanto, al menos se recomienda durante el primer trimestre. A algunas embarazadas se les aconseja continuar tomando ácido fólico adicional durante todo el embarazo ya que debe producir las células sanguíneas adicionales que su cuerpo necesita durante ese período.
No tomar ácido fólico durante el embarazo significa que te podrías exponer a un mayor riesgo de padecer cualquiera de los problemas de salud que, precisamente, ayuda a prevenir la vitamina B9.
Además, tomar la cantidad necesaria de vitamina B9 durante el embarazo, ayuda a prevenir un parto prematuro o un aborto espontáneo.
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