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Una de las preguntas más populares y que generan más interés entre los amantes del vino y la cerveza, ha sido siempre cuál de las dos opciones es una mejor elección para la salud y la dieta. Ahora, con el verano y las vacaciones es un habitual las reuniones con amigos y las comidas fuera de casa que suelen ir acompañadas con un consumo mayor de estas bebidas. Para salir de dudas y seguir disfrutando sin remordimientos, ¿qué opción es mejor para tí?
La primera buena noticia es que ninguna de las dos opciones resulta muy elevada en cifras calóricas.De hecho, andan bastante cerca. 100 ml de cerveza rondan las 50 calorías. En el caso del vino, son 70 calorías.
Ahora bien, si eres aficionado a la cerveza te costará beber solo 100 ml. Por este motivo, se suele decir que la cerveza engorda más. El simple hecho de la costumbre de bebernos ''más de una''. Normalmente, si bebemos vino no solemos pecar en cantidad, mientras que en una tarde de cañas no es raro que caigan bastante más consumiciones. Una única lata de cerveza tiene 139,92 kcal, además de 10 gramos de hidratos de carbono y 13 gramos de alcohol.
Eso sí, en el caso de la cerveza, como en el vino, nos encontramos con dos bebidas alcohólicas que, a diferencia de otros tipos de licor, están cargadas de nutrientes y de elementos antioxidantes. Por tanto, no se trata directamente de las conocidas calorías vacías de otros tipos de alcohol.
Sin olvidar que existe mucha evidencia científica sobre la relación entre el consumo de alcohol y la aparición de complicaciones agudas y crónicas de enfermedades, por lo que disminuir el consumo de alcohol (aunque sea muy moderado), siempre es una buena opción.
Si te gusta el vino, mucho mejor elegir el vino tinto de más de dos años. Sobre todo por el azúcar, cuanto más joven sea el vino más azúcar tiene.
El vino blanco tiene más azúcar que el tinto, por lo que es mejor elección si estás realizando una dieta. Según las tablas más recientes de composición de alimentos del CESNID, el vino blanco tiene 70 Kcal por cada 100 g/ml, mientras que el vino tinto tiene 63 Kcal por cada 10 g/ml, por lo que en una escala del 1 al 10, el vino blanco engordaría un 7, (algo menos el tinto, un 6,3) no sólo por tener ligeramente mayor cantidad de calorías, sino también por la mayor cantidad de azúcares simples que tiene el vino blanco y no el tinto.
Hay que tener en cuenta también con que se acompañan estas bebidas. Si se tomara con comida, la cerveza sí que contribuiría a engordar, algo que el vino no haría de una forma tan directa. Principalmente porque consumir cerveza con comida produce una redundancia de calorías y de hidratos.
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