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No resulta una novedad la interminable lista de beneficios que provoca un consumo moderado de frutos secos en nuestro organismo. Desde reducir el colesterol, dada su gran cantidad de fibra, hasta ayudar al mantenimiento del buen funcionamiento de nuestros vasos sanguíneos. Además de ser ricos en proteínas y minerales y producir un gran efecto saciante.
Por si no fuera poco, un reciente estudio aumenta sus beneficios y disminuye las desventajas atribuidas a su consumo. La investigación se ha publicado en la revista Obesity Reviews, y ha sido llevada a cabo por un equipo de investigadores del grupo CIBEROBN, de la Unidad de Nutrición Humana de la URV‐IISPV, en colaboración con la Unidad de Ensayos Clínicos y Síntesis del Conocimiento 3D y la Universidad de Medicina de Toronto, Canadá.
Al contrario de las creencias populares, el equipo de investigadores ha conseguido documentar que el consumo de frutos secos no se encuentra relacionado con un aumento de peso. Todo ello, a pesar del gran aporte de energía y grasa que contienen este tipo de alimentos. De hecho, un consumo moderado y diario repercutiría en una gran disminución de la adiposidad de nuestro cuerpo. La adiposidad es como se conoce a la acumulación o exceso de grasa en nuestro cuerpo.
Jordi Salas, investigador del CIBEROBN, confirma que el objetivo de este trabajo era erradicar los mitos en torno a estos alimentos. A pesar de las numerosas recomendaciones de incluirlos en nuestras dietas diarias, existe mucha parte de la población que se encuentra reticente, debido a que se asocia con un aumento de peso: “se mantiene la preocupación entre los consumidores de que los frutos secos pueden contribuir al aumento de peso debido a su alta densidad energética y contenido de grasa, registrándose en todo el mundo un consumo de frutos secos por debajo de las cantidades que se recomiendan para obtener beneficios para la salud”.
Para llevar a cabo la investigación, se desarrollaron diversas revisiones de cohortes y ensayos clínicos de manera aleatorio, para contar con todos los datos científicos al alcance. En el estudio se ha aplicado el método Grade, Grading of Recommendations Assessment, Development, and Evaluation, utilizada por más de 100 organizaciones a nivel mundial y por la propia OMS. Este enfoque certifica la certeza de la evidencia lograda mediante métodos científicos.
Las evidencias sistemáticas tuvieron en cuenta siste cohortes con hasta 114 comparaciones de ensayos. Mediante la evaluación GRADE se certificó cómo afecta el consumo de frutos secos a la disminución de la adiposidad. Además, los resultados demostraron como con las cantidades recomendadas no se aumenta de peso. Así lo confirma Stephanie Nishi, primera autora de este estudio: “Los frutos secos se pueden recomendar libremente sin que exista la preocupación de que puedan contribuir al aumento de peso, al igual que se hace con otros alimentos saludables para el corazón, como es el caso de las frutas y verduras”.
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