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El sedentarismo es uno de los mayores enemigos de la salud en el entorno laboral, especialmente para quienes pasan largas horas frente a una pantalla. A lo largo del tiempo, este hábito puede desencadenar diversos problemas físicos y mentales, como dolor lumbar, fatiga ocular, aumento del estrés y disminución de la productividad. Según los datos más recientes, el 75% de los empleados que no realizan pausas activas reportan algún tipo de malestar muscular o tensión durante su jornada laboral.
Para contrarrestar estos efectos, las pausas activas se presentan como una solución sencilla y efectiva. Se trata de pequeños descansos de 5 a 10 minutos cada dos horas de trabajo que permiten al cuerpo y a la mente recuperarse. Durante este breve tiempo, se pueden realizar ejercicios de estiramiento, movimientos suaves o pequeñas caminatas, que contribuyen a mejorar la circulación sanguínea, reducir la tensión muscular y mental, y prevenir problemas como el síndrome del túnel carpiano o el dolor de espalda.
Como señala Javier Santamaría, fisioterapeuta del Health Center Quirónprevención: "Diversos estudios han demostrado que las pausas activas no solo mejoran el estado físico de los empleados, sino que también aumentan su productividad y concentración. Un empleado que se toma el tiempo para estirarse y moverse regularmente puede reducir el riesgo de dolencias físicas hasta en un 40%".
Este aumento de la productividad tiene una explicación fisiológica: al mover el cuerpo, se estimula la oxigenación del cerebro, lo que a su vez reduce la fatiga y mejora la capacidad de atención. Además, la movilidad activa durante la jornada laboral ayuda a liberar tensiones acumuladas, contribuyendo a un mejor estado anímico. Las pausas activas también se han vinculado a una reducción del absentismo laboral, ya que una musculatura menos tensa y un cuerpo en movimiento sufren menos lesiones, dolores crónicos y estrés, lo que se traduce en menos bajas por enfermedad.
Otro de los beneficios clave de las pausas activas es su papel en la prevención del estrés laboral, una de las principales causas de agotamiento emocional y físico en las empresas. Realizar actividades que permitan desconectar brevemente del trabajo ayuda a mantener un equilibrio saludable entre el esfuerzo mental y el descanso, favoreciendo un entorno más ameno y agradable para todos. Las empresas que han adoptado estas prácticas reportan una mejora notable en el clima laboral, lo que, a largo plazo, se traduce en mayor satisfacción y retención de los empleados.
Entre los ejercicios recomendados se encuentran los estiramientos de cuello, brazos, espalda y piernas, así como movimientos de rotación de hombros y muñecas, que alivian la tensión acumulada por mantener posturas estáticas durante mucho tiempo. Para quienes teletrabajan, estas pausas son aún más importantes, ya que es fácil caer en el hábito de pasar muchas horas seguidas frente al ordenador sin moverse.
Mantener una buena postura y aprovechar cualquier oportunidad para levantarse y caminar dentro del hogar son fundamentales para evitar molestias físicas
"Es crucial mantener un equilibrio en casa", añade Santamaría, "y aprovechar cualquier ocasión para moverse, ya que esto tiene un impacto directo no solo en la salud física, sino también en el bienestar mental."
Implementar pausas activas no requiere grandes esfuerzos ni equipos especiales. No es necesario disponer de un gimnasio o de una rutina compleja; basta con dedicar unos minutos cada cierto tiempo para moverse, estirarse y respirar profundamente. Incluso técnicas sencillas como cambiar de postura, hacer respiraciones profundas o levantarse para hacer pequeñas tareas son suficientes para romper el ciclo de inactividad. Con solo unos minutos al día, se pueden obtener beneficios considerables para la salud a largo plazo, tanto en términos físicos como mentales.
En resumen, no hay excusas para no moverse y cuidar de uno mismo. Las pausas activas son una herramienta sencilla, accesible para cualquier persona, y sus efectos positivos van mucho más allá de lo que se podría pensar. Cuidar el cuerpo durante la jornada laboral no solo mejora el bienestar individual, sino que también repercute en una mayor calidad de vida laboral y personal.
Por decirlo en formato eslogan: ¡Es hora de moverse y hacer de cada día una oportunidad para estar más saludables!
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