El Amor llena el corazón de la Victoria
El Cristo del Amor y la Virgen de la Caridad celebraron el centenario de su fundación con la salida de sus Titulares
La cofradía del Amor y la Caridad el Viernes Santo en Málaga, en fotos
La Piedad en su procesión del Viernes Santo en Málaga, en fotos
Una hora después de la salida de la cofradía del Monte Calvario, desde la vecina casa hermandad en la calle Fernando el Católico, muy próxima a su sede canónica, la Basílica de Santa María de la Victoria, realizaba su salida procesional la cofradía del Santísimo Cristo del Amor y Nuestra Señora de la Caridad, que cumple este año un siglo de su fundación en 1923.
Antes de meterse bajo el varal, los abrazos y los saludos en las puertas de la casa hermandad del Amor se multiplicaban. Como los tronos caben justos en su casa, el cortejo de nazarenos se formó en el Santuario y recorrió las calles María y Ladrón de Guevara para pasar por delante de los tronos e iniciar la procesión.
Se rezó un padrenuestro desde el interior poco antes de comenzar el camino. Mucha gente se congregó en los alrededores y la Policía tuvo que ir dispersando a los que querían quedarse delante de las puertas. A las 17:20 se escucharon los primeros toques de campana, que fueron dados por el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal.
Las túnicas de sarga negro ceñidas a la cintura con correa agustiniana emprendieron la bajada por las calles del barrio de la Victoria en un cortejo en el que, como cada año, participan representantes de la orden de San Agustín y de los Hermanos Maristas, hermanos mayores honorarios de la cofradía. Ambos colegios, Maristas y Los Olivos, siguen manteniendo un estrecho vínculo con la hermandad y profesores y alumnos participan en la procesión.
Unos 500 penitentes acompañaron ambas secciones, así que se tuvo que esperar más de media hora para ver el paso completo de la hermandad. Las campanas llamaron a sus puestos a los 200 hombres de trono del Cristo del Amor que, tras el rastro de incienso, emprendió su salida para reencontrarse con Málaga. La bella imagen, obra atribuida a Fernando Ortiz y fechada en el siglo XVIII, representa al crucificado con la Dolorosa a sus pies.
La Banda de Cornetas y Tambores de la Archicofradía del Paso y la Esperanza puso banda sonora a su discurrir por las calles del centro de Málaga, desde su barrio de la Victoria hasta la calle Alcazabilla y la plaza de la Aduana para seguir por Císter y San Agustín para regalar preciosas imágenes al público que se agolpaba en cada una de las vías.
Tras el crucificado, partió el trono dorado de Nuestra Señora de la Caridad, que porta una talla del sevillano Francisco Buiza de los años 1947-1948. La Virgen de manto negro bordado en oro fue acompañada por la Banda de Música Maestro Eloy García de la Archicofradía de la Expiración.
A las 20:40 tenía prevista su entrada en el recorrido oficial, siendo la cuarta de la tarde. Casi cinco kilómetros y siete horas después, llegaría a casa con la inclusión como novedad en el itinerario de la calle Puerto Parejo para llegar a la popular Cristo de la Epidemia.
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