Ilusiones rotas en El Ejido con la hermandad de Crucifixión el Lunes Santo en Málaga

La jornada del Lunes Santo ha comenzado de la manera menos deseada. El comunicado de la Agrupación de Cofradías, en el que las hermandades del día retrasaron su salidas, no hacía presagiar nada bueno. Y así ha sucedido finalmente en el barrio de El Ejido, donde los nazarenos de la parroquia del Buen Pastor han tenido que colgar la túnica antes de tiempo este año.

A la hora que tenía prevista iniciar su salida penitencial hacia la Catedral, la Cofradía de Crucifixión ha anunciado la suspensión de la misma. La corporación, como rezaba el comunicado publicado a través de sus canales oficiales y redes sociales, ha tomado esta decisión después de valorar diferentes alternativas y partes meteorológicos y con el fin de proteger tanto a sus hermanos como al patrimonio que poseen. La hermandad ha invitado a que, todo aquel que lo desee, visite a las imágenes en la casa hermandad desde las 17:15 horas hasta las 23:45, hora en la que estaba programado el encierro.

Tras el anuncio de la no salida de Crucifixión, los hermanos han vivido los momentos más difíciles de este Lunes Santo. Nazarenos, portadores, mantillas, acólitos… Todos ellos fundidos en largos abrazos. Ilusiones rotas y muestras de cariño entre ellos ante el pesar de no realizar la estación penitencial. Pero también aceptación de la difícil y valiente, comprobando los antecedentes de otras jornadas, decisión tomada por la junta de gobierno.

Numeroso público se ha concentrado en la puerta de la casa hermandad para poder visitar al Cristo de la Crucifixión y la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad en sus tronos. Después de la apertura de las puertas, tanto la banda de cornetas y tambores del Carmen, que acompaña al crucificado, como la banda de música del Nazareno de Almogía han interpretado diferentes marchas, como la composición En tu Soledad, dedicada a la titular mariana. Además, la corporación ha anunciado que, previo al cierre de la casa hermandad, se realizará el canto de una saeta a la Virgen, así como el canto del Padre Nuestro al crucificado, con lo que darán por finalizado el Lunes Santo.