Exposición por el centenario de la Agrupación de Cofradías de Málaga: ‘Un siglo de esplendor’ cofrade

Málaga/Todo un deleite para los sentidos. Así podría definirse la primera gran exposición patrimonial con motivo del centenario fundacional de la Agrupación de Cofradías de la Semana Santa de Málaga. Bajo el título Un siglo de esplendor, se plantea una muestra cuyo discurso expositivo gira en torno a la puesta en valor y reconocimiento del patrimonio artístico que atesoran las hermandades y cofradías de la ciudad y que han sido desarrollados y creados en este último siglo bajo el amparo de la entidad cofrade.

Se exponen más de 190 piezas, y en ellas están representadas todas las corporaciones nazarenas de la ciudad. La muestra estará abierta de martes a domingo de 10:30 a 20:00 desde el 8 de mayo y hasta el 11 de julio. La visita comienza en el patio central del Palacio Episcopal, en el que se dispone el Jardín de la Pasión, una representación de la botánica cofrade, fundamental en la caracterización de los cultos internos y externos de las Cofradías. En él se podrán observar todas las especies que componen el patrimonio floral y vegetal de nuestra Semana Santa con referencias a todas ellas y su significado. “Este exorno estamos acostumbrados a verlo en los tronos, los cultos y las iglesias, pero no bajo una cruz”, explicó el responsable del área expositiva del centenario, Miguel Ángel Blanco.

La primera sala se titula El triunfo de la muerte en cruz y está cargada de simbolismo alegórico. Pretende, a través de elementos y piezas claves en el procesionismo malagueño, trasladar la representación de la muerte de Jesús en las diversas disciplinas artísticas. Destaca en esta sala, entre otras piezas, el catafalco de la hermandad del Sepulcro, diseñado por Moreno Carbonero y realizado en los talleres del Padre Félix Granda en Madrid, así como los cuatro Jinetes de la Apocalipsis, obra del escultor malagueño Ruiz Montes.

La segunda sala, Templo itinerante, muestra los frontales de los tronos y sus piezas más relevantes en las diferentes disciplinas, destacando el frontal de Nuestro Padre Jesús de la Humillación de la hermandad de la Estrella. Bajo el título de Insignias de fe, se representa al inicio de la primera planta una selección de los hábitos nazarenos e insignias que, transmitiendo sensación de movimiento, encarnan la procesión de nazarenos.

Dios y hombre es el título de la cuarta sala que, a modo de pasarela, presenta las más singulares y valiosas túnicas bordadas en oro de los cristos malagueños. Los grupos escultóricos son los protagonistas de la quinta sala que, bajo el nombre de Cuerpo escénico transita en torno las imágenes secundarias que dan vida a diferentes pasajes de la Pasión de Cristo en las procesiones malagueñas. La sexta sala la componen la alta joyería y orfebrería como atributos de la Virgen. Coronas, diademas y halos de las dolorosas malagueñas se recogen en este espacio denominado Signos de realeza.

En Apoteosis del bordado, se muestran excepcionales obras del bordado en oro y seda, algunas catalogadas como bien de interés cultural a través de mantos, palios y sayas entre las que destacan el manto de la Virgen de los Dolores de la archicofradía de la Expiración. Una vez que se regresa a la planta baja, La otra pasión dedica una sala a la provincia de Málaga. Impone el manto bordado de la Virgen de los Dolores de Ronda, obra de Emilia Salvador Ibarra. La exposición concluye en la sala final que acoge al Santísimo Cristo Resucitado, siendo la única imagen sagrada de la muestra. La vida eterna muestra cómo triunfa la resurrección frente a la muerte.