Fusionadas extiende durante dos horas su salida para poner a sus cuatro tronos en la calle

Málaga/Los alrededores de la casa hermandad de las Reales Cofradías Fusionadas, de estreno esta Semana Santa, eran un hervidero. Aún faltaba media hora para las 18:15, la hora señalada para la salida de esta cofradía compuesta por seis tronos, cuatro de ellos puestos en la calle cada Miércoles Santo.

La Policía tenía que contener al público agolpado y mantener el hueco necesario para que los tronos pudieran efectuar el inicio del recorrido desde la plaza de Camas y recorrer el Pasillo Santa Isabel hacia la calle Cisneros. Desde Especería entraron en el recorrido oficial, siendo las terceras de la tarde tras Mediadora y Salesianos.

Pocos minutos antes de las 18:30 se abrieron las enormes puertas de maderas y se dejaron ver los tronos preparados para comenzar el recorrido más esperado. La lluvia y la pandemia les dejó tres años sin poder disfrutar en plenitud de su día grande.

El cortejo de nazarenos se formó en la sede canónica, la vecina iglesia de San Juan. Desde allí partió la cruz guía y los representantes de las cuatro sesiones de la procesión, además de Lágrimas y Favores, que ya procesionó el Domingo de Ramos, y Vera Cruz, que lo hará hoy Jueves Santo.

Los nazarenos de túnicas moradas y capirote blanco acompañaron al primero de los tronos, Jesús de Azotes y Columna. La Banda de Cornetas y Tambores de Fusionadas puso los sones iniciales al largo cortejo que tardaría dos horas en completarse.

Desde las terrazas de la casa hermandad, Antonio Banderas observaba la salida junto a la actriz Cayetana Guillén Cuervo. Más tarde llegarían los capirotes rojos que acompañaban al Cristo de la Exaltación y su conjunto escultórico que representan la subida de Jesús en la cruz. Este trono contó con un portador de excepción, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

En el varal exterior izquierdo, junto a la mesa y como uno más de sus compañeros, Moreno metió hombro para llevar por las calles de Málaga a su Sagrado Titular. La banda de Coronación de Campillos acompañó los pasos del Cristo.

Los penitentes de túnica negra anunciaron la llegada del Cristo de Ánimas de Ciegos, una de las tallas más antiguas de la Semana Santa Malagueña. Los orígenes de la cofradía se remontan al siglo XV. Tras el Cristo, custodiado por la Brigada Paracaidista, se escucharon los cánticos de este cuerpo militar que siempre es bien recibido por el público.

Los congregados fueron pacientes y esperaron a que Nuestra Señora del Mayor Dolor cerrara el extenso desfile de la cofradía, que dilató su salida durante dos horas. Los nazarenos de túnicas azules, como su manto y su palio, acompañaron a la Virgen. La llovizna de la noche pilló a la hermandad en el recorrido oficial y aguantaron, mirando al cielo y esperando que no fuera a más.