Jesús y Málaga en oración bajo el olivo del Huerto

Málaga/A la sombra de un olivo natural se resguardaba del sol malagueño Jesús orando en el Huerto. Con la mano del ángel que acompaña a Cristo en su trono procesional señalando a la multitud, comenzaba a las 17:00 la salida puntual el titular, al son del Cautivo de Estepona. Minutos después, un manto azul asomaba y asombraba a todos los presentes: Nuestra Señora de la Concepción lucía en un tono liso celestial un manto diferente al que suele llevar en su salida procesional debido a la restauración que se está realizando al que procesiona cada Domingo de Ramos. Los murmullos se sucedían uno tras otro con el ágil paso de la Virgen, cuyo manto no resultó indiferente a nadie, ni siquiera a alguno de los nazarenos y hermanos de su sección, que no se habían enterado del cambio.

En el camino por Atarazanas, un cara a cara entre dos evangelios, uno de paciencia y otro de oración y dolor, que se miraban fijamente en contraposición. En una esquina, el semblante tranquilo del Cristo de Humildad y Paciencia, en la otra, las lágrimas brotando del rostro de la Virgen de la Concepción. La curva del mercado, dio lugar a una rápida entrada en las calles consiguientes hasta el recorrido oficial, donde muchos inspeccionaban cada detalle del olivo que contenía la oración en el huerto.

Con la luna contemplando a Cristo y haciendo vivo el pasaje evangélico en su totalidad, el camino de vuelta desde la torre sur de la Catedral hasta su casa hermandad tuvo su punto más emocionante en la curva de Casapalma, donde el olivo cupo sin saber como entre los edificios ante los atónitos presentes, que fieles a este punto del recorrido siguen sorprendiéndose cada año. Con la luz de la primera noche de la Semana Santa terminaba la oración de todos los malagueños bajo el olivo en el huerto.