El Obispado de Málaga prohíbe las visitas turísticas en los templos durante las primeras fases de la desescalada por el coronavirus
La solemnidad del Corpus Christi se conmemorará con procesiones claustrales con el Santísimo Sacramento en las parroquias donde el espacio lo permita
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Málaga/El Obispado de Málaga ha publicado una normativa que regirá la celebración del culto público en los templos de la ciudad durante las fases de normalización por la pandemia de Covid-19. Según este decreto, se deberá evitar la concentración y se señalará los lugares para la oración y el culto. Igualmente, no se permitirán las visitas turísticas en las fases 1 y 2 de la desescalada.
Se establece un aforo máximo en el interior de las iglesias de un tercio en la primera fase y del 50% en la segunda, para así respetar la distancia de seguridad. No obstante, en Málaga no se contempla por el momento la medida adoptada en Sevilla de sustituir los bancos por sillas, cada templo estudiará posibles soluciones para garantizar así la seguridad durante las próximas semanas. Las pilas de agua continuarán vacías y las puertas de las parroquias se mantendrán abiertas a la entrada y a la salida de las celebraciones para no tener que tocar los pomos.
La celebración de la solemnidad del Corpus Christi se efectuará con una misa en cada parroquia, manteniendo las medidas vigentes en cada momento. Además, en los templos en los que el espacio lo permita, se tendrá una procesión claustral con el Santísimo Sacramento, y los fieles deberán permanecer en su sitio, recomendando siempre el uso de las mascarillas.
Si no se pudiera efectuar la misma, se habilitará un tiempo de adoración eucarística con la bendición. De esta manera, se suspenden las procesiones externas del Corpus Christi, siguiendo la línea de algunas corporaciones de Gloria de la ciudad que ya anunciaron la suspensión de sus desfiles procesionales.
El Obispado dispone algunas consideraciones a tener en cuenta durante la liturgia, como la recomendación de mantener un solo cantor no distribuir hojas de cantos, no pasar el cestillo durante el ofertorio o la desinfección de manos por parte de los sacerdotes inmediatamente antes y después de distribuir la comunión, entre otras medidas. Cada templo debe situar en la puerta un cartel que indique el aforo máximo permitido.
En actos como los besamanos a las sagradas imágenes que reciben culto, los fieles deben limitarse a hacer una inclinación respetando las medidas establecidas. Con respecto a otras celebraciones, el Obispado afirma que se ha de escoger un espacio amplio para las confesiones y mantener la distancia de seguridad asegurando la confidencialidad, para ello podrían utilizarse los despachos parroquiales.
También se debe cuidar especialmente la higiene en los bautizos, que se realizarán en breves ritos, y bodas, en los que los anillos y jarras solo podrán ser manipulados por los contrayentes.
Según las indicaciones recibidas, la aplicación de estas medidas entrará en vigor el próximo lunes 11 de mayo, para que en las celebraciones del domingo 17 de mayo se cuente ya con una evaluación y una experiencia contrastada de los días anteriores.
El Obispado pretende abrir abrir sus puertas a partir del lunes 11 de mayo en horario de 10:30 a 12:30, aunque recomienda que se envíen de forma telemática todos aquellos documentos que no necesiten ser presentados de forma física.
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