Miércoles Santo en Málaga: La ciudad se queda sin ver los ojos verdes de su Virgen de la Paloma

La tarde de Miércoles Santo está marcada, entre otros momentos que se repiten cada año, por el bullicio que se concentra en calle Carretería para ver echar el vuelo a la Virgen de la Paloma en su magno trono procesional. No ha ocurrido el milagro de ver como la estrecha calle que conecta la plaza de San Francisco con Carretería se ensanchaba al paso de las andas de procesión. Ni se han vuelto a escuchar el llamativo y seco sonido de los rosarios golpeando las barras de palio en cada mecida. Ni tampoco pudo hacer sonar la banda de "La Pepa", de Alhaurín El Grande, la popular marcha Malagueña Virgen de la Paloma, mientras las aves que comparten nombre con la Virgen revolotean a su alrededor.

Cuando faltaba poco para las 20:00, hora de salida, la Hermandad de la Puente y la Paloma hacía público a través de sus redes sociales la difícil decisión de suspender la salida procesional en la noche del Miércoles Santo. Tras una reunión de urgencia, tal y como se explica en el comunicado, la corporación ha comprobado como los partes meteorológicos presentaban circunstancias adversas, con posibilidad de lluvia durante el transcurso del recorrido por las calles de Málaga. Con esta decisión, la cofradía ha querido salvaguardar tanto a los integrantes de la procesión como al patrimonio artístico que poseen. Las puertas de la capilla estarán abiertas hasta las 00:30 para que todo el que lo desee pueda visitar a los titulares en sus tronos.

A las puertas de la capilla de la cofradía, la banda de cornetas y tambores del Carmen, que acompaña al grupo escultórico de la puente del cedrón en su estación de penitencia, ha interpretado diferentes marchas. Tras las composiciones las ovaciones han sido unánimes y algunos hermanos nazarenos han tocado las campanillas. La Paloma es una de las hermandades más populares y cuenta con una gran devoción entre los malagueños. Estos no han dejado de acercarse al pequeño templo de la plaza de San Francisco. Mucha afluencia desde la apertura para ver al Cristo que talló Juan Manuel Miñarro y a la dolorosa de ojos verdes.