Y el Señor descendió en la Malagueta

Málaga/La solemnidad y el silencio son dos de los protagonistas de todos los Viernes Santo y el de este año no ha sido menos. Málaga estaba de luto y la Malagueta se vistió de negro para ver a Jesús descender de la cruz.

El olor a incienso comenzaba a mezclarse con la brisa del mar pasadas ya las 16:00 h. Poco a poco los nazarenos negros y crema empezaban a entrar al Hospital Noble. En pocos minutos el Viernes Santo comenzaría para ellos. Justo detrás de este edificio, las puertas de la casa hermandad de la Real Cofradía de Nazarenos del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo, Nuestra Señora del Santo Sudario y María Santísima de las Angustias continuaban cerradas, pero en la calle Manuel Martín Estévez el público esperaba expectante a que la cofradía comenzara su recorrido por las calles de Málaga.

Y así fue. De manera puntual, la cruz guía de esta hermandad refundada en el año 1925 en el Santuario de la Victoria se adentró por las calles del barrio de la malagueta. El silencio reinó en el momento en que la campana del trono del Sagrado Descendimiento de Nuestro Señor Jesucristo sonó. Primero a brazos y después al hombro, así salió a la calle el Cristo.

Con la marcha Cristo de la Agonía, interpretada por la Banda de Música Cruz del Humilladero, el Sagrado Descendimiento llegó a calle Maestranza siendo recibido por toda la malagueta que en absoluto silencio lo observaba pasar. Minutos más tarde, su madre, María Santísima de las Angustias, primero a brazos y después a hombros, llegó a la calle con los sones de la Banda de Música Maestro Infantes de Los Barrios, que interpretó Virgen de las Angustias, después de que Pablo Atencia, presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, diera los primeros toques de campana.

A paso lento, en silencio y poco a poco, la cofradía del Descendimiento fue recorriendo las calles de su barrio hasta llegar al Paseo del Parque. Al llegar frente al Ayuntamiento de Málaga, el alcalde, Francisco De la Torre, fue el encargado de dar levantar el trono de ambos titulares.

Cumpliendo con su itinerario, pasaron por la Tribuna Oficial y realizaron su Estación de Penitencia en la Catedral, donde al salir la Banda de Música Cruz del Humilladero, que acompañaba al Cristo, interpretó una adaptación para banda de Stabat mater de Pergolesi, acompañados de una soprano.