Las cofradías mantienen los horarios para el Domingo de Ramos en Málaga pese a la amenaza de lluvia

Málaga/De momento, y pese a la amenaza de lluvia en Málaga, las cofradías del Domingo de Ramos mantienen sus horarios e itinerario inalterados. Si el sábado por la tarde se emplazaban a una reunión telemática esta misma mañana en la que, con las últimas previsiones en la mano, decidir si hacer algún movimiento o no, esta ha destilado que, de momento, todo queda igual a la espera de cómo avance el día, según han comunicado desde la Agrupación de Cofradías.

Sin embargo, "esta decisión será sensible de modificación si las previsiones meteorológicas en las siguientes horas no son favorables", aseguran en el comunicado remitido desde San Julián. la Agencia Estatal de Meteorología, ahora mismo, prevé que llueva esta tarde con un 85% de probabilidad en la capital, sin especificar tramos horarios.

"Desde la Agrupación de Cofradías se apela a la comprensión por parte de todos los cofrades para que, las decisiones que determinen las Hermandades y Cofradías, se comuniquen durante el transcurso del día. La Agrupación de Cofradías informará puntualmente a través de sus canales oficiales de la decisión que cada una de las Hermandades y Cofradías pueda adoptar durante la jornada", añaden.

Así que, de momento, los cofrades deberán seguir mirando al cielo, que ha amanecido encapotado en Málaga. La primera en salir será Pollinica que, acompañada de sus palmas, es la imagen de la entrada de Jesús a Jerusalén.

Al abrir la ventana de sus casas esta mañana todos los hermanos de la Pollinica han mirado al cielo comprobando que la amenaza de lluvia que se veía previendo para esta Semana Santa era también real para el Domingo de Ramos, aunque por suerte ellos han salido a la calle inaugurando con sus palmas todo el recorrido.

Desde las 9 de la mañana, la casa hermandad era un ir y venir constante de nazarenos y hombres de trono que seguían con el gran interrogante en cada frase que decían mientras se fajaban. Las preguntas se disiparon con los primeros tambores y el chirriar de las puertas al abrirse: sí, la llegada a Jerusalén cobraba vida un año más en su Semana Grande.