"Si se cuidara más a los hombres de trono habría menos huecos"

jorge moreno.Albacea de tronos de la cofradía del Sepulcro

Juan Romera Fadón

14 de abril 2017 - 02:10

-hermano de Pollinica y del Sepulcro. ¿Cómo llega a cada cofradía?

-A Pollinica llegué en 1999. Mis padres deciden hacerme hermano porque es la primera cofradía, sale temprano y tiene poco recorrido, así podían recogerme cuando quisieran. Por la noche, esto hubiera sido más difícil. En el caso de Sepulcro, llegué en 2013 para sacar la Virgen de la Soledad. Mi tío Carlos lleva mucho tiempo siendo hombre de trono de la Virgen, siempre la acompañaba y por eso acabé aquí.

-Es albacea de tronos de la cofradía del Sepulcro. ¿Cómo ha sido desde dentro el proceso de restauración del trono de la Soledad?

-Ha sido complicado. Teníamos el miedo de que no llegara a tiempo pero el taller de Emilio Méndez lo ha hecho de maravilla. El seguimiento ha sido bastante positivo, Tomás Galiana y el resto del equipo han hecho un gran trabajo. Se ha recuperado la crestería alta del trono, original del diseño de 1950. También se han sustituido las piezas de fundición por las mismas en orfebrería. Además, el trono estaba bastante deteriorado por el paso del tiempo y necesitaba un plateado urgentemente, así que el resultado ha sido muy bueno.

-Hay partidarios de restaurar el manto y otros de hacer uno nuevo. ¿Por cuál se decanta?

-Aquí voy a parafrasear a Antonio Moreno, vestidor de la Virgen y bordador, que dice que restaurar el manto es algo casi inútil, está muy desgastado y hay piezas casi imposibles de recuperar. Teniendo un bordador en la cofradía, preferiría hacer uno nuevo en unos años respetando el diseño de 1922 y dejar el actual como pieza histórica, siempre y cuando la Junta y los hermanos lo aprueben.

-Se produjo un cambio hace algunos lustros en cuanto a la vestimenta de la Virgen. ¿Prefiere la impronta antigua, ataviada con el pañuelo de Soledad, o el actual?

-El paso de los años ha hecho que me decante por el estilo actual. Es verdad que la Virgen iba muy bonita pero se queda en una etapa antigua. Ahora solo van como antaño la Soledad de Mena y las Aguas de Sevilla, son detalles muy característicos de esas vírgenes, pero pienso que la Soledad ha ganado con el cambio.

-La cofradía del Sepulcro cuenta con uno de los patrimonios artísticos más ricos de la Semana Santa de Málaga. ¿Qué dificultad presenta esto en cuanto a almacenamiento, montaje de la procesión y demás quehaceres?

-El almacenamiento no es de las tareas más complejas ya que contamos con un museo amplio: la primera planta está dedicada a la pinacoteca; la planta baja está acondicionada con los ciriales, las sayas de la Virgen, el ajuar de orfebrería y una muestra de cada enser (bastones, mazas, bocinas…). El problema viene cuando hay que sacarlo a la calle. Son tantas cosas que cuesta organizarlas pero al final siempre sale.

-¿Y cómo es el Viernes Santo por la tarde a la hora de montar la procesión?

-Es intenso. Por suerte tenemos un buen equipo de mayordomos. El subjefe de procesión, Juan Carlos Ruiz, se encarga bastante bien de tener todo preparado al milímetro. Con aciertos y errores, pero siempre la sacamos a la calle.

-¿Cómo se vive el Viernes Santo dentro del cortejo de una hermandad tan seria y fúnebre como el Sepulcro?

-En el trono de la Virgen se vive de forma distinta. En el caso del Señor es mucho más serio, con una cruceta muy concreta: Marcha fúnebre y Santo Sepulcro. Se intenta que el cortejo nazareno sea también lo más sobrio posible, evitando cualquier percance extraño y guardando siempre la compostura. Cualquier cosa que se haga mal se nota. Es verdad que tenemos un cortejo con muchos niños y jóvenes y con ellos puede parecer más complejo al principio pero entienden que es Viernes Santo y que hay que guardar silencio.

-¿Hay una buena relación entre jóvenes y veteranos en el Sepulcro?

-Sí, claro. Es una relación de tira y afloja, nos dan una de cal y otra de arena. Intentamos que nos escuchen, que sea abierta pero marcando también las pautas. Tenemos que contar siempre con ellos, son la voz de la cofradía, tienen mucha experiencia y llevan aquí muchos años, pero los jóvenes venimos pisando fuerte. Eso sí, sabemos dónde están los límites y respetar a los mayores. Pero por suerte la relación es muy buena.

-La cofradía realiza el traslado el Jueves Santo por la mañana. El sábado ya está otra vez en la capilla. En otras cofradías esto no es así. ¿Existe una cierta tendencia al procesionismo de los Titulares?

-Sí, hay ciertas cofradías que se dedican a hacer miniprocesiones en lo que debería ser un traslado: llevar al Señor y a la Virgen por el camino más corto, que es lo que hacemos nosotros, aunque no tengamos otra opción por la distancia. Las imágenes pasan demasiado tiempo en las casas de hermandad, sin recibir ningún tipo de culto. Hay excepciones como las casas hermandad museo, abiertas a las visitas del público. Creo que el Obispado o la Agrupación de Cofradías debería regular las miniprocesiones, no estamos entendiendo el verdadero significado de los traslados.

-Estamos viendo como algunas cofradías aprovechan los traslados para hacer casi mini-procesiones. ¿Supone esto una pérdida de la razón de ser de los traslados?

-En cierta medida sí. Hay otros casos, como en el Huerto, que tienen un traslado solemne sin demasiados aspavientos.

-Este año, algunas hermandades han sufrido para llenar los varales y los cortejos nazarenos. ¿Las cofradías no han sido capaces de anticiparse al problema? ¿Es un problema de haber desvirtuado las procesiones?

-El problema de los varales viene del trato con los hermanos. Si la relación de mayordomos y capataces con hombres de trono es continuada, se favorece la unión. Como ejemplos, las cofradías del Rocío o Pollinica, que no tienen problemas para ver llenar sus varales. Si se cuidara más a los hombres de trono, igual que a los nazarenos, y se mejorase el tallaje de algunos tronos, habría menos problemas de huecos libres.

-Hombre de trono de Pollinica y de la Soledad. Cada vez hay más cofradías que están incorporando los ensayos a sus actividades de Cuaresma. ¿Será algo que se acabará implantando en todos los tronos?

-Si no en todos, en casi todos. Habrá ciertas cofradías que no los lleven a cabo porque consideren que no es necesario o simplemente no lo vean oportuno, aunque creo que, si se hacen bien, pueden ser un aspecto positivo.

-¿Considera que se está perdiendo el punto de partida de las tradiciones malagueñas?

-Depende de cómo se mire. Cada cofradía tiene su sello y su impronta, y deben ser las hermandades las que decidan la forma de llevar los tronos, ordenar el cortejo, la estética de vestir a la Virgen… Creo que la tradición la marca cada cofradía.

-Estudiante de Historia, ¿le ha ayudado esto en algo en su vida como cofrade?

-Sí, mi interés por la historia hace que lea bastante sobre las cofradías, me interese por los documentos antiguos de la hermandad o, por lo menos, intentar escuchar a gente que lo haya hecho anteriormente. Mostrar ese interés por la historia de la Semana Santa en general y por mi cofradía en particular.

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