Un Domingo de Ramos con más Favores que Lágrimas

La Niña de San Juan sale a la calle bajo un cielo no tan azul

Lunes Santo en Málaga, en directo

Salida de la Cofradía Lagrimas y Favores
Salida de la Cofradía Lagrimas y Favores / Ana Jiménez

Málaga/A veces, los Domingos de Ramos traen lágrimas; en otras ocasiones, como este, conceden favores. Aunque la salida se pospuso hasta las 16:50, una hora y media más tarde, al igual que ocurrió con el resto, la fachada de San Juan, con su inconfundible mosaico de tonos rojizos, se vio invadida por motas humanas: gente congregada en los alrededores mirando los relojes, que parecían estar parados por la propia espera.

Dentro del templo, la Niña de San Juan, los hermanos de la cofradía con cruces de Malta bordadas en sus atuendos, y él, el otro gran protagonista del lugar: Antonio Banderas, mayordomo del trono. Pegado a la campana, con el aliento a punto de empañarla, el actor malagueño entonó el himno de la cofradía dentro de San Juan, que el mismo escribió. La emoción se dibujó en su rostro, revelando que este año, sí, lograron salir a la calle. Los sollozos del año anterior se convirtieron en aclamaciones de “¡Viva María Santísima de Lágrimas y Favores!” justo cuando la banda puso fin a su interpretación y las puertas del templo, y del cielo, se abrieron para recibir a la Virgen.

El firmamento, blanco e inmaculado, como un velo de pureza ajustado al trono, escoltó a la imagen y a su séquito hasta calle Larios, donde la Catedral, a la izquierda, y San Juan, a la derecha, se estremecieron con el paso de una Niña convertida en milagro, en un domingo cuyo cielo no era tan azul como proclama su himno. Así, tras su paso por el Recurrido Oficial, llegó a la Manquita, y allí, los nazarenos de túnica verde y crema llevaron sus manos a la cruz de Malta que cada Domingo de Ramos les late en el pecho, comprendiendo que sí, también hay domingos en los que se derraman lágrimas de emoción y se reciben favores, como la lluvia anunciada… que nunca llegó.

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