Dudas y fluidez: reacciones al nuevo control de acceso a los abonos de la Semana Santa de Málaga
La normalidad ha sido la tónica predominante de la mañana, aunque algunos dispositivos de la Alameda han dejado de funcionar una vez había pasado Pollinica
Domingo de Ramos en Málaga, en directo: La Pollinica avanza por calle Atarazanas

Málaga/Había incertidumbre ante el estreno del nuevo sistema de acceso a las sillas y tribunas del recorrido oficial de la Semana Santa de Málaga. En la Alameda, en torno a las 12.30 horas, a unos cuarenta minutos de que entrase la cabeza de procesión de Pollinica, había pequeñas colas en los accesos a las sillas y las trabajadoras de la Agrupación de Cofradías, con amabilidad y arte, explicaban a los usuarios que tenían que pasar el lector por el código de barras, solventando las dudas. “Me coge el lector mejor el móvil que el papel”, dice María Ordóñez, una de las encargadas de que se cumpla con los requisitos del nuevo sistema. “Si sale al servicio, tiene que pasar otra vez por aquí y escanear de nuevo el abono”, añade con una sonrisa.
Algunos dispositivos (pocos, según las fuentes) de la Alameda, de cualquier forma, han dejado de funcionar una vez que la Pollinica había pasado por la Alameda y los operarios no estaban pasando el escáner a los abonados que se dirigían a comer para volver ya por la tarde. De cualquier forma, fuentes consultadas por este periódico han indicado que, a lo largo de la tarde, este problema puntual se solucionará. De hecho, así ocurrido. Esta mañana al fallo de algunos terminales se ha sumado que otros no habían llegado, pero ya con las hermandades en el recorrido oficial todo parece haber funcionado correctamente, salvo incidencias puntuales.
Algunas personas se han sentado directamente en sus sillas, sin pasar por el lector sus respectivos abonos, pero después los responsables de tramo les han pedido que les dejaran leer las entradas.
“No nos han pasado el lector. Hemos preguntado al acomodador y nos han dejado pasar. Tres sillas.
Me imagino que ahora nos lo pasarán. Como decían que había que estar media hora antes, no da tiempo. La verdad es que son muy amables. Desde que está esta empresa no hemos tenido ningún problema. Llevo treinta años y si hay algún problema intentan solucionarlo lo más rápido posible”, explica Ana Pérez, quien junto a su marido y su hija esperaba la llegada de la Pollinica.
El cofrade y pregonero José María Vera, uno de los insignes de nuestra Semana Santa, indica que, cuando han llegado, los operarios estaban poniendo las pegatinas, y que había impreso los abonos por si acaso. “No nos han pasado el lector, hemos llegado y estaban poniendo las pegatinas, las traemos en papel, pero estaba abierto y están todavía montando, les hemos dicho que somos abonados y nos han dejado pasar. No sabemos si lo pondrán por la tarde”, ha precisado, pero al poco tiempo los operarios ya le habían pasado el escáner al abono. Todo solucionado.
Otra abonada, Luisa López, ha indicado: “Hemos entrado y como es el mismo sitio de todos los años pues nada”.
Pese a todo y en cada una de las secciones, los trabajadores de la Agrupación han ido asegurándose de que quienes estaban en las sillas habían pasado sus abonos por el escáner y aconsejado a quienes vayan a salir a hacer sus necesidades o comprar algo, que avisaran de ello.
Las colas han sido tímidas, y la ocupación, media, ya con la sección de nazarenos del Señor a su Entrada en Jerusalén en la Alameda. No parecía haber problemas, más allá de que el escáner no leyera bien los abonos impresos o una leve espera, aunque también es cierto que es la primera procesión del día y las aglomeraciones se esperan, sin duda, para esta tarde.
El sistema parece funcionar tras ser impuesto por obligación legal, evitando así que algunos abonados puedan meter a más personas que sillas, además de conocer al detalle la ocupación de estas al paso de las cofradías. Eso sí, ha habido algunos problemas puntuales que serán subsanados, precisan las fuentes, por la tarde.
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