El esperado reencuentro de Dulce Nombre con su barrio de Capuchinos en el Domingo de Ramos

Los devotos han recibido a Nuestro Padre Jesús de la Soledad y María Santísima del Dulce Nombre con aplausos

Domingo de Ramos en Málaga, en directo: Málaga se echa a la calle para vivir un gran Domingo de Ramos

Cofradía del Dulce Nombre en la Semana Santa de Málaga
Cofradía del Dulce Nombre en la Semana Santa de Málaga / Carlos Guerrero

Málaga/Con la mirada puesta en el cielo nuboso y bajo el previo aviso de lluvias, el Domingo de Ramos en Málaga sigue su curso. Un día caluroso para muchos los que aguardan. A las 15:30, después de atrasar su salida casi hora y media y en pleno corazón de Capuchinos, la tercera cofradía del día se ha abierto paso con humildad desde la parroquia de la Divina Pastora. La Hermandad del Dulce Nombre ha sido recibida por sus fieles en cuanto los primeros nazarenos han empezado a andar entre el olor a incienso y las miradas fijas del público en la rampa de salida.

La plaza de Capuchinos, abarrotada de aquellos que esperaban ver a sus Titulares, ha guardado el silencio propio de las grandes citas, solo interrumpido por las pisadas de los franciscanos y por el andar de los nazarenos, que hecho bailar sus capas negras, que con sus sobrios, han lucido el cortejo. La cruz de guía se ha hecho paso seguida por túnicas marrones, capirotes y capas negras.

Y entonces, la Agrupación Musical María Santísima de los Dolores (Linares) ha hecho lo propio: acompañarlo con un ritmo pausado para dar la recibida que merecían los fieles en el barrio. Poco después, el trono de Nuestro Padre Jesús de la Soledad, Negaciones y Lágrimas de San Pedro —obra del imaginero cordobés Antonio Bernal Redondo en el año 2000— ha comenzado su descenso por Capuchinos. Representando una escena bíblica con dramatismo profundo, el Señor sabía de la traición que le aguardaba.

La mirada de Nuestro Padre Jesús de la Soledad, aunque dolida, transmite calma entre sus devotos. Ellos, su pueblo, han esperado con un respetuoso silencio su llegada, sin apartar la vista, capturando el momento después de que el año pasado tuviera que quedarse en casa sin poder alegrar las calles de su barrio. El Señor ha seguido su caminar bajo el compás de la banda a paso firme, sin prisas, saboreando cada andada.

Tras Él, se ha podido ver el rostro de María Santísima del Dulce Nombre desde la lejanía. También obra de Bernal –en 2005–, la Virgen se ha presentado sobre su trono de plata con su característico manto turquesa, similar a un mar en calma para transmitir esa paz en mitad del ajetreo y los nervios propios del Domingo de Ramos. Este año, su candelería estrena la última fase de su nuevo conjunto, que ha brillado con fuerza desde el momento en el que se ha echado a la calle de su barrio, aun saliendo con la luz del sol, sin que el viento pudiera apagar ese estreno tan esperado.

Los fieles han tenido que reprimir sus ganas de descubrirlo desde el pasado año, que no pudo salir. Los vecinos, como hipnotizados, han observado su belleza. Pronto la emoción de la plaza de Capuchinos se ha rendido ante Ella y la ha recibido con un aplauso espontáneo, de esos que son capaces de poner los vellos de punta. La banda Trinidad Sinfónica bordó su acompañamiento, arropando el andar suave de la Virgen con 'Dulce Amor de Dios'.

El recorrido del cortejo ha seguido su camino por Dos Aceras, Plaza Teatro y Santa Lucía, con el saludo obligado a la iglesia de los Mártires. Dulce Nombre ha mantenido la compostura, el ritmo pausado, sin detenerse, y la elegancia en cada uno de sus pasos.

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